AGOTADOS
Para quienes desean divertirse con las locuras que suceden en el corazón del restaurante más exclusivo de México.
AGOTADOS
“Reservaciones, ¿me permite un segundo por favor?”
Hoy, como todos los días, no hay una sola mesa disponible en Le Mexique, el más afamado restaurant de comida fusión franco-mexicana especializada en cocina molecular. Claro que eso no es impedimento alguno para que la casi histérica señora Domit, la aparentemente amable señora Aramburuzabala o el asistente de la mismísima Martha Debayle llamen a reservaciones esperando cenar esa misma noche en el lugar y, por supuesto, en la mesa 17. La satisfacción culinaria de los ricos y famosos de esta ciudad dependen de sólo una persona quien, a pesar de ser la persona más poderosa del mundo de acuerdo a un miembro de la lista negra, siente como su paciencia es cada vez menor ya que los malditos teléfonos sencillamente se niegan a dejar de sonar.
“Tengo sobrecupo de 24 personas.”
El detrás de cámaras de un restaurant de lujo, junto con todas las psicopatías que habitan a quienes trabajan ahí, así como una ácida y filosa mirada al sector poblacional más pudiente del país capaz de gastar $6,000 pesos por una comida, es parte de “Agotados”, monólogo escrito por los dramaturgos estadounidenses Becky Mode y Mark Setlock. Un chef intoxicado por su propio éxito, una señora de la tercera edad con varios reclamos por hacer, un papá que sólo quiere pasar tiempo con su hijo y una adinerada dama que no puede dejarle de gritar a la servidumbre son parte de este disfuncional y muy divertido universo donde una multitud de personajes aparecen a través de las líneas de comunicación en la oficina de reservaciones del establecimiento. Todos ellos interpretadas por un único actor quien da adicionalmente da vida a Sam, un aspirante actor y el encargado de resolver la imposible agenda del restaurant. El resultado es cómico sin duda, profundamente patético y lamentable igualmente al evidenciar de manera clara, precisa y casi caricaturesca la manera en que el 1% de la población es capaz de tratar a un miembro del 99% menos favorecido económicamente.
“¿Sabes que tan VIP es la señora Arambuzavala?”
El teléfono suena una vez más. Gigi, el muy amanerado asistente de Martha Debayle, pide de manera amable pero inexorable a Sam que haga una reservación para la celebridad VIP en la mesa 17 para 15 personas. Entre las peticiones especiales solicitadas se pide que no se sirvan legumbres, que el menú sea absolutamente macrobiótico y que nadie se atreva a hacer contacto visual con la tan importante empresaria. Uno de los puntos más destacables en “Agotados” se encuentra en la precisa adaptación que realiza el también director Joserra Zúñiga. Demostrando un claro entendimiento de la cultura pop y la socialité mexicana, Zúñiga se deleita con toda una gama de guiños, algunos más obvios que otros, algunos más críticos y ácidos que otros, sobre personalidades reales que habitan esta metrópoli. De tal manera, Adela Micha, Luis Gerardo Méndez y Diego Luna son mencionados junto con personajes quizás menos reconocibles por algunos, pero que han destacado las páginas de revistas como Quién o Caras o que son miembros de la elite política de México. El resultado es un fortalecimiento de la comedia ya inherente en el material original, así como una conexión mucho más directa con el público quien no puede evitar reír con menciones auto referenciales a celebridades de YouTube, HBO o a la industria teatral mexicana. Esto igualmente ayuda a que la anécdota pequeña de la obra, así como el estancamiento narrativo que se encuentra hacia la parte final de la obra se aligere y se cargue de mayor humor.
“Cuando te pido que me pases todas las llamadas, no significa que me pases todas las llamadas.”
El teléfono suena de nueva cuenta. Al contestar, Sam se convierte en un misterioso potencial cliente de voz profunda que no está dispuesto a recibir una respuesta negativa a su petición de una mesa. Al mismo tiempo, la luz de la diminuta oficina de reservaciones de oscurece, como si la mera voz del interlocutor tuviera la capacidad de absorber toda alegría del lugar. La dirección de Joserra Zúñiga, responsable de montajes pasados como Quiero Volverme Supernova como dramaturgo y Las Noches con Monina Mistral, como director, se enfoca primordialmente en que la acción fluya de manera ágil y divertida, teniendo mucho cuidado en respetar la comedia del texto, en ningún momento llevándola a la exageración más propia de la farsa. Ciertamente, resulta desconcertante la decisión escenográfica de recortar el escenario a la mitad, para la construcción de la oficina de Sam en tan sólo la parte central del lugar, como si la obra se estuviera presentando en un espacio mucho más pequeño que el que es. No obstante, la isóptica para los espectadores no se ve afectada por esta elección por parte del director y del escenógrafo Juan José Tagle, responsable también de la iluminación. Por su parte, el trabajo de diseño de audio por Fernando Sisniega es uno de los elementos técnicos más destacables de la puesta en escena, uno que permite recrear la asfixiante atmósfera de interminables teléfonos, intercomunicadores y celulares sonando al mismo tiempo.
“¿Seis mil pesos por nitro gallinas?”
Como toda la mañana, el teléfono suena una vez más. Con amabilidad, pero un claro tono autoritario, la Señora Aramburuzabala deja en claro sus requerimientos para poder cenar esa noche en el restaurante con su amiga Adela Micha. Más adelante, la muy majadera e histérica Rojo de la Vega llamará una y otra vez demandando hablar con el capitán del lugar, mismo que en su flemático acento francés se negará a contestar. Un amable padre, un alzado amigo competitivo, un amanerado asistente y un prepotente chef son parte de la multiplicidad de personajes que Chumel Torres, quien alterna funciones con Paola Gómez y Alan Estrada, interpreta a lo largo de los 90 minutos que dura “Agotados”. Lejos de buscar hacerse gracioso, crear caricaturas o meramente exagerar haciendo voces, el afamado influencer demuestra sus capacidades como actor en un trabajo comprometido, sumamente ingenioso y chistoso pero, sobre todo, lleno de respeto por el escenario que está pisando como histrión por primera vez en su carrera. Cada uno de los personajes ha sido delineado con claridad por Torres y Zúñiga, se le ha inyectado personalidad y el resultado es una ovación al final del montaje que recibe un verdadero actor agotado por haber entregado su alma a su obra.
“No pienso colgarte este teléfono.”
Vivimos en un país polarizado, hoy más que nunca, donde los afluentes y poderosos viven en una realidad de verdadera opulencia mientras que un enorme sector poblacional no puede ni siquiera generar el dinero suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Mientras que en Polanco hay restaurantes como Le Mexique con su interminable lista de espera para poder tener una mesa, en cientos de otras colonias la pobreza impera. “Agotados” es un trabajo sumamente divertido, pero también es una poderosa invitación a reflexionar sobre la tela de la que está hecha nuestra sociedad, una que el presidente se ha encargado de polarizar aun más con motes como Chairos y Fifis.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Agotados”
DRAMATURGIA: Basada en los personajes creados por Becky Mode y Mark Setlock
TRADUCCIÓN, ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN: Joserra Zúñiga
ACTÚAN: Chumel Torres, Paola Gómez y Alan Estrada (alternando funciones).
DÓNDE: Nuevo Teatro Silvia Pinal.
DIRECCIÓN: Versalles 27, Colonia Juárez.
CUÁNDO: Viernes 20:45, Sábado 18:30 y 20:30, y Domingo 18:00 horas.
COSTO: $470. Boletos en taquilla y en https://lateatreria.boletosenlinea.events/eventperformances.asp?evt=205
DURACIÓN: 100 minutos con un intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking.