UGA
Para quienes quieren teatro infantil lleno de imaginación, fantasía y conciencia.
UGA
Este definitivamente será un día muy especial para Valentina. No sólo conocerá a tres grandes amigos que le mostrarán que la forma en que funciona el mundo puede ser mucho más grande de lo que ella cree, sino que también será el día en que conozca a Uga. Con su llegada, sirenas, caballos, payasos, gusanos de cien pies, conejos y tortugas aparecerán para entretener a tan tierno visitante, quien dejará en cada persona que cruce su camino una gran sonrisa y una nueva luz. Silencio, levanten sus manos y agítenlas lo más que puedan; ellos los quieren escuchar.
“Empecé a oir unos ruidos muy raros que venían del gallinero de enfrente.”
Seña y Verbo nació en 1982 como una iniciativa de Alberto Lomnitz por crear una compañía teatral bilingüe en nuestro país. Haciendo uso de actores normo-auditivos así como sordos, los montajes que presenta la compañía se realizan en español y en LSM (Lenguaje de Señas Mexicano) para crear una experiencia única en Latinoamérica. Con más de quince obras en su historial, incluyendo una adaptación de “La Vuelta al Mundo en 80 Días” de Julio Verne y el espectáculo de improvisación “Manos a la Obra” que se presenta actualmente en el Teatro Sergio Magaña, Seña y Verbo se ha logrado posicionar con pies firmes dentro del mundo del teatro.
“¡Ah, que ustedes no oyen!”
“Uga”, escrita y dirigida por Haydeé Boetto, a quien actualmente pueden ver sobre el escenario en la obra “Los Ingrávidos” (crítica en www.entretenia.com), se estrenó con gran éxito en el 2009.Doscientas representaciones después, la sencilla pero encantadora historia de una granjera, sus tres vecinos sordos y una extraña criatura de nombre Uga continúa rompiendo paradigmas, creando puentes sociales entre dos mundos que parecieran estar a millones de años luz de separación y creando una conciencia sobre igualdad y tolerancia en quienes tienen el poder de cambiar el mundo entero: los niños.
Una obra infantil que emplea a actores sordos podría sonar como un bonito, tierno y condescendiente espectáculo diseñado por alguna asociación no gubernamental para chantajear a aquellos que cuentan con sus cinco sentidos para donar dinero con un trabajo que busca más la culpabilidad y la lástima que el entretenimiento. La imaginación, creatividad y belleza con que “Uga” ha sido elaborado elimina cualquier resquemor que se pudiera tener y entrega tanto a niños como a adultos un producto de maravillosa manufactura plagada a tope de teatralidad y completamente libre de cualquier elemento moralista pseudo-emocional. Uga, el pequeño visitante azul, cautiva el corazón de los niños quienes no dejaban de participar durante la función que atendí, ya fuera riendo, aplaudiendo o cantándole las mañanitas. No estoy seguro si los niños entendían por completo la condición de los actores en escena, pero estoy completamente seguro de que se estaban divirtiendo.
“Había aprendido a hablar sin tener que hablar.”
El arte de la marioneta, la mímica y el clown son parte integral de esta obra, combinando todos estos elementos para crear, con lo que pareciera un vil y corriente saco de papas, una bella sirena, un increíble avestruz, un genial ciempiés y sobre todo un payaso que me logró recordar al pato Lucas de las caricaturas de Bugs Bunny debido a su conceptualización visual y su sentido del humor. La maestría con que estos elementos son creados de la nada en el escenario son visualmente arrebatadores y en definitiva hacen que olvidemos que estamos viendo a actores sordos en escena para simplemente maravillarnos con la manera en que un baño de burbujas cobra dimensiones mágicas o como un huevo con plumas puede llegar a volar.
El teatro se crea con talento, capacidad artística, inspiración, amor y sobre todo muchísimo trabajo. En todos los cursos que he tomado, los libros que he leído o en las pláticas que he sostenido al respecto, nunca se ha discutido que se necesiten los cinco sentidos para dar una buena función. En menos de un mes he tenido la fortuna de asistir a “Unplugged en la Oscuridad”, de la compañía Teatro Ciego (crítica en www.entretenia.com) y ahora “Uga” de Seña y Verbo. En ambos montajes lo único que pude apreciar fue un enorme talento y un excelente trabajo. Las reglas están cambiando y el mundo hoy por hoy es un lugar mejor. Hagamos a nuestros hijos partícipes del cambio y esperemos que en un futuro todos, como Uga, sólo veamos humanos, personas libres de adjetivos calificativos que lo único que provocan es la separación cuando debiéramos estar más unidos que nunca.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
