SÓLO QUIERO HACERTE FELIZ
Para quienes quieren carcajearse y aplaudir de pie el reto teatral más divertido de los últimos años.
SÓLO QUIERO HACERTE FELIZ
Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
“Ana María, ¿qué pasó en el tapete?”
Lo único que Ana quería era escaparse por un fin de semana, sólo uno nada más, sin importar que fuera a Acapulco o a Iguala, el punto era poder olvidarse por completo de cuidar a Mamuy, de su soledad, aunque fuera por un par de días. Claro que sus planes podrían entrar en conflicto con las ideas conservadoras de su cuñada o con los sueños de un muy despistado y enamoradizo vecino si se llegaran a enterar de con quién estába planeando ilícita esa escapada ilícita. En una familia tan disfuncional como esta lo que cada uno quiere es absolutamente irrelevante. Lo único que de verdad importa es que nadie se entere de lo que está sucediendo en el jardín mientras el marido de una seduce a la esposa de otro en el comedor sin que nadie se entere en la sala.
“A mí me enseñaron que eso de dormir en la cama, con una mujer, tu esposa o no, no es de caballeros.”
Los secretos que se encierran dentro de una familia aparentemente normal, el poder de seducción de un muy egocéntrico casanova, una madre convaleciente que nunca aparece en escena pero que se encarga de hacerle la vida imposible a todos y hasta un pobre gato atrapado en un árbol son algunos de los elementos que se encargan de provocar carcajadas tras carcajadas en una de los retos dramatúrgicos más divertidos y bien logrados del siglo veinte. “Sólo Quiero Hacerte Feliz”, escrita por el renombrado dramaturgo inglés Alan Ayckbourn, no es una obra de teatro, sino tres, cada una de ellas sucediendo en una parte distinta de la casa donde se desarrolla la acción, y que en conjunto logran una comedia de enredos sencillamente irresistible tanto por su inteligencia como por su ingenio y sentido del humor.
“Cuando tu mujer se las arregla para sonreír, es que algún desastre se aproxima.”
Ya sean vistas por separado o en conjunto, sin importar en absoluto el orden en que se vean, “Sólo Quiero Hacerte Feliz” es exitosa a nivel dramatúrgico por conseguir que cada una de las obras se sostenga por sus propios méritos tanto de narrativa como de humor, consiguiendo así un juego detectivesco donde el público se convierte en cómplice y voyerista de los juegos perversos que están sucediendo en la sala, el comedor y en el jardín. A medida que el espectador va conectando las historias, llenando los huecos en la trama y descubriendo las verdaderas intenciones de cada uno de los personajes, el deleite que esto le ocasiona se convierte en un inmenso placer que casi de inmediato se traduce en exquisitas carcajadas que de verdad no paran. La traducción a cargo de Alfredo Michelle, junto con la tropicalización del mismo director Juan Ríos Cantú, es igualmente exitosa, al lograr transportar la historia de Ayckbourn, a una casa en Cuautla Morelos en 1974 con toda credibilidad y naturalidad.
“¿Alguien quiere jugar conmigo?”
El inmenso reto que asume Juan Ríos Cantú al tener que montar tres obras al mismo tiempo, dándole su propia coherencia y cohesión a cada una de ellas para que se pueda sostener por sí sola, es tan sólo una de las múltiples dificultades que el director asume con éxito para conseguir que “Sólo Quiero Hacerte Feliz” funcione como una unidad sólida y sumamente divertida. Posiblemente el mayor logro de Ríos Cantú radica en la elegancia y fineza con que ha conseguido que el tono de comedia se respete en todo momento, sin jamás caer en la fácil tentación de la farsa, pecado que lamentablemente se comete más y más seguido en la cartelera teatral contemporánea. Si a estos elementos se suman un ritmo sostenido en cada una de las tres obras, el muy buen manejo del espacio escénico y la evidente manera en que se logran explotar las mejores cualidades actorales en cada uno de los miembros del elenco, sin duda “Sólo Quiero Hacerte Feliz” es, por mucho, el mejor trabajo que se le ha visto a Juan Ríos Cantú en toda su carrera.
“No sé, igual y soy magnético o algo así.”
Lejos de apreciar aspectos básicos como el tener que aprenderse los diálogos de tres obras distintas, el verdadero mérito actoral en “Sólo Quiero Hacerte Feliz” radica en la forma en que cada uno de los actores involucrados se deja llevar por completo por la comedia inherente en el texto, y fortalecida por la dirección, para conseguir un ensamble que de verdad se mueve como una unidad perfecta, donde todos brillan por igual. Mariana Garza demuestra una vez más que es una de las actrices más interesantes en la escena teatral mexicana contemporánea al interpretar a la muy deseperada Ana con la misma seriedad con que Pablo Perroni es capaz de ser ridículo y divertidísimo como el odioso pero irresistible Mauricio. De igual manera, tanto Anahí Allué como Mario Alberto Monroy resultan verdaderamente hilarantes como la muy recatada e hipócrita Sara y el aparentemente despistado vecino Neto respectivamente, ambos dando gala de sus tablas en el escenario. Completando el elenco, Maru Dueñas y Roberto Duarte aportan los complementos necesarios de comedia y un ligero toque de oligofrenia como el juguetón Rey y la muy cínica Raquel. Sería absolutamente imposible un montaje de “Sólo Quiero Hacerte Feliz” sin contar con el talento actoral necesario que la respalde. En este caso, el resultado es absoluto y maravilloso.
“Aunque sea por una vez, ¿podríamos cenar en paz como una familia civilizada?”
Lo único que uno tiene que hacer para engancharse con “Sólo Quiero Hacerte Feliz” es ir a ver una de las tres obras. Ya sea que uno decida ir a ver “En la Sala”, “En el Comedor” o “En el Jardín”, el resultado va a ser el mismo: van a querer regresar y ver las demás. Tuve la fortuna de ver la trilogía entera en un mismo día y el resultado fue una de las experiencias teatrales más divertidas y gratificantes que he vivido en toda mi vida. Cada uno de los integrantes que conforman este magno evento teatral tiene un solo objetivo en mente, hacer feliz a cada miembro del público con un montaje de gran calidad y de enorme hilaridad. Ya sea en la sala, en el comedor o en el jardín, ¿cómo se puede alguien resistir a tan exquisita invitación?
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Sólo Quiero Hacerte Feliz”
DRAMATURGIA: Alan Ayckbourn
TRADUCCIÓN: Alfredo Michelle
DIRECCIÓN: Juan Ríos Cantú
ACTÚAN: Mariana Garza, Pablo Perroni, Anahí Allué, Maru Dueñas, Roberto Duarte y Mario Alberto Monroy.
DÓNDE: Foro Lucerna
DIRECCIÓN: Lucerna 64 esquina con Milán, Colonia Juárez.
CUÁNDO: –
- COMEDOR Viernes 20:45 y Sábado 20:30 hrs.
- SALA Sábado 13:00 y Domingo 17:00 hrs.
- JARDÍN Sábado 20:30 y Domingo 19:30 hrs.
COSTO: $350 por una obra, $280 por dos y $200 por las tres. Boletos en taquilla y en ticketmaster.
DURACIÓN: 120 minutos con un intermedio de 10 minutos en cada obra.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera así como las obras que se presentan en el Teatro Milán, dentro del mismo edificio.