FOTOGRAFÍAS: PRODUCCIÓN
AMORATADOS
Para quienes se quieren reír de sus propias ataduras emocionales.
AMORATADOS
17 cuadros escénicos, 5 actores, 35 personajes, un escenario y un hilo conductor: Las relaciones humanas vistas bajo un cristal que nos otorga un sinfín de sentimientos universales: amor, desamor, deseos, miedos, inseguridades, traición, celos y alegrías.
¿Quién no ha sido presa de un ataque de celos? ¿De no decir lo que realmente sientes, por temor a salir lastimado? ¿De no saber si reír o llorar? ¿Quedarse y soportar lo que sea o salir corriendo en dirección opuesta? ¿Traicionar tus ideales por el amor?
«Dejé de salir por miedo a encontrarme con mis amigas, para no enfrentarlas con tu comportamiento.»Mujeres, hombres, novias, madres, hijas, ex novios, amantes, suegras, homosexuales, todos seres humanos observados en 110 minutos, proyectando distintas situaciones que son claramente identificables con el cotidiano de cualquiera de los asistentes.
La nueva puesta en escena fue ajustada por el escritor Víctor Salinas brindándole un toque de modernidad haciendo referencia a los chistes locales de actualidad. La propia escenografía y el uso de la tecnología en las pantallas del escenario, se convierten en un actor adicional que nos permite conocer un poco más de algunos personajes desempeñándose como esa voz interna o conciencia que en muchas ocasiones son mucho más sinceros en sus sentimientos que lo que realmente se expresa verbalmente.
«De que voy a ser madre, ¡voy a ser madre!»La dirección escénica que César Ortiz de Pinedo le imprimió hizo que el desempeño histriónico de los actores, se vea catapultado para dar vida entre escena y escena a personajes tan conocidos y cotidianos, disímbolos y totalmente desasociados unos de otros: La madre con el eterno deseo de mantenerse joven y atractiva; los novios que se reencuentran; el mirrey “ bon vivant” que vive a expensas de su madre; la mujer decidida a cumplir sus deseos maternales; la suegra de alta alcurnia y la nuera de cuna humilde; el gay neosoltero así como la pareja homosexual son algunos de los protagonistas con los que uno se topará e identificará, conforme la obra va evolucionando.
«¡Se dice boluda, no pelotuda, pendejo!»Sin duda fue una grata experiencia ver el desempeño de Alma Cero, destacando notablemente su creación de la suegra, esa mujer deleznable por naturaleza en cuanto a su retoño se refiere, pero impasible ante la novia, generando empatía con el público por lo que a fuerza ha sido impuesto, aun cuando se mantiene íntegra buscando la ocasión de clavar su certero y ponzoñoso comentario.
El resto del elenco para esta puesta en escena proyecta una química de cohesión que seguramente, con las consabidas corridas a media temporada, eliminarán aquellos momentos acartonados o estereotipos exacerbados, para proyectar al auditorio con mucha más soltura que en escena se encuentra un extranjero o un homosexual.
Es importante destacar que los diálogos de los artistas son a voz natural, ninguno trae micrófono que amplifique o regule el sonido, por lo que en ocasiones, y por el propio movimiento escénico, se llegan a perder algunas palabras o frases. Aunado a esto el ruido, ambiental del servicio de bebidas y alimentos llega en ocasiones a ser un distractor que ensombrece la obra.
«Eso de llamarte primero a tí que a mí, que soy su madre.»Situaciones reales, maquilladas de farsa y sazonadas de humor negro te transportarán al mundo contemporáneo, una obra ligera y cándida que se disfrutará más en compañía, para la posterior tertulia y comentar quien se veía buenísima o buenísimo en tal o cual escena, o recordar que a “Juanpa” le pasó lo mismo o que si la “Chepis” tenía la misma obsesión…
Finalmente nadie queda libre de estar atado de una u otra forma a alguna de estas mini anécdotas.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
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