DE LA PIEL Y SUS DESTELLOS
Para quienes desean enfrentar el adiós de sus fantasmas.
DE LA PIEL Y SUS DESTELLOS
“Mamá, ¿por qué siempre vamos con brujas?”
Papá murió dos veces. La primera vez fue cuando mamá se lo dijo. Un hecho trágico y sin posibilidad alguna de marcha atrás. La segunda, cuando en verdad dejó este plano existencial, pues mamá no había sido del todo honesta aquella primera vez. Entre brujas, hechiceras, espiritistas y una baraja española, una culebra cuida la carretera sigilosamente, los fantasmas rondan las habitaciones, y una mujer emprenderá un largo camino para encontrar la forma de decir la única palabra que la dejará en libertad: adiós.
“A mí la muerte me viene del pasado.”
En el marco del próximo cierre del Foro Shakespeare, la dramaturga y directora Conchi León escribe “De la Piel y sus Destellos”. Este poderoso melodrama lleva de la mano al espectador por un camino perfectamente diseñado para que sea capaz, al término de la obra, de enfrentar sus duelos personales en busca de una sanadora despedida de aquellos que ya no están o, como en el caso de teatro, que pronto llegarán al final de su historia.
“Deje de juzgar a los muertos y empiece a hablar con los vivos.”
La abuela, con puro en la boca, ha logrado atrapar a una culebra dentro de una cubeta, misma que habrá de convertirse en la protectora de la casa. Más adelante, una hermana que murió demasiado pronto es capaz de hacerse presente para proteger a quien ama. Rompimientos de la cuarta pared que nos recuerdan a todos que estamos en un teatro con fecha de caducidad y un delicioso tamal preparado de una manera muy peculiar que es convidado con los asistentes antes de comenzar la función. Combinando diestramente el arte de la manipulación emocional y el humor con toda una serie de rituales que incluyen una limpia y una lectura de cartas a distintos miembros del público, todo cabalmente insertado dentro de una narrativa familiar plagada de pérdidas, “De la Piel y sus Destellos” es un ejemplo más de la poderosa pluma que enarbola León, la cual claramente proveniente de sus propias vivencias y referentes. Tan potente es la dramaturgia que al final, entre amplios suspiros y lágrimas, resulta casi imposible no ofrecerle un pensamiento amoroso a quienes han partido, ya sea en privado o ante todos sobre el escenario.
“Veo muchos muertos a su alrededor.”
Un librero cubierto de tazas blancas que poco a poco se irán cubriendo de nombres, una hamaca desde donde un fantasma hablará con su hija para darle libertad, una fotografía que se quema lentamente al frente de la cara de una actriz y una brillante piel de víbora colgada sobre la pared. El montaje a cargo de la misma Conchi León es capaz de potencializar sus propias palabras, dotándolas de una cualidad tanto mística como un tanto desparpajada, elemento de humor ciertamente agradecido y necesario. A pesar de un ritmo que todavía se tiene que solidificar, “De la Piel y sus Destellos” es un gran ejemplo de la manera tan diestra con que la directora puede jugar con los espectadores a su antojo, chantajeándolos a momento incluso, para que pueda dar una precisa estocada a esa herida que aun sangra en el corazón de muchos esperando poder sanarla.
“¿Quién le dijo que los muertos tenían respuestas?”
Tras una sesión espiritista fallida, el personaje principal es confrontado por su padre muerto. Esta escena la lleva a un monólogo bello en sus palabras, contundente en su mensaje, desafortunadamente vacío en su entrega. Sonia Couoh como una anciana matriarca, una pequeña recién fallecida o una gitana demuestra su enorme capacidad para crear personajes a través de tocar fibras íntimas en su ser para entregar una actuación cargada de honestidad. Por su parte, Conchi León es evidentemente sincera a la hora de invocar espíritus, explicar anécdotas de su amado Yucatán o al invitar a los asistentes a participar en un conmovedor ritual final. Sin embargo, “De la Piel y sus Destellos” no alcanza el impacto que tanto merece debido a una actuación formal, basada en la forma y no en el fondo, por parte de Itari Marta quien no alcanza a proyectar emociones verdaderas sobre el escenario en contraste de sus otras compañeras. Será a partir de que Marta consiga dolerse en verdad, se dé el permiso necesario para romper la coraza que protege sus propias heridas y muestre verdadera vulnerabilidad que sus palabras alcancen a golpear con toda su fuerza.
“Despídase y viva.”
A mis 44 años son muchas personas a las que les he tenido que decir adiós a manos de la muerte. Mi padre, mi mentora, mi amada Maru las más dolorosas de todas. Sus fotos se encuentran frente a mí en este momento y al mirarlas mis ojos se nublan un poco mientras pienso en cada uno de ellos. Yo sé que debería escribir sus nombres en una taza blanca y liberarme, quizás sería más feliz si lo hiciera. Aun no estoy listo para hacerlo… todavía no. Quizás nunca lo esté. Los extraño, los extraño mucho todos los días.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “De la Piel y sus Destellos”
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Conchi León
ACTÚAN: Conchi León, Itari Marta y Sonia Couoh.
DÓNDE: Espacio Urgente 2 dentro del Foro Shakespeare.
DIRECCIÓN: Zamora 7, Colonia Condesa. A dos cuadras de Metro Chapultepec.
CUÁNDO: Lunes y Martes 20:45 hrs. Hasta el 25 de Septiembre.
COSTO: $300 entrada general. Boletos en taquilla y ticketmaster.
DURACIÓN: 120 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.
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