EDIFICIO SAN MIGUEL (EDICIÓN PANDEMIA)

Por  |  0 Comentarios
COMPARTE!

Para quienes desean asistir a una virtual, disfuncional y muy divertida junta vecinal en medio de la cuarentena.

EDIFICIO SAN MIGUEL (EDICIÓN PANDEMIA)

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“¿Cómo vamos a regresar a la normalidad en el edificio?”

El siempre paciente Licenciado Cordero, administrador del edificio, ha convocado a una nueva junta de vecinos para tratar asuntos de vital importancia para la sana convivencia dentro de esta pandemia. Dada lo delicado de la situación epidemiológica, esta reunión se dará por zoom, plataforma en la que se compartirá una presentación con temas como el manejo de la basura, la manera de hacer uso de la terraza o la disponibilidad de cubrebocas. Sin embargo, la Señora Robles pareciera tener su propia agenda, el Ingeniero Vallejo ha traído su cinismo a contaminar el ambiente y al parecer alguien está tomando más paquetes de Amazon de los que debería. Todo esto es un caos sin duda, pero la verdadera pregunta que todos deben responder antes de que las cosas empeoren es: ¿quién es ese participante con la cámara apagada y cuyo nombre sólo dice ipad?

“La del 102 esta mete y mete gente.”

Estrenada originalmente en MicroTeatro en 2014, y exitosamente adaptada a largo formato en 2018, “Edificio San Miguel” de Gabriela Guraieb es adaptada de manera precisa para tomar el tan lúgubre y desolador tema de la pandemia actual y convertirlo en un oligofrénico e hilarante muestrario de la estupidez humana. Planteada como una junta vecinal virtual, donde algunos espectadores son participantes activos de la reunión, la obra pone en evidencia problemáticas de convivencia, paranoia, desinformación, oportunismo e irresponsabilidad dentro del marco del COVID-19 con un ácido sentido del humor capaz de provocar carcajadas, muy probablemente, porque todos hemos estado expuestos a la que está saltándose las reglas, al que cree tener todas las respuestas, el que firmemente cree en teorías de conspiración o el que sencillamente está temeroso de que el virus se le puede transmitir por una pantalla.

“Yo ya estoy super confundida con el tema de los semáforos.”

En el fondo del departamento de una de las vecinas, una persona descubre un artículo que él pidió por internet y que nunca le llegó; entre tragos de licor barato y la revelación de un poco apropiado vestuario, uno de los vecinos no se cansa de mostrar como él sabe más que todos; con la urgencia de llegar a su clase de zumba en línea, pero con la necesidad de decir todo lo que piensa, una ama de casa convertida en tiktokera no deja de insultar a todo aquel que va en contra de su opinión. Bajo la lograda dirección de Angélica Rogel, “Edificio San Miguel” no pretende ser teatro en pantalla. Muy al contrario, es una acertada adaptación del escenario a la pantalla en vivo, asumiendo las limitaciones digitales, aprovechándose y burlándose de ellas incluso, donde se permite que fallas en video o en audio sean parte de la representación. Incluso, resulta sorprendente que el chat de la plataforma zoom sea utilizado como parte integral de la representación, hecho que a momentos es de gran calidad cómica.

“Se están colgando de mi internet.”

Beltrán, acostado en el suelo de su departamento, trata de entender algo entre toda la cacofonía que producen los demás vecinos; exasperado por no poder poner su presentación de power point y tratando de ocultar algunos problemas en su departamento, el Licenciado Cordero pone un ridículo fondo de pantalla mientras solicita a los participantes que se abstengan de usar palabras altisonantes; haciendo homenaje a la afamada Erika Buenfil, la Sra Robles promueve sus canales de redes sociales al mismo tiempo que la joven amante de lo ajeno promueve sus muffins caseros. Unos de los elementos esenciales para el éxito de “Edificio San Miguel” es la presencia de gran parte del elenco original. Carmen Ramos, Alfonso Borbolla, Mario Alberto Monroy y Gabriela Guraieb conocen a sus personajes, los habitan con lujo de ridiculez, haciendo gala de sus capacidades tanto en la comicidad como en la improvisación. A esto se suma la atinada presencia de Fernando Bonilla como el insufriblemente empoderado Inge Vallejo, una pequeña intervención en audio de Montserrat Marañón quien participó en la temporada pasada y un invitado diferente cada semana que consigue imprimir su propio sello a cada nueva función.

“Yo no estoy metiendo a nadie.”

“Edificio San Miguel” cuenta con la posibilidad de que el espectador sea pasivo, meramente un observador externo listo para divertirse. Sin embargo, también puede elegir un boleto que lo convierte en parte de la desquiciada reunión entre vecinos oligofrénicos. Una tercera y muy original opción incluye que, dentro de la CDMX, se le envíe al espectador a su domicilio una serie de viandas y sorpresas que harán de la experiencia algo más inmersivo. El teatro está en crisis, al igual que los habitantes de San Miguel, pero siempre encuentra la manera de mantenerse vigente, vivo, sobre todo, capaz de sacarnos una carcajada en medio de una de las peores crisis en la historia.

Búscanos en Facebook e Instagram como Entretenia
Twitter: @Entretenia

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Edificio San Miguel”

DRAMATURGIA: Gabriela Guraieb

DIRECCIÓN: Angélica Rogel

ELENCO: Mario Alberto Monroy, Alfonso Borbolla, Carmen Ramos, Fernando Bonilla y Gabriela Guraieb.

PARTICIPACIÓN EN AUDIO: Montserrat Marañón

DÓNDE: Plataforma digital zoom.

CUÁNDO: Viernes 20:30 y 21:30 hrs.

COSTO: $430, $150 y $100. Boletos en https://boletopolis.com/es/eventos

DURACIÓN: 50 minutos sin intermedio.

COMPARTE!

Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *