
LOS ÚLTIMOS DÍAS DE JUDAS ISCARIOTE
Para quienes quieren asistir, en un barrio del Purgatorio, al juicio en contra del más grande traidor.
LOS ÚLTIMOS DÍAS DE JUDAS ISCARIOTE
“El mundo me dice que Dios está en el cielo y mi hijo en el infierno.”
Esperanza es el nombre del juzgado en Purgatorio donde se llevan a cabo los juicios que determinan si las almas ascienden al reino de los cielos, o se convierten en huestes del inframundo. La justicia debería ser expedita, pero en este lugar la burocracia es igual de ineficiente que en una delegación de la capirucha. Claro, ya con las firmas necesarias recabadas, incluyendo las del valedor que trae el llavero a las puertas del Paraíso, comenzará el proceso en contra de ese que cometió el peor de los pecados, que por 30 monedas de plata se vendió al sistema y apuñaló a su compa por la espalda. Es hora de que pase Judas Iscariote para ver si el barrio lo respalda.
“Mi cliente tiene derecho a ser juzgado.”
Desmitificar lo sacro, transformar lo bíblico a lenguaje populachero, cuestionar si a quien se responsabiliza de haber puesto a Jesús en la cruz es culpable o no y el recordarnos que aquel que esté libre de pecado que lance la primera piedra. Todos esto es parte fundamental de la premisa de “Los Últimos Días de Judas Iscariote”, una irreverente comedia de humor negro escrita por el dramaturgo estadounidense Stephen Adly Guirgis, y que tuviera una muy exitosa temporada en Nueva York en 2005.
“Deberíamos sentir pena por la gente que está en el infierno, ¿no?”
Para que la justicia se lleve a cabo, los abogados de la fiscalía y la defensa llaman a toda una larga lista de testigos. Mientras que Enriqueta Iscariote da fe del buen corazón de su hijo, Sigmund Freud explica como un suicida no podría ser propiamente responsable de sus actos. Por un lado, Simón el Zelote o María Magdalena dan sus versiones de los hechos que culminaron con una crucifixión, por el otro la Madre Teresa de Calcuta es llamada al estrado para hablar de la fe católica. Entre todas estas discusiones, Shakira, el negro de WhatsApp, los besos de tres y hasta Pimpinela serán una parte esencial de la conversación, misma que pareciera estar sucediendo en el barrio y no en un lugar sagrado.
“Yo sabía que lo que estaba haciendo Jesus era plan con maña.”
El aspecto que resalta de inmediato en la dramaturgia de “Los Últimos Dïas de Judas Iscariote” es la manera en Adly Guirgis sitúa la acción en un lenguaje marginal, de ghetto neoyorquino, abordando temas sacros con la más absoluta irreverencia y humor ácido. Es en este punto donde la adaptación a México realizada por Sebastián Silveti y Federica Rangel resulta admirable ya que transforma diálogos que se podrían escuchar en el Bronx o Queens de Nueva York a caló capitalino, al hablar esterotípicamente asociado a barrios bravos como Tepito. Una vez dicho esto, la estructura dramatúrgica de la obra resulta innecesariamente larga, empantanada a momentos en una nula progresión dramática, siendo que se busca abarcar una muy extensa gama de miradas sobre el acusado, todo para llegar a una conclusión potente, sin duda, pero que no requería del testimonio, y largos monólogos, de tan cuantiosa cantidad de personajes.
“El infierno no es más que la ausencia de Dios.”
Luego de que Santa Mónica, madre de San Agustín y representada como una ñora del barrio, discute con el público sobre cómo su hijo es un fregón que fundó la iglesia católica, ella se acerca amorosamente a Judas para abrazarlo, compartir sus lágrimas, y recrear La Piedad de Miguel Ángel en escena; la entrada de María Magdalena, Mari Maga pa los cuates, presenta a una mujer virginal, casi una santa, antes de que la mujer se abra sus ropajes para mostrar a una mujer empoderada y en nada avergonzada de su sexualidad. El Purgatorio es un universo en blanco y negro iluminado por leds que dan profundidad al escenario, donde una cuerda para ahorcarse cuelga de una pila de sillas de madera, y donde los ritmos de un electrorock punk suenan mientras que la madre de Judas se muestra con la boca cerrada por cinta.
“Cualquier Dios que condena a un enfermo mental no merece ser alabado.”
A nivel puesta en escena, la dirección de Marco Vieyra sobre “Los Últimos Días de Judas Iscariote” aborda el texto desde la mas absoluta seriedad, decisión que acentúa la comedia al mismo tiempo que equilibra el peso del tema a tratar. Igualmente, Vieyra le inyecta aspectos performáticos a su propuesta, donde se crean escenas de impacto visual como al momento en que todo el elenco se para frente a una larga mesa, todos viendo al frente, para realizar un cuadro que remite a la última cena, pero más relevante, al beso que condenó a Cristo a la cruz. Estéticamente, tanto el diseño escénico de Emilio Zurita como la iluminación de María Vergara crean un Purgatorio profundo, surreal, ausente de color, un espacio neutral donde no existe ni el bien ni el mal. A esto se suma el vestuario de Lumila Ramírez Troccoli quien hermana armónicamente el barrio con lo sacro, y la música original y diseño sonoro de Rodrigo Castillo Filomarino quien aporta un aire distópico a toda la propuesta.
“La fiscalía llama a Satán al estrado.”
El abogado Yusef El-Fayoumy está completamente comprometido con el caso, y hará todo lo que sea necesario para para llegar hasta el fondo de la historia del acusado, quien en todo momento se muestra como un hombre derruido por el peso de la culpa que carga sobre su espalda. Mientras que San Mateo es un mirrey que se digna a estar en compañía de los demás apóstoles, Satán es un pachuco que se las sabe de todas, todas. El discurso que lanza Poncio Pilate para explicar sus decisiones a momentos remite a una rutina de stand-up recibida con sendas carcajadas. En contraste, la madre de Iscariote es una mujer profundamente dolida por su pérdida, interpretada con el mismo nivel de verdad con que la sombra de Luzbel trata de arrancarle al alma a los presentes.
“¿De qué le sirve el amor de Dios a Judas?”
“Los Últimos Días de Judas Iscariote” cuenta con un amplio elenco conformado por Silverio Palacios, Enrique Arreola, Nailea Norvind, Luis Fernando Peña, Francisco Rubio, Mónica del Carmen, Michelle Rodríguez, Pedro de Tavira, Baruk Serna, Yessica Borroto, Sebastián Silveti y Federica Rangel. A pesar de resultados desequilibrados, resulta importante destacar el trabajo que realiza Francisco Rubio tanto como un abogado apasionado y como Jesús, ambos personajes interpretados desde un lugar veraz y profundo. Igualmente es digno mencionarse la capacidad de Michelle Rodríguez para poner sus habilidades en la comedia al servicio de sus personajes, la habilidad con que Enrique Arreola y Pedro de Tavira dan voz a distintas interpretaciones con clara diferenciación y construcción, así como el peso escénico que aporta Nailea Norvind desde la fractura emocional y la corporalidad.
“Usted cobró en plata, Sr. Judas, pero yo desperdicié en oro.”
“Los Últimos Días de Judas Iscariote” de Stephen Adly Guirgis, con traducción y adaptación de Sebastián Silveti y Federica Rangel, y bajo la dirección de Marco Vieyra se presenta de viernes a domingo en el Teatro Helénico hasta el 31 de agosto de 2025. Su elenco está conformado por Silverio Palacios, Enrique Arreola, Nailea Norvind, Luis Fernando Peña, Francisco Rubio, Mónica del Carmen, Michelle Rodríguez, Pedro de Tavira, Baruk Serna, Yessica Borroto, Sebastián Silveti y Federica Rangel.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: Los Últimos Días de Judas Iscariote
DRAMATURGIA: Stephen Adly Guirgis
TRADUCCIÓN Y ADAPTACIÓN: Sebastián Silveti y Federica Rangel.
DIRECCIÓN: Marco Vieyra
ACTUAN: Silverio Palacios, Enrique Arreola, Nailea Norvind, Luis Fernando Peña, Francisco Rubio, Mónica del Carmen, Michelle Rodríguez, Pedro de Tavira, Baruk Serna, Yessica Borroto, Sebastián Silveti y Federica Rangel.
DÓNDE: Teatro Helénico dentro del Centro Cultural Helénico.
DIRECCIÓN: Avenida Revolución 1500, Colonia Guadalupe Inn.
CUÁNDO: Viernes 20:00, sábado 19:00 y domingo18:00 horas. Hasta el 31 de agosto 2025.
COSTO: $720, $504 y $360. Disponibles en taquilla y Boletos para LOS ÚLTIMOS DÍAS DE JUDAS ISCARIOTE en Teatro Helénico
DURACIÓN: 165 minutos con un intermedio de 15 minutos.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking y estacionamiento.

Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.