UN CUERPO DEVASTADO ES,

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Para quienes desean enfrentarse a un monólogo performático donde, entre lo humano y lo maquinal, existe la libertad.

UN CUERPO DEVASTADO ES,

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“A los sistemas se les agrieta.”

Ella, en un acto de supervivencia, ha dejado atrás su humanidad para volverse máquina. El dolor de la devastación habría acabado con un ser humano, pero para un ser programado por sistemas, circuitos y la capacidad de la reconfiguración, siempre existe la posibilidad de reiniciarse. Caminando en la oscuridad, el suelo revela grietas donde se alcanzan a vislumbrar vetas, el brillo de lo precioso, metal que es capaz de surgir de la presión que ejerce la existencia misma. Ella habrá de volver a brillar, de erguirse con mayor fuerza que antes, pero primero todo se habrá de colapsar para de las cenizas resurgir más fuerte que nunca.

“Me muevo entre los espacios libres de mi cerebro.”

Una mujer, un ser humano más allá de su género o circunstancias, siempre tendrá la posibilidad de reiniciar, de reinventarse por completo, en una búsqueda perenne de la identidad, como consecuencia de un acto trágico, como un proceso evolutivo hacia la más pura destilación del ser mismo. Este complejo precepto es abordado con poeticidad sistemática por la dramaturga e investigadora escénica Fernanda del Monte a partir de fusionar al humano con lo maquinal en el monólogo “Un Cuerpo Devastado Es,”.




“Los humanos son la consecuencia de sus imposibilidades.”

Ella revela que su estado de máquina actual es a consecuencia de un choque emocional, posiblemente conectado a una relación afectiva fallida. Sin embargo, su disertación sobre la reconfiguración de su maquinaria podría surgir desde muchas aristas. En el complejo universo que reside en su cerebro, ella prefiere los vacíos, ya que ahí existe la promesa de una nueva creación que se aleje de lo ya establecido con anterioridad. Enfrentar un texto de Fernanda del Monte es estar de frente a un teatro alejado de la narrativa convencional, mucho más cercano a lo performático o fluido, donde las palabras esconden toda una multiplicidad de capas de lectura, siendo mandatorio que el espectador complete la dramaturgia desde sus propios referentes y vivencias. En el caso de “Un Cuerpo Devastado Es,” el público puede encontrarse a una mujer de corazón roto, a un cyborg que trata de entender lo que significa la humanidad, a una persona tratando de entender al mundo después de una pandemia, las posibilidades son infinitas como lo es la imaginación humana, todo dependerá de el espejo con que se mira, siendo este la propia existencia del asistente. Es en esta maleabilidad de la interpretación textual que las palabras de Fernanda del Monte se acercan a la poeticidad artística de un caleidoscopio en infinita reconfiguración, tal y como lo busca su personaje.

“En mi sintaxis no hay lugar para lo complementario.”

El espacio es una reducida serie de paneles negros que han sido decorados para sugerir vetas de plata. Los asistentes se sientan alrededor de la actriz Paulina Elías, quien está vestida en un leotardo negro de cuerpo completo robándole de una personalidad específica para convertirla en una máquina que se encuentra en proceso de reconstrucción. La iluminación, diseñada por Leticia Olveira a partir de 3 focos colgantes que serán manipulados por la actriz, llenan de sombras el espacio y juegan a momentos con claroscuros, reflejo del sentir del personaje. A partir de la manipulación de ciertos elementos típicamente femeninos como una bolsa de mano, un lápiz labial o unas botas de tacón usadas en las manos y no en los pies, se va reconfigurando el personaje desde su cuerpo, no necesariamente su alma.




“Soy más que las funciones que me conforman.”

Abordar un texto de la complejidad que representa “Un Cuerpo Devastado Es,” representa un reto escénico que el director Carlos Virgen aborda desde crear intimidad con el espectador en un espacio reducido. Mientras que el espacio diseñado por el mismo Virgen junto con Horacio Trujillo resulta interesante en la aportación a la dramaturgia, algunos aspectos como la omnipresente musicalización o el uso de video resultan más elementos distractores que aportantes, dada la inasequible razón detrás de ello o por la ineficaz manera de ser resuelto en un espacio tan pequeño. Luego de escuchar una entrevista de radio con la dramaturga y el director, fue de mi conocimiento que la música es elegida en el momento, cambiante en cada función, elemento que podría aportar a la performatividad de la actriz, pero que al público presente no. Asimismo, la falta de exploración de matices anímicos con la actriz, quien aborda al personaje enteramente desde lo formal, la corporalidad y no la fractura emocional, no la devastación que la propia premisa dicta, diluye la potencia de las palabras, les resta justo de esta fuerza destructiva y de reinvención que se plantea, para meramente ser dichas con gran grandilocuencia, más poca sustancia emocional.

“No soy un deux ex machina.”

Mi sistema personal se ha reconfigurado más de una vez. Un hombre totalmente heteronormado se ha reinventado en un ser queer de expresión de género no binarie, a raíz de haberme visto en más de una ocasión derrumbado por mis desamores, mis fracasos, mis propios demonios tratando de hackear mi sistema operativo. Sin embargo, y es una frase que utilizo mucho, me sigo sanando, sigo ajustando los circuitos para que esta máquina de nombre Juan Carlos Araujo sea libre, esté en mayor control de su ser, sea menos máquina y más plenamente humano.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Un Cuerpo Devastado es,

DRAMATURGIA: Fernanda del Monte

DIRECCIÓN: Carlos Virgen

ELENCO: Paulina Elías

ACTRICES EN VIDEO: Mariana Arocena, Sandra Galerno, Jazmín González, Andrea Méndez, Fernanda del Monte, Leticia Ólvera y Paulina Orduño.

DÓNDE: Teatro La Capilla

DIRECCIÓN: Madrid 7, Del Carmen Coyoacán.

CUÁNDO: Lunes 20:00 horas. Hasta el 4 de Marzo 2024.

COSTO: $200 entrada general. Boletos en taquilla y en Un cuerpo devastado es, #1223 – Boletópolis (boletopolis.com)

DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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