SEUDÓNIMOS Y SEUDO-MUERTOS

Por  |  1 Comentario
COMPARTE!




Para quienes desean adentrarse a la ingeniosa y ficticia mente de un escritor que escribe ficciones.

SEUDÓNIMOS Y SEUDO-MUERTOS

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Respeten mi ficción.”

A y B entran al escenario. De acuerdo con la nota del escritor que escribe esta ficción, que se va proyectando en una lona, podrían ser cualquiera siempre y cuando sean humanos alejados de toda payasada posmoderna. A y B están presentes para hablar de cuán difícil es ser un escritor que escribe ficciones, pero también para exponer que ser un personaje tampoco es cosa fácil. Entre tosidos de un hijo aferrado a los zapatos de su padre ausente, los muy falsos llantos de una no escritora un tanto fresa, y las elucubraciones de un agente de cazatalentos, un escritor de ficciones anónimo mostrará todas sus distintas caras mientras deja más que en claro que todo esto es una inmensa crítica.

“Al escritor que escribe esta ficción le deberían de importar los diálogos.”

Los muy complejos y complicados procesos de escritura, así como las múltiples dificultades contra las que los escritores se pueden enfrentar hoy en día son parte esencial del discurso que plantea la dramaturga y directora Nora Coss en su hilarante e incisiva obra “Seudónimos y Seudo-Muertos”. Partiendo desde la meta-teatralidad, elemento que hace a la obra claramente contemporánea, Coss realiza un análisis cargado de ironía sobre el difícil oficio de ser escritor, las historias que se escriben en aras de alcanzar el éxito, y hasta del quehacer teatral. El resultado es una ácida crítica que producirá sendas carcajadas, y profunda reflexión, para quienes se encuentran inmersos en estos quehaceres literarios y artísticos, al mismo tiempo que es un gran divertimento para el público más ajeno al tema que tendrá un vistazo a una industria cargada de vicios tanto creativos como de industria.




“Estoy tan en desacuerdo con esta ficción.”

El César es un cazatalentos que consigue la última obra escrita por Anónimo antes de que se suicide. Sin embargo, durante el funeral que la editorial organizó para poder vender el mayor número de libros, el autor regresa con una nueva cara tras haberse matado. Este hecho es inmediatamente aprovechado por el ejecutivo quien le ofrece una nueva identidad a Anónimo a cambio de su siguiente novela. A la par de todo esto, también se va desarrollando la historia que el autor va escribiendo, un ridículo melodrama que incluye al pequeño Caín buscando a su padre ausente mientras muestra su lamentable enfermedad a través de pequeños y lastimeros tosidos. “Seudónimos y Pseudo-Muertos” está construida desde tres diferentes vertientes narrativas que se van entremezclando: la de los personajes criticando su postura de personajes, la de un escritor de ficción que está tratando de escribir una ficción, y la de la ficción que está escribiendo. A pesar de que a primera instancia la estructura podría resultar confusa, demasiado enredada se podría decir, Coss establece las reglas del juego con claridad, consigue involucrar hábilmente al espectador en una dinámica que alcanza tintes absurdistas, y termina atrapándolo en tres historias que culminarán en un imperante deseo por aplaudir aun cuando se indique claramente que no se debe de hacer. Más allá de un evidente entendimiento que la dramaturga tiene del tema, la autora demuestra ser, sin lugar a dudas, una gran escritora de ficciones capaz de burlarse de sí misma al ritmo de la más icónica canción de José José.

“Ofendes al público con tus explicaciones.”

Las acotaciones del texto dramático, incluyendo música de violines y una digresión de la digresión se van proyectando sobre una tela colgada en la parte trasera del escenario. A y B hablan directamente con el público, mientras que cuando son personajes se entregan a una ficción alejada por completo del realismo. Ejemplo de ello, y para deleite de los espectadores, al momento de tener relaciones sexuales, Georgina y Anónimo realizan una coreografía y emiten gemidos ridículos mientras que se escucha la canción Careless Whisper de Wham. Siendo absolutamente congruente con su texto, la dirección que Nora Coss establece para “Seudónimos y Seudo-Muertos” consigue intensificar tanto la comedia absurdista en la que habitan sus palabras, como fortalecer la tan contundente crítica que realiza, inteligentemente a través de realizar gran parte de los vicios que denuncia en el quehacer teatral contemporáneo. Con un mínimo de elementos sobre el escenario, cuidando meticulosamente el tono actoral que se requiere para alcanzar un equilibrio entre la risa y la denuncia, y siendo siempre consciente de que todo esto no es más que teatro, Coss ofrece un caramelo escénico con sabor un tanto amargo al centro que deleita el paladar al tiempo que nos recuerda cuán sinsentido es el mundo de la literatura.




“Sé que mi arco narrativo no da para mucho.”

Cuando el personaje masculino se convierte en Anónimo, todas sus facciones y corporalidad apuntan hacia abajo; al momento de interpretar a Caín, sus piernas se enchuecan hacia adentro, su voz se torna un tanto chillona, salvo cuando emite el más falso y débil de los tosidos, y su mirada es enteramente inocente. Como Gerogina, el personaje femenino adopta toda una actitud fresa, incluyendo una ridícula manera de llorar, como El César, el personaje es un clásico mirrey que cree que es capaz de devorarse al mundo en una bocanada. Entre muchos puntos a favor de “Seudónimos y Seudo-Muertes” se destaca gratamente la presencia sobre el escenario de Albreto Cerz quien se entrega de lleno a la propuesta con cada una de sus diferentes interpretaciones. Asumiendo cada uno de sus roles con entera verdad, aun cuando el tono caiga en la farsa, Cerz es capaz de constantemente arrancar carcajadas de los espectadores gracias a su capacidad transformativa a partir de finos cambios en su corporalidad y gesticulaciones. A su lado, Fernanda Delgado realiza un sólido trabajo, aun cuando su interpretación parte de un personaje que está actuando a otros personajes, decisión que da como resultado un trabajo actoral menos orgánico. Sin embargo, como dupla, Cerz y Delgado se complementan acertadamente, fortaleciendo cada uno el trabajo del otro.

“Yo aquí espero tu giro de tuerca.”

Soy un crítico escribiendo una crítica. Estoy tratando de equilibrar el uso de grandes palabras contemporáneas para sustentar mis argumentos con otras más de uso común para demostrar que soy un crítico que escribe criticas para el espectador y no para el teatrero, aun cuando sé que el teatrero también me lee. Sé cuán ridícula puede llegar a ser mi profesión, tratando de hablar de arte, uno de los temas más subjetivos que existen en este planeta, pero a fin de cuentas eso no impide que siga escribiendo mis críticas en espera de que me lean, ocupen una butaca y sigan los espectadores disfrutando de ficciones escritas por escritores de ficciones.

Búscanos en Facebook e Instagram como Entretenia
Twitter: @Entretenia




DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Seudónimos y Seudo-Muertos

DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Nora Coss

ELENCO: Fernanda Delgado y Alberto Cerz.

DÓNDE: Centro Cultural El Hormiguero

DIRECCIÓN: Gabriel Mancera 1539, Del Valle.

CUÁNDO: Miércoles 20:00 horas. Hasta el 12 de Abril 2023.

COSTO: $250. Disponibles en taquilla y Seudónimos y Seudo-muertos – Boletópolis (boletopolis.com)

DURACIÓN: 95 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con valet parking o estacionamiento.

COMPARTE!

Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

1 Comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *