NEVERMORE Y OTRAS MANÍAS
NEVERMORE Y OTRAS MANÍAS
Tres infiernos producto de la mente humana, tres experiencias escénicas totalmente distintas, tres relatos de Edgar Allan Poe que son reinventados por la compañía teatral Teatro de la Rendija de Mérida, Yucatán en la puesta en escena “Nevermore y Otras Manías” de Humberto Chávez Mayol. Este singular montaje que interviene una vieja casona para convertirla en un espacio digno de pesadillas logra fascinar, provocar escalofríos o simplemente liberar a unos cuantos fantasmas con su atmósfera macabra.
Telas blancas donde se proyectan las palabras de Allan Poe y tres ánimas transitan libremente guiando a los asistentes y susurrándoles al oído el poema El Cuervo; el amor que siente Eageus por su prima y la obsesión que desarrolla con sus dientes en el cuento corto Berenice es escenificado a la luz de las velas; en una pequeña recamara, 15 espectadores armados de aparatos mp4 desde donde recibirán instrucciones encarnan a diferentes personajes y realizan una única representación interactiva de El Corazón Delator donde los gritos de culpabilidad de un asesino se entremezclan con el encuentro entre un muerto y su autor.
Bajo la dirección de Raquel Araujo, Erick Silva, Liliana Hesant y Virginia Rodríguez, “Nevermore y Otras Manías” es un recorrido por tres propuestas teatrales distintas para abordar la literatura de Edgar Allan Poe. El Cuervo es una instalación audiovisual, Berenice hace uso de una narrativa y escenificación más tradicional donde el público asume su rol pasivo como espectador y El Corazón Delator en directa oposición es teatro inmersivo y participativo que resulta a la vez divertido y original en la manera en que el individuo explora un espacio cargado de elementos e interactúa con ellos y con los demás presentes al mismo tiempo que forma parte de un todo donde nadie podrá contar la misma historia.
Ciertamente, abrir la representación con El Cuervo es un acierto. Escuchar entre telas transparentes el tecleo en una máquina de escribir y las palabras “nunca más” enchinan la piel y el de repente sentir unas manos que te toman por detrás para guiarte consiguen que uno entre de lleno a la fantasmagórica atmósfera. Sin embargo, dada la extensión del poema, el recurso llega a agotarse antes de tiempo, dejando a uno esperando en uno de los extremos de la instalación a pasar a la siguiente sala mientras termina de escuchar el poema.
Berenice es terror gótico tradicional en su literatura y en su montaje. La luz de las velas o de un cerillo crea un ambiente lúgubre de inmediato, mismo que se presta para un par de trucos de ilusión óptica que llevan al espectador a creer en la presencia de fantasmas dentro de la sala. El momento más destacable se halla cuando la actriz Liliana Hesant, encargada de darle vida a Berenice, trata con toda desesperación dirigirse a la luz de una vela mientras es arrastrada a la oscuridad por su amado en un trabajo actoral por su parte y de Erick Silva que podría sustentarse más en la fractura que en la apariencia.
Finalmente, lo que lleva a “Nevermore y Otras Manías” de una puesta en escena en espacios no convencionales a una experiencia teatral única está en la propuesta de El Corazón Delator. El crear de cada uno de los participantes en un actor ensimismado en su propio personaje contenido en las instrucciones y narrativa que recibe desde sus audífonos, la plétora de elementos a manipular como una puerta, una máquina de viento, un corazón sangrante o una esfera metálica, y el interactuar con los demás sin que el otro entienda del todo porque alguien está gritando, toca un brazo o va por el espacio con las manos extendidas abriendo y cerrando sus puños, resulta hipnótico y delirante en un experiencia lúdica sin igual. La pieza escénica aun se debe fortalecer para que lo individual trascienda y se pueda apreciar la historia completa que el colectivo está armando, lo cual añadiría una capa importante a la apreciación global del sangriento mundo que se está creando
Presentada en el Foro Monte León de la ciudad de León, Guanajuato dentro de las actividades de la 38 Muestra Nacional de Teatro y como parte de la línea curatorial sobre cuerpo y territorio, “Nevermore y Otras Manías” le respira vida a la literatura de Edgar Allan Poe y la vuelve teatro de la más alta manufactura.