Para quienes entienden que jugar es la mejor manera de preservar la memoria.

APRENDER Y OLVIDAR

“Este abuelo se convirtió en un olvidadizo profesional.”

Como al abuelo se le olvidan cada vez más las cosas, es momento de empacar todas sus pertenencias en cajas y que se mude a vivir a un lugar donde estará mejor cuidado. Sin embargo, antes de que eso suceda, y en compañía de su muy juguetona nieta Eva, el abuelo se pondrá una última vez su sombrero y su chaleco, escribirá el nombre de un ave que vuela al revés, y nadará por las aguas de su memoria. En este puente entre dos generaciones, en medio de un río tendido por todos los niños del lugar, un barquito de papel es todo lo que se necesita para crear recuerdos que tal vez mañana ya no estarán en el anciano pero que vivirán para siempre en la niña.

“Abuelo, ¿estás listo para viajar al infinito?”

El inicio de la memoria y el final de ella, un abuelo con Alzheimer y su pequeña nieta ávida de descubrir todo lo que el mundo pueda ofrecer. La dramaturga y directora Amaranta Leyva desarrolla la obra de títeres “Aprender y Olvidar” a partir de observar la dinámica entre su hija y su padre Lucio Espíndola (QEPD), fundador y la compañía Marionetas de la Esquina. En colaboración con la dramaturga canadiense Kim Selody construyeron una obra de teatro que podía ser actuada por alguien que no necesitara aprenderse diálogos, que no requiriera de ensayos, que pudiera subirse al escenario a pesar de tener demencia o Alzheimer. Fue así como este gran hombre de teatro pudo volver a actuar, interactuar con los títeres que tanto inspiraron su vida, y dignificar la vida de personas cuyos recuerdos pueden desvanecerse con el mero paso de las olas del mar.

“Si sólo dices tu nombre, se olvida.”

El escenario está plagado de cajas de cartón apiladas que supuestamente albergan las pertenencias del abuelo. Sobre cada una de ellas se proyecta un número del uno al quince. A pesar de que su hermanito claramente le dijo que no lo hiciera, Eva convence al abuelo de que abran algunas de ellas. El problema es que cuando están a punto de hacerlo los números desaparecen y juntos deben tratar de recordar cuál caja tenía qué número, problema que será resuelto con ayuda de los niños entre las butacas. La construcción narrativa de “Aprender y Olvidar” es una delicada combinación agridulce que provoca enormes sonrisas, a momentos incluso carcajadas, al mismo tiempo que estruja y acaricia el corazón. Ya sea con el abuelo viendo la fotografía de él y su hermana en la playa cuando eran niños, jugando a preparar comidita, pero olvidando apagar la estufa, o meramente viendo a la pantalla de un celular donde se almacenan los recuerdos de toda una vida, la obra es una travesía a través del proceso del olvido, así como una enorme invitación a siempre jugar, no importa la edad que uno tenga, a siempre dejarse llevar por la inocencia de los niños, a construir un río con una gran sábana donde todos los barquitos de papel que los pequeños entre la audiencia han ayudado a construir.

“¿Quieres ir a la Isla de las Mariposas?”

Eva le pide a su abuelo jugar con algunas hojas de papel, primero escribiendo su nombre, luego haciendo mariposas que se convertirán en barquitos. Ya sea sentados al frente del escenario, armando las figuras de papel con ayuda de varios miembros del elenco, o gritando números en cajas o de vasos sobre una mesa, los pequeños entre el público van participando en varias de las dinámicas, compenetrándose cada vez más con el personaje del abuelo. Cuando los recuerdos de la hermana del abuelo llegan a su mente, un enorme mar se levanta al fondo del escenario en el que los dos hermanos jóvenes nadan entre las olas, una con destreza el otro con miedo. “Aprender y Olvidar” es teatro de títeres que apela tanto a niños como adultos, tanto en su historia como en su propuesta escénica. Bajo la dirección de los también interpretes Amaranta Leyva y Jonathan Daí, la obra es una bella muestra del trabajo que realizan con títeres y su manipulación, así como un poderoso ejemplo en la manera de hacer que los niños participen y dialoguen con la escena. Apoyado por la escenografía e iluminación de Gabirel Pascal, el uso de multimedia de Emiliano Leyva y la música original de Rodrigo Flores López, el montaje deslumbra con unas mariposas volando por todo el espacio, despierta la imaginación y crea un sentido de urgencia con una estufa en la que se está quemando la comida, crea magia que arranca sonrisas y una que otra lágrima con el simple hecho de abrir de par en par una puerta blanca.

“Hay que contar y contar y contar la historia de nuestro abuelo para que no se nos olvide jamás.”

Eva y el abuelo van a cocinar. En la imaginación, ellos deciden que van a preparar un caldo de pollo. Mientras que la sopa se calienta en la estufa que ha aparecido en una de las cajas, ellos ponen la mesa, dinámica que se convierte en un juego con todes les niñes que están en las butacas. De repente, comienza a salir humo de la estufa, un incendio podría comenzar, y una de las reacciones naturales del abuelo es proteger a su nieta con un amoroso abrazo mientras observa con terror el accidente. A manera de homenaje para Lucio Espíndola, y a manera de que la esencia de la obra se mantenga, “Aprender y Olvidar” cuenta con actores y actrices invitadas en cada función para interpretar al abuelo. Sin libreto previo, sin ensayos, sin el menor requerimiento de la memoria, los actores de número de la Compañía Nacional de Teatro participan en el montaje para vivir una experiencia mágica y lúdica a lado de la misma Amaranta Leyva y Jonathan Daí, quienes dan vida a los títeres de los nietos con precisión técnica y evidente técnica actoral. La función que tuve la fortuna de presenciar fue con Luisa Huertas quien puso todo su talento al servicio de la obra, provocando enormes carcajadas y muchísimas lágrimas entre los adultos. Ya sea haciendo poses para ir al infinito o viendo con amor la fotografía de su ya muerta hermana, Huertas demuestra el por qué es considerada una de las más grandes actrices en el país. A lo largo de la temporada se contará con la presencia de Ana Ofelia Murguía, Angelina Peláez, Óscar Narváez, Martha Verduzco, Julieta Egurrola y Gastón Melo.

“Voy a contar la historia de un abuelo… de mi abuelo.”

Mi abuela se llamaba Irma y sufrió de Alzheimer. Fue la primera mujer piloto comercial en volar un avión en México y al final de sus días no recordaba que el lugar donde estaba era su propia casa. A partir de haber convivido con mi amada abuela durante su proceso de pérdida de memoria es que yo atesoro la mía, cada recuerdo que guardo en mi mente y que ahora sé que se podría desvanecer en cualquier momento. “Aprender y Olvidar” es el homenaje que Amaranta Leyva ha creado para su padre, esta crítica yo se la dedico con todo mi amor a aquella mujer que espero en Dios jamás olvidar. Te amo abue, te amo Gima, tu nieto siempre honra tu memoria.

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Aprender y Olvidar

IDEA ORIGINAL: Amaranta Leyva y Kim Selody.

DIRECCIÓN: Amaranta Leyva y Jonathan Daí.

ELENCO: Amaranta Leyva, Jonathan Daí, Humberto Camacho y Yenizel Crespo.

INVITADOS ESPECIALES: Ana Ofelia Murguía, Angelina Peláez, Óscar Narváez, Martha Verduzco, Luisa Huertas, Julieta Egurrola y Gastón Melo. (alternando funciones)

DÓNDE: Centro Cultural La Titería

DIRECCIÓN: Vicente Guerrero 7, Del Carmen Coyoacán.

CUÁNDO: Martes y Miércoles 13:00 horas hasta el 12 de Abril 2023; Sábado y Domingo a las 13:00 horas hasta el 23 de Abril 2023.

COSTO: $300, $250, $200 y $150. Boletos en taquilla o en La Titería de Marionetas de la Esquina – Boletópolis (boletopolis.com)

DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.