
DUELO DE BRUJOS
Para quienes desean que las infancias aprendan que la magia se encuentra en liberar la creatividad.
DUELO DE BRUJOS
o de cómo un día pierdes la creatividad
“A los brujos, de tanto crear, se les acabó la imaginación.”
¡Hay una verdadera crisis en Entelequia! En un lugar ubicado a más de 5,000 kilómetros de la realidad, los creati-monstruos se han robado las ideas de Sulán y Beltrán, dos de los más poderosos brujos de la comarca. Desesperados por encontrar de nuevo su creatividad, con el problemón de un libro mordido por quién sabe quién, entre sentimientos no expresados y un par de asistentes no muy útiles, estos dos hechiceros recurrirán a quienes entienden que las ideas nunca se agotan, que el más grande poder es el saber pedir disculpas, y que nunca se debe dejar de jugar. La magia no son encantos o pócimas, son las infancias.
“¿Qué vamos a hacer para tener más ideas?”
En el proceso de transportar a las jóvenes audiencias a un mundo mágico donde la magia existe, en el que los títeres son niñes capaces de dar grandes marometas, y donde los ayudantes se crean con ingredientes bizarros que se proponen desde las butacas, Duelo de Brujos o de cómo un día pierdes la creatividad, del dramaturgo y director Ángel Luna, abre conversaciones necesarias con les niñes sobre el poder de la creatividad y del nunca dejarse vencer por sentimientos negativos como la vergüenza o la humillación, al mismo tiempo que le recuerda a los adultos que nunca se debe perder el espíritu de la niñez sin importar la edad.
“Yo enfermé de profunda realidad.”
Sulán quiere conocer los secretos que Beltrán ha escrito en su libro de pensamientos sublimes, y en su desesperación por abrirlo recurre a sus dientes, hecho que llevará a los dos brujos a dejar de lado sus sentimientos para enfrentarse en una batalla de ingenio; los pequeños Tortugo y Lagartijo discuten las diferentes maneras que tienen de divertirse antes de traer a la conversación a Catarina, una niña que pareciera estar rebosante de ideas; durante la preparación para la batalla, los brujos hablan con sus asistentes sobre las creaturas que les robaron las ideas, esos creati-monstruos que le pueden cambiar la vida a un niñe para mal, y que muchas veces son los papás o los maestros los culpables de traerlos a sus vidas. Escrita en verso, con ingeniosas y divertidas canciones compuestas por Luna y el también actor Mauricio Jiménez-Quinto, y con un humor que apela tanto a las infancias como a los adultos, Duelo de Brujos o de cómo un día pierdes la creatividad es un lúdico viaje a la imaginación que ciertamente entretiene al mismo tiempo que transmite importantes mensajes a su audiencia sobre el respeto, la tolerancia, el amor y, sobre todo, a la no violencia contra les niñes cuando se trata de cultivar su imaginación e individualidad. A pesar de una dramaturgia que ciertamente abre demasiadas líneas narrativas que no necesariamente se cohesionan entre sí exitosamente, principalmente la de Tortugo, Catarina y Lagartijo, o que de momento el universo de Entelequia no está plenamente desarrollado, la diversión que emana de la creatividad de Luna se hermana con su búsqueda didáctica para crear un espectáculo para jóvenes audiencias que no deja de motivar la participación de toda la audiencia, les hace reír y, sin duda, llevará a la reflexión profunda a los papás sobre el rol que juegan en alimentar o destruir la imaginación de sus hijes.
“Tengo un duelo y necesito de tu creatividad.”
Entelequia remite de inmediato a este místico mundo árabe de las mil y una noches, tanto por una escenografía consistente carpas de corte beduino, así como de vestuarios coloridos alusivos a esa zona de medio oriente. Las danzas y las canciones, interpretadas en vivo, son congruentes con esa estética también. Más allá de los humanos, principalmente Sulán y Beltrán, el resto de los personajes cobran vida a través de títeres, ya sea de vara o de escala real, o como sombras proyectadas en la carpa central trasera. El mayor acierto en Duelo de Brujos o de cómo un día pierdes la creatividad es la estética y la visión técnica bajo la batuta de la dirección de Ángel Luna. Ya sea por la escenografía y vestuario a cargo de Mauricio Ascencio, la creación de títeres por Humberto Galicia, o incluso el muy acertado diseño de movimiento por Itzhel Razo, cada aspecto de la puesta en escena aporta a que Entelequia se sienta vivo, sea tanto real como onírico. A esto se suma un tono que transita a momentos entre lo cómico, en voz de los hechiceros, la fársico, cuando de discutir mordidas se trata o de idear nuevas comidas, e incluso lo caricaturesco, con una asistente con mucho barrio, de manera solvente. Esto permite que las infancias se compenetren de lleno con la función, que no se distraigan a lo largo de los casi 90 minutos que dura la obra, y muy al contrario, no dejen de participar en todo momento, ya sea con los humanos o con los títeres.
“Esos adultos que siguen creando… son niños.”
Al darse cuenta de que la mordida en el libro de Beltrán coincide perfectamente con su dentadura, Sulán trata a toda costa de mantener la boca cerrada, provocando sendas carcajadas entre las butacas; durante el duelo, ambos magos deben de idear una nueva pócima, para lo que piden ayuda a todos los espectadores, quienes divertidos, no dejan de gritar ingeniosas ideas; no sólo en la manipulación de los títeres de tamaño real, sino en darles vida, incluyendo una voz de barrio chilango, los asistentes de los magos son personajes con personalidad, algo de simpática malicia y humor. Entre bailar, cantar, actuar y manipular títeres, el elenco de Duelo de Brujos o de cómo un día pierdes la creatividad, conformado por Itzhel Razo, Ángel Luna, Mónica Bajonero y Mauricio Jiménez-Quinto, no sólo despliega su talento escénico, sino que demuestra que el teatro es una experiencia lúdica en la que la diversión para los que están sobre el escenario es un ingrediente vital para el éxito de un montaje, principalmente cuando es dirigido a jóvenes audiencias. De tal manera, resulta delectable ver a Razo tratando de ocultar sus fechorías a pesar de que les niñes gritan su culpabilidad, a Luna tratando de ocultar sus sentimientos que un teatro entero grita que de un beso, o a Jiménez-Quinto y Bajonero mostrando sus lados más absurdos y técnicamente precisos al manipular con destreza a sus títeres. Es en esta muy juguetona y a la vez profesional manera de performar que se alcanza de mejor manera a las infancias, sembrando verdaderas semillas de amor por la escena.
“Los creati-monstruos son lo peor y cuando creces viene el terror.”
Cuando era niño, con grandes lentes de pasta, zapatos ortopédicos y con sobrepeso, me solía encerrar en mi cuarto a contarme mis propias historias. Eso respondía a que muchos de mis compañeros de clase se burlaban de mí, me decían raro, les parecía ridículo que me gustara leer. Ellos despertaron a ciertos creati-monstruos, principalmente el de la vergüenza. Sin embargo, recuerdo también que, en uno de mis cumpleaños, debe haber sido el ocho o el nueve, le pedí a mi mamá que me regalara libros sobre la mitología griega. Ella, sin pestañear siquiera, fue en ese momento a una librería y compró todos los libros que encontró sobre el tema que fueran apropiados para mi edad. Ella nunca se burló, nunca me miró raro, cuando le dije que quería estudiar Literatura Dramática y Teatro su única respuesta fue: ya lo sabía. Ojalá más padres fueran como mi ma, una mujer que siempre alimentó mi creatividad, que siempre me dejó ser yo mismo, que se encargó de que, como adulto, siga creyendo en mi propia magia.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: Juego de Brujos o de Cómo un Día Pierdes la Creatividad
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Ángel Luna
ELENCO: Itzhel Razo, Ángel Luna, Mónica Bajonero y Mauricio Jiménez-Quinto.
DÓNDE: Teatro El Galeón Abraham Ocernascky dentro del Centro Cultural del Bosque.
DIRECCIÓN: Reforma y Campo Marte, detrás del Auditorio Nacional, Chapultepec.
CUANDO: Sábado y Domingo 13:00 horas. Hasta el 25 de Mayo 2025.
CUANTO: $150 adultos, $80 infancias. Aplican descuentos. Boletos en taquilla y en Boletos | DUELO DE BRUJOS O DE COMO UN DIA PIERDES LA CREATIVIDAD | Centro Cultural del Bosque
DURACIÓN: 80 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con estacionamiento.