WIT
Para quienes quieren ovacionar un magistral trabajo teatral sobre la más terrible enfermedad de todas.
WIT, DESPERTAR A LA VIDA
Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Una vida dedicada al estudio, al aprendizaje y a la docencia. Años de control, disciplina y responsabilidad en una búsqueda incansable por dominar todo lo que estuviera a su alcance. Una vida, al fin y al cabo, frágil como todas, susceptible a la enfermedad, a morir. Esto es una obra de teatro, todos lo sabemos, especialmente ella, pero el dolor que ha de sentir, el miedo que la atormentará, la deshumanización que ha de sufrir y la tristeza que la embargará son reales, tan real como el cáncer que la carcome por dentro y que habrá de terminar con su vida cuando caiga el telón.
“No es mi intención echar a perder la trama, pero creo que me muero al final.”Basándose en sus propias experiencias mientras trabajaba como empleada en la unidad de cáncer y VIH de un hospital en Washington, Margaret Edson escribió “Wit, Despertar a la Vida”, su única obra de teatro, misma que la llevaría a ganar el premio Pulitzer en 1999. A través de la Dra. Vivian Bearing, una profesora universitaria experta en la poesía metafísica de John Donne, una mujer profundamente soberbia y controladora, orgullosa de sus propios logros académicos, a quien se le ha descubierto que tiene cáncer ovárico metastásico en fase cuatro, la dramaturga critica la ausencia de cualquier rastro de humanidad dentro de los confines de un hospital, donde la investigación médica está por encima de cualquier consideración hacia el paciente, al mismo tiempo que elabora un hermoso manifiesto hacia la grandeza humana.
“Denme la dosis máxima siempre.”Esta verdadera obra maestra de la dramaturgia contemporánea explora con audacia, inteligencia, gran sentido del humor e inquietante y absoluta honestidad lo que millones de personas alrededor del mundo padecen, una de las peores enfermedades que ha aquejado a la humanidad, cáncer. En un universo meta-teatral, donde la misma paciente es consciente de estar en una obra de teatro, “Wit, Despertar a la Vida” muestra de forma descarnada el proceso de decadencia que debe sufrir la paciente al pasar por agresivos tratamientos de quimioterapia, al mismo tiempo que nos adentramos en la mente de alguien que siempre se creyó inmortal, debido a su enorme capacidad intelectual. Los diálogos que Edson construye alrededor de Vivian son divertidos, dolorosos, complejos y desgarradores en una obra que toca las fibras más profundas de cada uno de los espectadores de manera dulce y aterradora.
“Creía que ser extremadamente inteligente lo solucionaría todo.”El reto al que se enfrenta Diego del Río al dirigir “Wit, Despertar a la Vida” es monumental y el resultado es sencillamente exquisito. Apoyado por un estupendo equipo de colaboradores entre los que destacan Laura Rode en la escenografía y Matías Gorlero en la iluminación, Diego del Río consigue fortalecer las palabras de la dramaturga, llevándolas a sus más terribles consecuencias con un ritmo preciso y un manejo de tono impecable que transita entre el drama y la comedia, provocando carcajadas con la misma facilidad con que se derraman cuantiosas lágrimas. Diego del Río se ha logrado posicionar como uno de los más importantes directores de la escena mexicana contemporánea y este último trabajo, profundo e impactante, es prueba absoluta de su talento, sensibilidad y gigantesco potencial.
“Llegó tan rápido después de haber tardado tanto.”Si dirigir “Wit, Despertar a la Vida” es un reto monumental, resulta casi imposible dimensionar la labor actoral que implica asumir el papel de la Dra. Vivian Bearing. Paloma Woolrich da vida a esta mujer enferma con una fortaleza de piedra y con una sensibilidad que rompe el alma. El cinismo con que Paloma se dirige al público, la dulzura con que es capaz de disfrutar una paleta helada, el enojo que irradia de cada poro de su ser al ser sometida a toda una serie de pruebas y análisis, la soberbia con que se dirige a sus alumnos de literatura o la absoluta fragilidad con que pide que se le lea un cuento son pequeños fragmentos de un todo que se convierte en una master class de actuación, en la joya de la corona de una actriz en toda la extensión de la palabra. Felicidades Paloma, me arrodillo ante ti.
“Estuvimos discutiendo la vida y la muerte, y no en abstracto.”Una vez establecido esto, es de gran importancia resaltar el trabajo realizado por otros miembros del elenco que conforman “Wit, Despertar a la Vida”. Fernando Becerril logra un trabajo sólido como el médico a cargo del caso, Concepción Márquez consigue, con tan sólo dos escenas, demostrar la razón por la cual se le considera una de las mejores actrices de teatro en México, y Marisa Rubio, quien es la encargada de imprimirle el tan necesario toque de humanidad a una obra que congela la sangre por su tan impersonal frialdad, se eleva a la altura de estos bastiones de la actuación con una interpretación que se gana el corazón de todo el público.
“Todo se vale mientras la vida continúe.”“Wit, Despertar a la Vida”, lejos de ser una de las mejores obras de lo que va del año y un grito hacia la concientización sobre una terrible enfermedad, es un evento teatral que merece ser visto por el mayor número de asistentes posibles por el simple hecho de ser un grito a vivir cada día como si fuera el último. Resulta difícil pensar que mientras cada uno de nosotros duerme, respira, come, trabaja, sueña, maneja en el tráfico o consigue un nuevo éxito, unas células deformes podrían estar creciendo en nuestro interior, preparando nuestro deceso, pero esa es la pavorosa realidad en la que nos encontramos. El cáncer ha matado a tantos, ha destruido tantos sueños, acabado con tantas familias, romances e ilusiones, que un legado a la grandeza humana, aun cuando esté envuelto por este detestable malestar, es un poema que merece ser escuchado por todos.
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DATOS GENERALES
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