Jodidxs. Apuesta por una teatralidad no realista: Entrevista con Anacarsis Ramos y Erik Gutiérrez Otto
Alejandra Serrano
La compañía Pornotráfico presentará en la 44 Muestra Nacional de Teatro su segunda obra como agrupación. Jodidxs, la cual surge de “un laboratorio de un año con actrices y actores con la intención de crear un mundo ficcional con una lógica propia radical, neurodivergente y queer que desafía, desde los recursos de la teatralidad, las lógicas y formas de representación binarias y capacitistas del mundo capitalista”, mencionan en la carpeta del proyecto. En entrevista Anacarsis Ramos, director de la puesta en escena comentó: El texto había tenido un proceso en sí mismo, era mucho más corto, era un diario que realicé durante pandemia como un diario de depresión en algún momento, con algunas pequeñas búsquedas formales en el propio texto. Luego había esta inquietud del grupo por realizar una obra con una estética propia en muchos sentidos y esto implicaba que no queríamos recurrir a ciertos referentes estéticos que ya teníamos, sino que los íbamos a encontrar a partir de la exploración. Siento que nos lanzamos con cierta inocencia a decir “vamos a darle hasta que esté”.
La compañía acaba de cumplir 4 años y, a decir de Erik Gutiérrez Otto, es joven tanto en su creación como en sus integrantes, pues todos son menores de 30 años y continúan en el proceso de encontrar sus formas de organización: hemos ido descubriendo, sobre la marcha requerimientos de producción y especificidades técnicas. Demandas a nivel gestión que ciertamente desconocíamos como agrupación, creo que también como creadores, cada une de nosotres.
Pornotráfico nace en 2020 con una primera obra que se llamó Zombis comunistas que hicimos una versión webinar y en un principio nace con Michelle Menéndez y yo —cuenta Anacarsis Ramos—, pero de alguna manera Jodidxs es la primera obra que tiene al equipo completo, que somos siete que colaboramos en esta pieza.
Sobre su participación en la Muestra, Anacarsis comentó: Todas las convocatorias en el presente en el que estamos implica una inversión decisiva de parte del grupo, pensando que esto pueda tener un beneficio que no los vamos a ver directamente en la Muestra sino una apuesta más a largo plazo. Con lo que nos da la Muestra no podemos pagar esa función. Nosotros tenemos que invertir dinero e invertir una gestión, entonces sí era una decisión a pensarse. Al final lo que nos importa es entender la Muestra como un espacio de venta de proyectos y estamos haciendo labores de gestión para organizarnos y que no sea solo la presentación sino sobre todo la exposición del trabajo de la compañía con programadores.
Por su parte, Otto menciona que él insistió en sí participar en la convocatoria, pues le parece que un espacio como la Muestra necesita que existan estas propuestas para estirar la liga colectivamente y poder pensar otras posibilidades de concebir la escena […] Aunque Jodidxs opera en el código de la obra de teatro, de alguna manera en su dramaturgia, su dirección e incluso en su actoralidad se sale, juega en terrenos que están más cerca de lo performativo, de la danza, de la interdisciplina. El realismo no es solo una categoría dramatúrgica sino una concepción del universo, una manera de estructurarlo, siento que me hacen falta en general piezas que den muestra de otras posibilidades de entender nuestras realidades, de configurar el imaginario colectivo. En Jodidxs, específicamente, he logrado poner en cuestión una investigación propia sobre el género y esto no tiene cabida en el realismo. Se han escrito personajes de la diversidad sexual, pero siempre a través de un crisol que está determinado por una concepción del mundo blanca heterosexual cisgénero y en Jodidxs me parece que ponemos un pie fuera de eso, logra poner un pie fuera del realismo.
[…] Personalmente diría que el hecho que ocupemos esos espacios hoy (espacios institucionales y en convocatorias) poco tiene que ver con la recepción del público y mucho de suerte y de labor de gestión, francamente. Pero en cuanto a recepción del público, la verdad se ha logrado entablar un diálogo directo con un sector poblacional al que de alguna manera pertenecemos y al mismo tiempo no, que es el de las personas que no se dedican a las artes escénicas y que son tan jóvenes o más que quienes integramos la compañía. Hay un interés genuino de muchas personas por la manera en que abordamos la escena o en la que ponemos en cuestión ciertos tópicos en el montaje […] Pienso que durante la obra suceden muchas cosas que se disfrutan si tienes el referente teatral específico pero que no son lo que importa en la construcción de la escena.
Lo más gratificante es que hemos llegado mucho al público que no es de teatro—continua Anacarsis—, claro tenemos mucho público de teatro, pero [también] jóvenes que no son directamente de teatro y eso ha sido en un esfuerzo publicitario y de cómo nos relacionamos, pero ha tenido mucha resonancia. Además, por cómo se han armado los equipos y las búsquedas del grupo se ha ido fortaleciendo cada vez más una relación con las artes visuales, el arte contemporáneo y la danza y eso también nos ha dado cierta libertad porque cada vez tenemos menos aprensión de tener que dialogar con la tradición teatral o con ciertos eslabones de ascenso teatral y que aun así [la obra] tiene visibilidad y dialoga.
La obra tiene muchas capas de lectura, en principio hay una cualidad emocional atravesada por este sentimiento de precariedad, que muchos espectadores podrían tener y que apela directamente a una emoción que podría ser incluso de rechazo. A partir de ahí planteamos muchas otras capas de lectura que cada quien, según sus referentes, podría ir cachando; desde tener Bob Esponja, luego entablamos un diálogo con Los días felices de Beckett, que es una obra muy específica y luego más a lo local, lo que fue La Madriguera de Villarreal, este espacio que es hípermarginal, y no, significó algo en algún momento pero ya está olvidado completamente, y bueno Sara Kane y Mark Ravenhill. De alguna manera todo está atravesado por cierto sentimiento de precariedad y la postura que uno toma con eso y ciertos artistas que pasaron por ahí, pero al mismo tiempo tiene esta capa muy emocional que puede ser accesible casi a cualquier persona.
Creo que sí se inscribe en la tradición teatral y por eso era importante que estuviera [en la Muestra], con los jóvenes, con gente que a lo mejor se enfrenta con lo que le dijeron que no es teatro. Jodidxs es una obra muy vieja en muchos sentidos, aunque es muy joven. Todas las tradiciones a las que apela son muy viejas. En realidad, es un conjunto de referentes que ya se hacían hace 20 años. Es una puesta en presente de ciertos referentes, pero la obra en realidad es muy clásica, hace un puente con la línea de las vanguardias. Al final la obra tiene mucho amor por el teatro, es muy pesimista en ciertos sentidos pero al mismo tiempo es muy emocional y hasta cursi con la postura que tiene con el teatro, como este lugar donde se crean comunidades que no se sabe muy bien para qué sirven, pero al menos genera compañía y al final sí termina siendo una apuesta y una celebración del teatro, de un tipo de teatro.
El miércoles 13 de noviembre a las 21:00 hora en el Teatro de la Ciudad de La Paz, BCS, se presentará la función de Jodidxs, en el marco de la 44 Muestra Nacional de Teatro.