FOTOGRAFÍAS: RICARDO CASTILLO CUEVAS
¿QUIÉN SECUESTRÓ A AÑO VIEJO?
Para quienes desean reír y celebrar el fin del 2025 con el teatro comunitario de Mulato Teatro.
¿QUIÉN SECUESTRÓ A AÑO VIEJO?

“Jodido 2025, no te voy a extrañar nada.”
En la ayudantía de la colonia Bonifacio García, en Tlaltizapán, Morelos, los vecinos se han reunido para una tarde de teatro al aire libre. Los encargados de dar vida a los personajes de la obra son miembros de su propia comunidad, habitantes del mismo Tlaltizapán, así como de los aledaños Ticumán y Oatecalco, niñes, adolescentes y adultes que decidieron trabajar en equipo para contar una ingeniosa historia que al mismo tiempo refleja, en más de un sentido, la realidad que viven los habitantes de estos poblados. Entre resolver el misterio del por qué no llegó el primero de enero y que ahora todos están atrapados en el 32 de diciembre, celebrar un cachito ganador, tratar de detener a un político corrupto, y buscar sobrevivir sin refresco, la ficción y la realidad se juntan para celebrar un año que llega y el poder transformador de la escena.
“Vamos a hacer el muñeco del año viejo.”
Con 20 años de trayectoria, Mulato Teatro, fundado por los creadores escénicos Marisol Castillo y Jaime Chabaud, se ha convertido en una muy importante voz dentro de la escena mexicana, teniendo como línea curatorial el promover espectáculos que permitan visibilizar, reconocer y valorar el pasado y presente de las mezclas culturales y raciales de México (con sus tres raíces: la indígena, la europea y la africana). Dicho trabajo dio como resultado este año el 1er. Festival Internacional Afroescénico que se realizó del 22 de mayo al 1 de junio en el Centro Cultural Helénico. Adicionalmente, desde su sede en Ticumán, Morelos, la compañía teatral realiza un trabajo de suma importancia en torno al teatro comunitario, acción que acerca a las artes escénicas a personas que, en un gran número de casos, son de bajos recursos y de extracción campesina, y que se encuentran alejadas por completo de cualquier tipo de actividad artística. En 2025, como resultado de un taller de sensibilización artística de seis meses de duración, se estrena “¿Quién Secuestró a Año Viejo?”, obra escrita por Ismael Rojas y Jaime Chabaud, dirigida por Marisol Castillo, y protagonizada por los integrantes de dicho taller.
“Acuérdese que ya no me ve hasta el 2 de enero.”
Los habitantes de un poblado muy parecido a Tlaltizapán tienen muchos deseos por cumplir para el 2026. Angelito quiere viajar al Congo para conocer sus raíces afrodescendientes, la abuelita Macedonia necesita que ya la operen en el seguro social, a la presidenta electa le urge sacar por fin al muy corrupto presidente electo Lento Bruto del gobierno y, por supuesto, el Sr. Quirino no puede esperar la hora en que ya pueda ir a la capital a cobrar su boleto ganador de la lotería. Sin embargo, con tantas quejas del 2025, y tras descubrir que todos ellos quieren quemar con cuetes a un muñeco igualita a él, el Año Viejo decide tomar cartas en el asunto y dejar a todos atrapados en lo que será el diciembre más largo de la historia.
“¡Ya es 53 de diciembre!”
En la superficie, “¿Quién Secuestró a Año Viejo?” es una comedia ligera, en la que toda una serie de pintorescos personajes tienen que lidiar con una situación extraordinaria de manera humorística, lo más cercano que Jaime Chabaud ha llegado a escribir una pastorela. Sin embargo, debajo de esta trama se encuentra un reflejo muy veraz de lo que es la realidad en Tlaltizapán. Con sutileza, pero de manera no tan velada, Rojas y Chabaud tocan temas sociales y políticos que van desde la visibilización de la población afro en la región, punto importante dentro de la agenda de Mulato Teatro, hasta los cínicos actos de corrupción a cargo del expresidente municipal, el morenista Gabriel Moreno Bruno, pasando por los graves problemas en los servicios de salud o la adicción que la población entera tiene al refresco de cola. De tal manera, la dramaturgia se siente cercana a la comunidad, le habla directamente a ella con honestidad e ingenio, entrega un mensaje de esperanza y felicidad para el año venidero al mismo tiempo que, sin la menor condescendencia, la confronta con duras realidades que no se pueden ignorar.
“Tenemos que recuperar a año viejo y quemarlo.”
Al inicio de la función, Angelito sale con su guitarra y comienza a cantar una canción compuesta por la también directora Marisol Castillo. Poco a poco salen todos los personajes a escena bailando y uniéndose al canto para después dar paso a la narrativa. Cuando las doce campanadas suenan, gran parte del elenco sale a las butacas para abrazar al público, deseándoles feliz año nuevo, acto de involucramiento que también sucede cuando todos están buscando al año viejo robado y preguntan a los asistentes si lo han visto y buscan debajo de los asientos, o cuando celebran con baile una promesa de riqueza. Con tan solo tres estructuras rectangulares cubiertas en telas de colores vivos se crea la ilusión de la tiendita del lugar, las oficinas de la presidencia municipal, o la casa de una viejecita y sus tres nietas, y un calendario colgado de una ellas va marcando el paso de los días, hasta fechas imposibles como el cuarenta y tantos de diciembre.
“El calendario no miente.”
La manera en que la dirección de Marisol Castillo aborda el montaje de “¿Quién Secuestró Año Viejo?” es desde lo lúdico, acentuando elementos que permiten al elenco de no-actores a entregarse a la escena con diversión al mismo tiempo que involucran a los espectadores dentro de la ficción, quienes no se debe olvidar son también miembros de la misma comunidad. Esto no implica una falta de rigor. Muy por el contrario, la puesta en escena se maneja con profesionalismo, desde el montaje y desmontaje en el que todos participan, hasta durante la representación, donde cada participante debe proteger la ficción en todo momento. Visualmente, los elementos que conforman la puesta en escena funcionan dando vivacidad a la propuesta, sorprendiendo a momentos como cuando se levanta una tela en una de las estructuras para revelar una tienda de abarrotes, o con la presencia de una máscara a semejanza del actor José Manuel Galván Leguizamo, actor profesional e invitado especial para esta obra encargado de darle vida al Año Viejo. Este elemento profundamente teatral crea un potente discurso en torno a lo que significan los años en nuestras vidas, los que vienen y los que se van, junto con las lecciones que nos dejan cuando es hora de quemarlos junto con el pasado.
“¿Realmente ha sido un mal año?”
El elenco va desde infancias de temprana edad, hasta personas adultas de más de 70 años, pasando por adolescentes y adultos jóvenes. Vecinos y amigos, madres e hijas, profesionales y amateurs se unen en el escenario para crear personajes y ficción, para entregarse sin miedo a la fuerza transformadora del teatro. Ya sea bailando y cantando, celebrando un número de la lotería, o lamentando que ya no aguantan un día más del 2025, a cada actante se le nota el placer de participar en esta historia que están compartiendo con su propia gente.
“Mi carne sólo está hecha de tiempo.”
La entrega al montaje que el taller de sensibilización artística ha conseguido en cada uno de sus participantes es más que evidente. Akemi Nahomi Montes de Oca Martínez, Alexandra Madrigal Aragón, Arturo Trujillo Mancilla, Dublín Ixchel Aragón Martínez, Erika Sánchez Hernández, Helena Antúnez Gutiérrez, José Ángel Montes de Oca Martínez, Lynn Isabella Cabrera, María de los Ángeles Martínez Martínez, Marian Rivera Rodríguez, Miguel Ángel Álvarez Castillo, Naomi Gabriela Martínez Mendoza, y Yotziri Sinai Álvarez Castillo toman el inmenso riesgo que implica tomar la escena y lo realizan con el corazón en las manos. Las más jovencitas, con su inocencia, juegan en el escenario con disciplina; los adolescentes, libres de pantallas en sus manos, se exponen sin miedo al público; los adultos, con el orgullo de haber superado un nuevo reto en sus vidas, crean ficción con la frente en alto y una sonrisa en los labios. Por su parte, el Maestro Topo, José Manuel Galván Leguizamo, con toda una carrera escénica a las espaldas, y una amplia experiencia en el teatro comunitario, da vida a año viejo con generosidad escénica creando farsa a partir de manipular su máscara, dando mayor peso y simbología a la obra.
“Nomás espero que me recuerden por lo bueno que les pasó.”
El domingo 30 de noviembre al mediodía llegó gran parte del elenco de “¿Quién Secuestró a Año Nuevo?” a la sede de Mulato Teatro para prepararlo todo para la función del día que se iba a realizar en la Ayudantía Municipal de la Colonia Pueblo Nuevo. Antes de partir, se armaron un par de mesas plegables a la entrada, se dispusieron sillas alrededor, se sirvieron gorditas de pollo, longaniza, chicharrón, frijol y requesón, al igual que agua de limón, todo provisto por la compañía teatral para su elenco. Todos nos sentamos a comer, la platica fluyó al igual que las risas, se pasaron salsas, crema y queso alrededor de la mesa y, en el más humano acto de compartir el pan, me quedó más que en claro lo que significa la creación artística en comunidad. Feliz 2026 Mulato Teatro y que viva el teatro comunitario.

DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: Quién Secuestró a Año Viejo
DRAMATURGIA: Jaime Chabaud e Ismael Rojas
DIRECCIÓN, ESCENOGRAFÍA, VESTUARIO Y LETRA DE CANCIÓN: Marisol Castillo
ELENCO: Akemi Nahomi Montes de Oca Martínez, Alexandra Madrigal Aragón, Arturo Trujillo Mancilla, Dublín Ixchel Aragón Martínez, Erika Sánchez Hernández, Helena Antúnez Gutiérrez, José Ángel Montes de Oca Martínez, Lynn Isabella Cabrera, María de los Ángeles Martínez Martínez, Marian Rivera Rodríguez, Miguel Ángel Álvarez Castillo, Naomi Gabriela Martínez Mendoza y Yotziri Sinai Álvarez Castillo.
PARTICIPACIÓN ESPECIAL: José Manuel Galván Leguizamo (Maestro Topo)
MUSICALIZACIÓN Y TALLER MUSICAL: Alberto Rosas
PRODUCCIÓN: MULATO TEATRO Y SISTEMA DE APOYOS A LA CREACIÓN Y PROYECTOS CULTURALES SACPC
DURACIÓN: 80 minutos sin intermedio.





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