Para quienes quieren volver al porfiriato para disfrutar de una buena zarzuela y ver el nacimiento del teatro de revista.

TANDAS Y TUNDAS

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

“Se respira un afrancesamiento en las calles.”

A finales del siglo XIX, la gente refinada de la clase pudiente mexicana asistía al teatro en sus mejores galas para disfrutar de una exquisita velada llena de música, canto y ópera a la mejor usanza de la madre patria, todo sazonado con una chispa de finísimo humor y con la promesa de quizás ver al mismísimo Señor Presidente Díaz entre los asistentes. En el teatro todo es ilusión, fantasía, una delicada criatura que está a punto de transformarse inevitablemente para reflejar una nueva realidad llamada revolución.

“Regrese a su lugar a ver si las moscas le dan su atención.”

El proceso evolutivo que vivió el teatro mexicano a principios del siglo XX con el nacimiento del teatro de revista, la versión nacional y más burda de la tan española zarzuela, es capturado con precisión y buena manufactura por Judith Inda, Russel Álvarez y Gonzalo Blanco quienes escriben “Tandas y Tundas” un espectáculo que logra, a lo largo de dos actos, combinar con estupenda manufactura las características de ambas corrientes escénicas a lo largo del porfiriato y el inicio de su caída.

“Este teatro es de buenas costumbres.”

Contada a partir de la familia Cortés, encargados del funcionamiento de un teatro en la Ciudad de México, “Tandas y Tundas” es un recorrido por números musicales que van desde un aria de ópera hasta un sketch con los payasos Chancho y Chencho sobre como prender las farolas de la calle. Todo esto, entremezclado con chispazos ácidos que reflejan la situación política del México del siglo XXI así como haciendo referencias a eventos político sociales importantes de la época como la captura de los 41 homosexuales en un bar clandestino, entre los que estaba el yerno de Porfirio Díaz, Ignacio de la Torre y Mier, o la Huelga de Cananea. A pesar de ser un trabajo estupendamente bien logrado en su capturar la esencia de tanto la zarzuela como del teatro de revista, un trabajo de síntesis, sobre todo en el primer acto, beneficiaría mucho a la obra en no engolosinarse consigo misma para permitir un avance mucho más fluido de la historia.

“¿De dónde sacas que voy a presentar un número de indiada?”

Telones que parecieran haber sido pintados a mano, vestuarios de plumas sobre cuerpos que dan la ilusión de desnudez, músicos en vivo que son parte de la carga cómica y miembros del público que lanzan rosas o abuchean dependiendo del virtuosismo de los intérpretes son parte de la propuesta escénica que el director Arturo Beristain aporta a “Tandas y Tundas” logrando capturar con precisión y fineza toda un época del teatro en México. Ya sea con un número musical donde los géneros han sido travestidos, una rutina cómica donde dos mujeres de clase baja lanzan toda una retahíla de albures o con un bailable donde un caballero trata de cortejar a una dama en un parque, cada uno de los eslabones que conforman el montaje aportan a la creación de una atmósfera de tiempos pasados, de divina decadencia, que no tarda en morir para darle paso a la Revolución Mexicana. Un fortalecimiento del ritmo a lo largo de toda la puesta en escena ayudará mucho a compensar la sobre longitud de la dramaturgia, consiguiendo un trabajo mucho más fluido y redondo.

“El siglo está muriendo y con él las buenas costumbres.”

Nueve actores, dos músicos y una directora de orquesta conforman el extenso elenco de “Tandas y Tundas”. Demostrando diversas capacidades escénicas en la comedia, la danza, el canto o la música con variantes grados de talento, Russel Álvarez, Judith Inda, Nancy Castro, Raúl Aranda Lee, Laura Galo, Raúl Tirado, Reyna Mendizábal, Jorge Escandón y Michelle Temoltzin se entregan de lleno al montaje, divirtiéndose enormemente sobre el escenario, proyectando hacia las butacas un aire de desenfado y ligereza que apoya de manera sustancial al montaje sobre todo en los momentos de mayor humor aun cuando se tenga que trabajar con el director en reforzar el ritmo de todos.

“Tenemos la mirada de la elite porfirista sobre nosotros.”

Vivimos en una época sumamente violenta tanto a nivel político como social, donde el cinismo pareciera haberse permeado a cada rincón de la sociedad, en un ambiente que se alimenta de las tundas y nos hemos olvidado de disfrutar de las tandas. Es muy sano divertirse y burlarse de nuestros gobernantes, es un símbolo absoluto de libertad, pero tenemos que recordar que muchos de estos chistes cargados de ácido vienen de tiempos más simples, de aquellas épocas de la zarzuela.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Tandas y Tundas”

DRAMATURGIA: Judith Inda, Russel Álvarez y Gonzalo Blanco.

DIRECCIÓN: Arturo Beristain

ACTUAN: Russel Álvarez, Judith Inda, Nancy Castro, Raúl Aranda Lee, Laura Galo, Raúl Tirado, Reyna Mendizábal, Jorge Escandón y Michelle Temoltzin.

MÚSICOS EN VIVO: Carlos Torres y Rodrigo León.

DÓNDE: Teatro Helénico dentro del Centro Cultural Helénico.

DIRECCIÓN: Avenida Revolución 1500, Colonia Guadalupe Inn.

CUÁNDO: Lunes 20:30 hrs.

COSTO: $250, $200 y $200. Disponibles en taquilla y Ticketmaster.

DURACIÓN: 110 minutos con un intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking. La Gruta es el espacio alternativo del Centro Cultural Helénico. Les recomendamos revisar su extensa cartelera.