Para quienes desean adentrarse al podridamente ambicioso mundo de la cinematografía.

CODICIA

“¿Cómo verías que Doug Brown cambiara de banqueta para hacer una película con nosotros?”

Tras años de trabajar en los escalones más bajos de industria hollywoodense, por fin ha llegado la oportunidad de oro para Charlie. ¡La estrella de cine Doug Brown está interesado en hacer el guion que él ha descubierto! Lo único que falta es que su jefe, el director de producción Bobby Gould, concrete una cita con el jefe del estudio antes del día de mañana a las 10 am para que el proyecto quede aprobado. Nada podría fallar. Claro que nadie podría haber anticipado que los efectos apocalípticos de la radiación, envueltos en un seductor vestido rojo, podrían interferir con los planes de todos.

“La rueda de la fortuna ha girado.”

David Mamet, uno de los dramaturgos estadounidenses contemporáneos de mayor reconocimiento a nivel mundial, presentó en 1988 en Broadway una aguda e incisiva mirada al corruptor ambiente de Hollywood en su obra Speed the Plow, nombrada “Codicia” bajo la apta traducción de Otto Minera. En ella, la ambición muestra sus afilados colmillos en una lucha de poder entre un recién promovido director de producción, su secretaria y el hombre que ha trabajado debajo de él durante años en un intento de dar luz verde a un proyecto fílmico, ya sea basado en un guion a prueba de balas o en un libro que claramente no tiene la menor esperanza de ser adaptado con éxito, pero que viene envuelto en las mieles de la lujuria. El resultado es una obra que le mereció al escritor de obras tan importantes como Glengarry Glen Ross y American Buffalo una nominación al premio Tony por su precisa manera de retratar la ambición dentro de la industria de cine norteamericana, al mismo tiempo que ofrece una mirada crítica a la ineptitud de la gente en puestos de poder, así como al arte de la manipulación en aras de conseguir el tan elusivo sueño americano.

“Mi amigo está trepando de categoría.”

Una apuesta por llevar a la secretaria suplente a la cama, un proyecto que podría cambiarle la vida a todos los involucrados, una mujer con una clara meta y sin ninguna traba por hacer lo que sea con tal de verla realizada. Desde la manera misógina en que las mujeres son tratadas en Hollywood, hasta el uso del sexo como moneda de cambio, “Codicia” es una dramaturgia tan relevante en pleno 2019 como lo fue hace más de 30 años en su estreno. Ciertamente, resulta difícil escuchar ciertos comentarios en voz de los personajes masculinos en una época donde los feminicidios son cosa de todos los días, más la realidad se debe de confrontar de cara, sin miedo, hecho que realiza el autor con clara maestría.

“Lo que tú hiciste fue una lectura de cortesía.”

Una oficina en plena remodelación que en un simple girar se convierte en la sala del departamento de Bob; tensión dramática generada a partir de un ritmo que permite que los diálogos fluyan de manera ágil y violenta; una propuesta de montaje lineal y conservadora para una obra de estructura clásica en su narrativa. La dirección de “Codicia” a cargo del argentino Daniel Veronese, responsable en México de montajes como ¿Quién Teme a Virginia Woolf? y Bajo Terapia, cumple con el cometido de presentar la obra de Mamet sin mayor parafernalia, permitiendo que sea le texto el que lleve la carga dramática, con un montaje limpio y exitoso que cumple con el cometido primario del teatro de entretener. Apoyado por un buen trabajo de escenografía e iluminación a cargo de Félix Arroyo, Veronese no arriesga, más no falla, en una puesta en escena digna del trabajo de Mamet.

“No hay nada de malo en mantenerse ingenuo.”

Tras una noche que sólo podría describirse como intensa, Bobby ha tomado una decisión que lanza a Charlie en un franco ataque de furia. Entre patadas al mobiliario y amenazas de muerte, Charlie pide el poder hacerle una pregunta a la viperina secretaria Karen. Ella, con una amenazante sonrisa en la cara, enfrenta al ambicioso achichincle convencida de haber alcanzado su cometido ante la incrédula mirada de Bob. El montaje de “Codicia” encuentra su terreno más firme en las actuaciones de Arturo Barba como el fácilmente manipulable director de producción, Adrián Vázquez en el papel del intenso Charlie y de Ximena Romo interpretando a la ambiciosa Karen. Cada uno de los participantes, desde un punto de partida realista, construye sus personajes de manera sólida, resaltando el trabajo de Vázquez quien consigue imprimirle una pasión desbocada a su lectura de Charlie imprimiendo una necesaria fuerza a la puesta en escena. Igualmente importante de resaltar es el trabajo de Ximena Romo quien demuestra nuevas capacidades histriónicas tras su desempeño en la obra Dogville el año pasado.

“Este trabajo te corrompe.”

El mundo del teatro, igual que el del cine, ya sea en Estados Unidos o en México, está plagado de sueños de grandeza impulsados por un hambre feroz de alcanzar el éxito a cualquier precio. Esta fórmula perfecta para despertar un lado oscuro del ser humano es el que ha permitido que una multitud de mujeres hayan sido víctimas de acoso sexual por depredadores incapaces de distinguir entre brindarle una oportunidad a una persona con talento o vulnerarla de forma irreparable. Claro que en el caso de Mamet, Karen no es ninguna víctima, no se dibuja a una frágil e inocente paloma. No obstante, eso no es una puerta abierta para apostar sobre la capacidad de llevar a la cama a una mujer por un billete de 500. Ni una más.

 DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Codicia”

DRAMATURGIA: David Mamet

TRADUCCIÓN: Otto Minera

DIRECCIÓN: Daniel Veronesse

ACTÚAN: Arturo Barba, Adrián Vázquez y Ximena Romo.

DÓNDE: Telón de Asfalto

DIRECCIÓN: Perpetua 4, San José Insurgentes.

CUÁNDO: Viernes 20:30, Sábado 18:00 y 20:00, Domingo 17:00 y 19:00 horas. Hasta el 20 de Octubre 2019.

COSTO: $450. Boletos en taquilla o www.ticketmaster.com.mx

DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking.