NOCHE DE REYES
Para quienes quieren aplaudir de pie una comedia de Shakespeare a manos de un autor.
NOCHE DE REYES
“Si la música es el alimento del amor… ¡tocad!”
El siempre traicionero océano ha dejado varados a dos gemelos en Iliria, una tierra donde las pasiones corren desmedidas y las identidades pueden ser fácilmente confundidas. Entre bufonerías y buena música, en medio de un enredo de faldas y pantalones invertidos, mientras dos hermanos juran que nunca habrán de encontrarse, un conde declara su fallido amor a una bella dama en duelo, un flemático sirviente será engañado hasta el ridículo y la comedia inmortal de Shakespeare se convertirá en todo un cabaret.
“Hoy verán al mundo en estas tablas.”
Viola está enamorada del Conde Orsino, quien a su vez ama a Lady Olivia, quien por su parte entregó su corazón a Cesario, quien en realidad es Viola disfrazada de hombre. Este exquisitamente divertido triángulo amoroso es el perfecto ejemplo del tipo de comedia de enredos que hicieron inmortal al bardo inglés William Shakespeare en este género. “Noche de Reyes”, considerada una de sus comedias más ligeras al carecer de algún tipo de comentario político o social y centrarse meramente en el tema del amor, es muestra absoluta de la habilidad del dramaturgo para hilvanar toda una serie de confusiones entre los nobles, al mismo tiempo que deleita con una trama paralela, igual de divertida, entre la servidumbre, representada magistralmente por el sirviente Marvolio.
“El viaje que estoy a punto de emprender no tiene nada de sensato.”
La adaptación que el también director Alonso Íñiguez aplica a “Noche de Reyes” es arriesgada y atrevida en el mejor sentido de la palabra. Convirtiéndola en un espectáculo meta teatral, donde la acción se desarrolla sobre un escenario construido en el mismo escenario del teatro, con toda una serie de números musicales, compuestos por el también actor Pablo Chemor, que potencializan tanto la situación cómica en la obra como las emociones que viven cada uno de los personajes, y transitando libremente entre tonos cómicos, bufonescos o satíricos, Íñiguez demuestra no sólo su profundo entendimiento de la obra de Shakespeare, sino también su capacidad dramatúrgica para llevar y manipular un arco dramático tan complicado como el contenido en este texto hasta sus últimas consecuencias con gran éxito.
“No es lo mismo el alma de un pato que la de un patán.”
Un columpio desde donde Lady Viola canta operísticamente sobre el amor, la corte del Conde Orsino plasmado en escena como un cabaret alemán de los años 30s, un bufón que remite a la comedia del arte mientras baila en un tablado y canciones de The Carpenters cantadas con la misma melancolía que un villancico sobre peces en el río. Apoyado por un exquisito y meticuloso trabajo de vestuario, iluminación y escenografía a cargo de Mauricio Asencio, así como del poderoso maquillaje diseñado por Anadia Buenrostro, el demente imaginativo presente en la mente del director Alonso Íñiguez consigue convertir a “Noche de Reyes” en un verdadero deleite visual que toma por asalto a los sentidos y no los suelta hasta el final de la puesta. Aunado a esto, el ritmo vertiginoso del montaje logra que cada una de las variantes confusiones a lo largo de la historia tenga su propio peso y gracia, pero jamás buscando la risa fácil del espectador, sino muy al contrario, apostando por su inteligencia y capacidad de atención. Esto no significa que no haya una serie de carcajadas a lo largo de la obra, principalmente a la aparición de unas mallas amarillas y unos tacones en pies masculinos que buscan seducir a un ama que nunca ha puesto la mirada en su enamorado pero muy engañado sirviente. Sin lugar a dudas, Alonso Íñiguez se levanta como una verdadera voz en la escena mexicana contemporánea, un aún naciente creador con el potencial de convertirse en un verdadero autor.
“Si esto fuera representado en un escenario, yo no les creería nada.”
Convertida en una Gorgona desparpajada que nunca pierde su sensualidad a pesar del luto que lleva por la muerte de su hermano, la actriz Majo Pérez encanta y arranca sendas carcajadas como una visión entre caricaturesca y fascinante de Lady Olivia, no sólo desplegando su capacidad vocal o para la comedia, sino para lograr cargar el peso de un complejo personaje shakesperiano con gran éxito. De igual manera es de aplaudir y admirar el enorme trabajo que realiza Carlos Aragón en el papel del sirviente Marvolio, al dejarse llevar por completo por la visión del director hasta alcanzar límites de comicidad asombrosos tanto en su originalidad como en su buena manufactura. También es digno de mencionar el sólido trabajo que alcanza Jacobo Lieberman en el doble papel de la criada María y el capitán de Barco Antonio, ambos papeles realizados con el nivel de compromiso y humor necesarios para la puesta. Finalmente, Adriana Montes de Oca sorprende en el papel de Fiestas, el bufón del Conde Orsino, desplegando todo un rango de capacidades histriónicas antes no explotadas en el escenario como podrían ser sus habilidades en clown, la danza, la comedia, la farsa y el cabaret, dejando en claro que estamos ante una verdadera actriz con la preparación necesaria para enfrentar de lleno cualquiera que sea el reto que se le ponga.
“Esta carta incita más a la risa que a la venganza.”
El resto del elenco en “Noche de Reyes”, conformado por Salvador Petrola, Antonio Alcantara, Sofía Sisniega, Pablo Chemor y José Ponce, hace buen uso de los recursos actorales que cada uno tiene a su alcance aun cuando se podría trabajar de manera focalizada e individual para elevar el trabajo individual a las alturas que alcanzan los actores arriba mencionados y la visión propuesta por la dirección. De tal manera es importante que una lágrima fácil no sea sustituto de un trabajo actoral más arriesgado, que la difuminación de género no se confunda con estereotipos ya superados en el siglo XXI, que el pretender estar borracho no sea sinónimo de aparentar sin la más mínima verdad, o dejar que una cara atractiva sea motivo para no estar al cien por ciento comprometido con el trabajo que se está realizando sobre el escenario. Una vez que estos puntos sean resueltos, la puesta en escena alcanzará alturas inimaginables.
“Si fueras una mujer, yo abriría mis brazos para que nuestras lágrimas se fundieran.”
Los juegos de género e identidad siempre serán excelente material para crear buen teatro, más aún si vienen de la mano misma del bardo. Sin embargo, cuando estos juegos caen en manos de un aun joven creador del talento que demuestra hoy Alonso Íñiguez, el potencial es infinito. Mis respetos y mi admiración Alonso, no por un gran trabajo, sino por los riesgos tomados con acierto, por las evidentes horas de trabajo que le has invertido a este proyecto, garantizando que saliera lo más cercano a lo perfecto, por tu evidente pasión al teatro y, sobre todo, por regalarme el mejor Shakespeare que he visto en el último año.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Noche de Reyes”
DRAMATURGIA: William Shakespeare
ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN: Alonso Íñiguez
ACTÚAN: Antonio Alcántara, Carlos Aragón, Pablo Chemor, Jacobo Lieberman, Adriana Montes de Oca, Salvador Petrola, Majo Pérez, José Ponce y Sofía Sisniega.
DÓNDE: Foro Shakespeare.
DIRECCIÓN: Zamora 7, Colonia Condesa. A dos cuadras de Metro Chapultepec.
CUÁNDO: Viernes 20:30, Sábado 18:00 y 20:30, Domingo 18:00 hrs
COSTO: $300 entrada general. Boletos en taquilla y ticketmaster.
DURACIÓN: 120 minutos con un intermedio.
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.