POR EL MAR (aún si nosotras nos ahogamos)

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Para quienes desean emprender una travesía por agua a través del duelo, el exilio y la memoria.

POR EL MAR

(aún si nosotras nos ahogamos)

Por Juan Carlos Araujo
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas

“Todo lo que sigue acaba de suceder desde hace mucho tiempo.”

El sonido del oceano y los susurros de quien ya no está se escuchan por toda la casa. Quien la vende busca alejarse del dolor que, a un año de la pérdida, sigue siendo pulsante; para quien la compra, es la oportunidad de una nueva vida, alejada de quien quisiera tener entre sus brazos, o al menos que le conteste una llamada. Entre goteras, lluvias ligeras que son más bien torrenciales, una orquídea que se niega a perecer aun cuando poco a poco pierda sus hojas, una exiliada llegará de improviso para unir a tres mujeres enlazadas por una sororidad capaz de sanar cuando las heridas y las ausencias parecieran ahogarlas con la fuerza del mar.

“El desaparecer es resurgir en otro lugar.”

Escrita a partir de la muerte de su propia madre, cuyas cenizas fueron entregadas al mar, y en una búsqueda por crear un puente de comunicación artística a través del Mediterráneo para unir a Argelia con Francia, su origen y su nacionalidad, la dramaturga Anaïs Allais Benbouali escribió “Por el Mar (aún si nosotras nos ahogamos)”, obra que se estrenó en 2023 en Francia con gran recepción tanto crítica como por la audiencia. A partir de la unión casi fortuita de tres mujeres de distintas generaciones, cada una con su propia pérdida sobre la espalda, y del uso del mar y el agua como elemento de memoria, sanación y perdón, la autora hilvana una narrativa dolorosa, poética y conmovedora donde el primer paso para poder seguir adelante es el deseo de salvarse a sí mismas de sus propias sombras.




“Estoy aquí, tratando de acostumbrarme a mi propia ausencia.”

Desde las profundidades del mar donde ahora reposa rodeada de criaturas marítimas, la recién fallecida Lunya ofrece una onírica introducción al universo de la obra. Max ha llegado a la costa para empezar una nueva vida en una casa que pareciera demasiado buena para ser verdad. Su necesidad de soledad es un reflejo del peso que carga de todo aquello que ha dejado atrás, principalmente, su hija. Huda, dueña de dicha casa, e hija que aun no logra superar la pérdida de su madre, es una joven que está desesperadamente tratando de dejar el pasado atrás en lugar de reconciliarse con él. Assia ha huido de su tierra, de la violencia que no le permite ser, con la esperanza de que la ya fallecida Lunya pueda ayudarla. En su ausencia, las otras dos mujeres no tendrán otra opción mas que tenderle una mano, acogerla en una casa llena de goteras, de encontrar paz en compartir sus historias.

“Dejé una vida que no deseaba por una que desconocía.”

Claramente influenciada por Wadji Mouawad, autor de obras maestras como Incendios y Litoral y con quien trabajó de cerca en varios proyectos artísticos, Anaïs Allais Benbouali va estableciendo en “Por el Mar (aún si nosotras nos ahogamos)” tanto una progresión narrativa como una tensión dramática que promete una unión de todas las historias con la fuerza del mar que golpea las costas del Mediterráneo. Lo que en realidad entrega es un mar plácido, amoroso y pacífico, donde sus personajes emprenden un camino de auto confrontación y reconocimiento, donde respirar bajo el agua se antoja como posible cuando el peso que las ahogaba se ha abierto como cuando las puertas de un país se le abren a una inmigrante exiliada. A pesar de ser un tanto anticlimática, la belleza de las palabras, la poeticidad con que se entrelazan las anécdotas, y la complejidad de los personajes consiguen que la obra sea un abrazo al alma que se recompensa con sendos aplausos.




“Me dijeron que ella podía alojarme si alguna vez me encontraba en la mierda.”

Al centro se encuentra la recién adquirida casa de Max, espacio conformado por un marco de madera y un escenario giratorio con un piso de donde se abren varias trampas circulares donde se llegan a representar las goteras que abundan por el lugar. Cuando la tormenta cae sobre la vivienda, los relámpagos se muestran con una luz blanca por todo el marco de la casa, los truenos resonando por todo el teatro. En el fondo, una pared azul corrugada proyecta en alta definición imágenes de animales marítimos, de una madre muerta viendo a la lejanía, de manos que se entrelazan, cada una de ellas acentuando con precisión las escenas en que aparecen.

“Les dejé todo, pero no les dejé ninguna instrucción.”

Visualmente, “Por el Mar (aún si nosotras nos ahogamos)” es una puesta en escena que resalta la poeticidad y la naturaleza onírica y surreal del texto. Bajo la dirección de Rebeca Trejo, la casa que perteneciera a Lunya se transforma en una isla, un refugio para las tres mujeres, un espacio seguro cuando la lluvia torrencial que se muestra al fondo en alta definición pareciera obligar a las mujeres a reunirse una y otra vez como lo hacen las olas del mar. Esta belleza estética se consigue gracias al trabajo de escenografía e iluminación de Jesús Hernández, el diseño audiovisual a cargo de Karla Sánchez y Miriam Romero, y la música original y diseño sonoro por parte de Carlos Matus.




“Yo compré los muros, no la historia que venía incluida.”

Teté Espinoza crea a Lunya desde un lugar apacible, amoroso que refleja el plano existencial que ahora habita; en contraparte, Assia, interpretada también por Espinoza, es una mezcla entre lo desparpajado e imprudente y la rabia de una exiliada que no puede ser ella misma. Astrid Romo aborda a la joven Huda desde la fragilidad y la desesperación, una chica que sufre de ataques de pánico y que no puede aguardar el momento en que pueda huir para siempre de la casa de su madre, al mismo tiempo que es una bomba de tiempo esperando a explotar con todo ese dolor que embotella en su interior. Por su parte, Mahalat Sánchez como Max, se presenta como una mujer distante, enojada e incluso un tanto amargada, que pareciera sólo estar interesada en que la dejen en paz. Sin embargo, a medida que el agua la obliga a enfrenarse no sólo con otras dos mujeres quebradas, sino con su propio pasado, la armadura se va resquebrajando, hasta liberar a una madre frágil que es capaz de ser torbellino cuando se siente no invadida en su casa, sino en su vida privada.

“¿Quién se acordará del exilio que llevaba en el rostro?”

El elemento que lleva a “Por el Mar (aún si nosotras nos ahogamos)” al puerto de la contundencia radica en las interpretaciones del elenco conformado por Mahalat Sánchez, Teté Espinoza y Astrid Romo. El tono que Rebeca Trejo establece desde la dirección, uno de realismo contenido, libre de exacerbaciones emocionales, salvo cuando cada uno de los personajes tiene su catarsis, es comprendido a cabalidad por cada una de las actantes y realizado con esmero. Esto se percibe a manos llenas cuando, mientras una secadora de pelo hunde las voces de las mujeres, se hace un intento de platica casual entre las tres, escena que está cargada de tensión y sentimientos no expresados mientras se busca secar una chamarra. Una vez establecido esto, es de notar el doble papel que asume Espinoza, trabajo que entrega con verdad y fractura en ambos roles, y desplegando su versatilidad.

 “El océano hace que todo resurja a la superficie, sobre todo el pasado.”

Dicen que el duelo dura cuando menos un año. En mi caso, ya son más de 30 los que he tenido que vivir con la ausencia de mi padre, 10 desde que mi mejor amiga Maru se convirtió en memoria. En todo este tiempo, como olas del mar, me llegan momentos de melancolía, de duelo donde los recuerdos del pasado provocan un vacío en el presente. Sin embargo, el que ellos, y varias personas más que amé, ya no compartan esta realidad conmigo, no significan que no estén a mi lado, en una vela que prendo, en una medalla que siempre cargo, en mis recuerdos donde sus palabras aún guían mi camino.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Por el Mar (aún si nosotras nos ahogamos)

DRAMATURGIA: Anaïs Allais Benbouali

TRADUCCIÓN: Raquel Urióstegui

DIRECCIÓN: Rebeca Trejo

ELENCO: Mahalat Sánchez, Teté Espinoza y Astrid Romo

DÓNDE: Teatro El Granero Xavier Rojas dentro del Centro Cultural del Bosque.

DIRECCIÓN: Reforma y Campo Marte, detrás del Auditorio Nacional, Chapultepec.

CUANDO: Jueves y Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 horas. Hasta el 3 de agosto 2025.

CUANTO: $150. Aplican descuentos. Boletos en taquilla y en Boletos | POR EL MAR ( AÚN SI NOSOTRAS NOS AHOGAMOS ) | Centro Cultural del Bosque

DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con estacionamiento.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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