CALDITO DE POLLO PARA RECORDAR

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Majo Alanís

¿Cómo vivimos las ausencias? ¿Cómo llenar el vacío que deja una pérdida? El duelo por una persona querida o de una identidad que se transforma. Lola, receta para cocinar una despedida es una experiencia escénica in situ, donde la familia Barreto Covarrubias recibió al público para compartir recuerdos de Lola, la abuela de Tanya, mientras cocinaron su receta especial.

Debido a la cantidad de asistentes para la presentación en la 44 MNT en el patio de la Casa de la Cultura de Baja California Sur, se optó por crear dos espacios desde dónde mirar la obra: uno próximo, el comedor de la casa de los anfitriones, con una mesa larga y sillas de madera, y otro distante, alrededor, formado por tres cuerpos de sillas para el resto de la audiencia.

Cristóbal, Tanya, Mar (12 años) y Constanza (8 años) construyeron un ambiente íntimo. Hicieron sentir a quienes estuvimos a la mesa como si fuéramos familia invitada a comer y compartir, con ademanes y expresiones propios de quienes se conocen de muchos años. Escuchamos anécdotas de los primos, las tías, los hijos, que ayudaron a involucrarnos en la experiencia, mientras Tanya y Cristóbal reunieron los ingredientes para un caldito de pollo, remedio de Lola para curar las ausencias.

Durante la preparación de la comida la familia fue tejiendo momentos cotidianos, interferidos por acciones, a manera de rompimientos de la dinámica del encuentro, que brindaron una atmósfera más cercana. Destacó la coreografía realizada por Tanya y Cristobal sobre la mesa, en la colocación del mantel. Con la ayuda de Mar y Constanza pusieron flores, vasijas, platos, cucharas y servilletas bordadas con frases entrañables sobre las ausencias. Cristóbal acompañó con la guitarra la danza ejecutada por Tanya mientras cortaba la cebolla.

El convivio avanzó intensificando la sensación de proximidad. Poco a poco se fueron desarrollando situaciones más complejas de la relación intrafamiliar: momentos de catarsis, reflexiones personales y conflictos en torno de las pérdidas. Tanya habló sobre la imposibilidad de quejarse por ser madre y la manera en la que ha sido encasillada en ese rol que le impide llorar… de cómo la m de madre sustituyó la m de mujer. Con ayuda de un barco de papel, Mar compartió la fotografía del El Capitán, su padre biológico ausente por desaparición forzada. Constanza insistió con desespero en ser escuchada: ¿Cuándo llegará Lola? Cristóbal se desgarró y, en un acto performativo debajo de la mesa, lanzó a voz en cuello un reclamo, un símbolo para entender la auto-represión emocional que implica ser el sostén de la familia.

Para crear un momento de compartencia y escucha, Tanya animó a quienes estuvimos a la mesa a recordar a nuestras abuelas y abuelos, y compartir algún recuerdo de ellxs. Hacia el final se sirivó el humeante caldo. El gran acierto de la propuesta fue crear un espacio de convivencia y recrear un entorno familiar, que se dejó ver en la confianza que algunxs asistentes tuvieron para externar sus vivencias personales.

¿Cómo convivir con las ausencias de nuestra historia común, con la desaparición de activistas, periodistas y defensorxs de la tierra que dejaron un vacío en la silla del comedor familiar? Vivimos en un país de ausencias que nos marcan. Compartir con la familia y amistades la mesa y los retos comunes es un recurso para encontrar la fuerza necesaria para sostenernos ante los dolorosos vacíos.

Ficha técnica

Compañía: Radio Gorila

Dramaturgia: Cristóbal Barreto

Dirección: Tanya Covarrubias

Elenco: Tanya Covarrubias Martínez, Cristóbal Barreto Heredia, Mar Barreto Covarrubias y Constanza Barreto Covarrubias

Producción, escenografía e iluminación: Sara Flores

Vestuario: Purpureo by Andrea Malva

Diseño de imagen: Abril Márquez y Geo Ortiz

Bordados: Victoria Padilla

Edición sonora: Julio del Toro

Asesoría escénica: Cristian David y Claudio Valdés Kuri

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