Boca Ostra: Diario de mi lengua roca, gorgonas y sirenas para empoderarse ante el abuso: Entrevista con Katlin Arce
Mauro Marines
Medusa era una sacerdotisa de Atenea; Ariel, la Sirenita, una princesa de los Siete Mares. La primera fue violada por el dios Poseidón y por ello castigada, maldita, condenada a esa mirada pétrea y cabello de serpientes, y la segunda se enamoró de un príncipe humano y sacrificó su voz y su cuerpo para poder estar con él.
Ambas figuras son para la creadora escénica Katlin Arce ejemplos de cómo las mujeres se enfrentan a distintos tipos de violencia y en el unipersonal Boca ostra: Diario de mi lengua roca los emplea para relacionarse con su propio pasado, la nostalgia, el abuso y encontrar la plenitud al rearmarse tras este viaje:
Yo quería expresar esta injusticia de las mujeres [a las] que nos acosan o abusan y siempre eres tú la culpable, la castigada […] Encontré en la pandemia juguetes en la casa de mis padres, que mi mamá me guarda y me guardó por todo este tiempo. Descubrí mi diario, que decía que a diario veía La Sirenita y me resonó esa parte que quiere pertenecer al mundo que la rodea y por eso cambia su cola de pez y su voz para ser humana, para tener pies e irse con el príncipe.
En Medusa, por otro lado, encuentra los símbolos de la identidad y cómo los cuerpos sin cabeza, sin rostro, o que no pueden ser mirados, como el caso de la gorgona, carecen de identidad.
La producción de la compañía ArtEscena MkM de La Paz, Baja California Sur, llega a la Muestra Nacional de Teatro tras un exhaustivo proceso de trabajo, aprendizaje y colaboración en medio de una escena teatral que la autora describe como poco activa: No hay escuela, no hay muchas personas que se dediquen al cien al teatro.
En la Universidad Veracruzana tomé dramaturgia, pero me sentía frustrada porque no me salían las obras con esta estructura de principio, desarrollo y fin. Me bloqueaba y ya no las terminaba, tenía puros pedazos sueltos. Me puse a escribir y la quería dirigir, pero no la podía montar, pero en ese transcurso fui escogiendo los elementos que iba a usar. La utilería que se usa en Boca Ostra son cosas que he usado y que encontré en el clóset, no se compró nada salvo lámparas y luces.
El primer apoyo con el que contó fue el de Fernando Yralda, quien le ayudó a pulir las ideas y escenas que ya tenía trabajadas, en un ejercicio horizontal. El trazo y la lectura del espacio le han permitido seguir adaptando el montaje a otras sedes y sacarles el mayor provecho:
Tenía una idea de que el público no estuviera sentado, quería que decidiera. Yo ponía unas computadoras de cuando era niña y antes de empezar la obra la gente podía activarlas y jugar […] A la gente se le invitaba, hacía un recorrido, leía los textos, jugaba y después de unos 15 minutos ya se daban las llamadas y empezaba la obra. Obviamente teníamos un par de sillas por si había alguien que lo necesitara, pero funcionó muy bien, a veces la gente se quedaba en un solo lugar, a veces sí transitaba por la bodega.
Fue muy interesante este inicio porque Fer se fue y se quedó la tarea de seguir trabajando. Entonces ahí pasó otro proceso interesante que fue utilizar las enseñanzas de Fernando, la lectura de espacios, comprendiendo el texto y las siguientes funciones fueron en una casa habitación y se hizo un recorrido por los cuartos.
Después de esto se adaptó para poder presentarse en escenarios a la italiana y fue seleccionada en el Circuito Nacional de Artes Escénicas en Espacios Independiente y después en la Muestra Estatal de Teatro de Baja California Sur, donde se contó con la asesoría de Claudio Valdés Kuri.
Con sus asesorías descubrimos más potencial en el discurso, en la forma y él me recomendó quitar unas proyecciones y que [esas intervenciones] las hiciera una soprano, una cantante, y el trazo cambió un poco, aunque la esencia es la misma.
Así se sumó la soprano Liliana del Conde al montaje, así como el artista escénico Cristian David quien aportó sus conocimientos para que Katlin puliera el manejo de objetos, tan crucial para los primeros momentos de la puesta.
Fue muy reconfortante cuando te sueltas y te animas y has tenido este resultado, que me ha hecho sentir más segura de que sí soy dramaturga, porque durante mucho tiempo lo dudé.
Sigo dándome cuenta de muchas cosas y eso también me gusta muchísimo porque reacomoda mis pensares. Es un proceso de autoconocimiento, entonces cada que lo presento, descubro nuevas cosas en el discurso, aunque las intenciones las puedo tomar desde mi yo, como pienso hoy o hace dos años, y el cómo empoderarme, sentirme más segura, va alimentando la perspectiva que yo tengo de mi propio discurso.
La discusión que ha generado la obra a la fecha, comparte su creadora, fluctúa entre la nostalgia por las implicaciones de haber conservado juguetes de cuando era niña —muchas mujeres habrían querido preservar esos recuerdos de manera similar— y la emoción, simpatía y rabia compartida por expresar un abuso, así como muchos abrazos, sobre todo por parte de mujeres.
El público desde un inicio fue muy bello, eso también fue un temor que tenía. Cuando empecé a escribir, les mostraba el texto a personas cercanas y me decían que era muy personal, muy íntimo ¿a quién le va a interesar? Sí tenía mucho nervio, pero principalmente me interesaba a mí y fue muy enriquecedor encontrarme con que no era así o que cuando hablas con total honestidad resuena y que otras personas han pasado por cosas similares y ven otra cosa de lo que estás expresando, porque uno lo expresa a partir de su contexto y la persona que lo ve lo hace a partir del suyo
Con los hombres fue distinto, algunos lloraron y me abrazaron también, pero otros se fijaban más en la estructura, el por qué pasaba, o desde otra perspectiva que recibía comentarios y en las mujeres fue totalmente empático, se reflejaban. Me escribieron varias mujeres contándome sus anécdotas y lo que les había desencadenado la obra […] “Parece que te desnudas sin quitarte la ropa”, me dicen.
Aunado a todo esto celebra lo que implica que la 44 MNT ocurra en Baja California Sur y espera que esto estimule la creación teatral en su estado, que la gente se anime a hacer más teatro, que se abran más escuelas y haya más alumnos, que no exista otro momento donde piense que voy a hacer teatro sola.
Boca Ostra: Diario de mi lengua roca se presentará el jueves 14 de noviembre en la Casa de la Cultura del Estado de Baja California Sur, en La Paz, junto con la obra Las sirenas no usan falda, a partir de las 18:30 horas.