LOS DESAPARECIDOS
Para quienes entienden que todos somos susceptibles de desaparecer en cualquier momento.
LOS DESAPARECIDOS
Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
El conejo lanza sus flechas y una mujer no vuelve a ver a su hijo jamás. ¿Dónde está? ¿Qué ha sido de él? ¿Acaso ha muerto o simplemente ha huido de casa? Preguntas que posiblemente nunca se responderán. El conejo carga con una pistola con la cual podría amedrentar o amenazar, el manco trata a su compañero como a un perro, la seductora lanza billetes al aire y una madre ve a la fotografía de su bebé con la desesperación de retener el recuerdo de quien ya no está a su lado. Almas de cara pintada de blanco, pero con los ojos enrojecidos por las lágrimas provocadas por el dolor que ocasiona una violación, el ultraje que se ha cometido a tantos, la angustia de que todo esto, por más que uno ría, no es gracioso.
Una de las más terribles realidades que vivimos actualmente en este país, sobre todo en el interior de la República donde las drogas y la corrupción se han permeado a cada rincón de la sociedad, es la muy real posibilidad de que algún ser querido salga un día a la calle y no vuelva a regresar, sin siquiera saber qué fue lo que sucedió. Las circunstancias de cuatro personajes totalmente distintos que desaparecen, así como el dolor de quienes siguen fielmente esperando a que regresen, es tratado con agridulce humor por el dramaturgo y director Luis López en su espectáculo clown “Los Desaparecidos”.
Sin ningún diálogo durante la puesta, López entremezcla con oficio y buen humor las historias de un joven despistado y enamoradizo, una madre que busca ser feliz a pesar de su pérdida, un hombre manco que no teme usar la fuerza para conseguir lo que desea y la de una chica que ha aprendido a sobrevivir en un mundo hostil gracias a su cuerpo. Cada uno de estos personajes serán víctimas de la tentación, la corrupción o el dolor a manos de un diabólico conejo que se encargará de llevar a cada uno de ellos terminar en el periódico, una cara y una descripción que no servirá de nada para que aparezcan. “Los Desaparecidos” es un texto complejo en su ambición, terrible y divertido a la vez en su construcción, una muestra del gran talento que reside en el dramaturgo, aun cuando un evidente engolosinamiento de su parte pueda provocar que la obra tenga una duración mucho mayor a la necesaria para contar la anécdota. Un trabajo de síntesis sería de gran ayuda para que la obra alcance su verdadero potencial y tenga el impacto deseado sobre el público.
Tomar una historia por demás dura y cruda y traducirla al lenguaje clown con una fuerte carga de humor no es tarea fácil, y es en este punto donde Luis López brilla en todo su potencial. “Los Desaparecidos” toma elementos clásicos del clown y los hilvana diestramente con lo desgarrador de la narración, produciendo una divertimento sostenido dentro de lo que debería ser una verdadera patada en el estómago. Ya sea con elementos tan sencillos como un baúl, una pelota, una zanahoria o un bien conocido truco de ilusionismo, o con el uso de imágenes tan potentes como el de una pistola, una horca o una carta de amor destrozada, el director aprovecha al máximo los limitados recursos con los que cuenta para que el espectador reciba, entre risas, el cruel mensaje de la obra. Ciertamente, el trabajo de síntesis en la dramaturgia podría ser igualmente aplicado a la dirección de la obra, dado que a momentos se siente una exacerbación de las características propias del estilo clown, llegando al punto de sentirse un tanto repetitiva. Una vez dicho esto, el trabajo es valioso, consiguiendo que los momentos duros de la obra sean impactantes gracias al contraste conseguido por el humor y, ciertamente, por la música en vivo interpretada por Bernardo Espadas, quien participa a momentos durante la obra.
Dominar un estilo de actuación donde se mezcla la técnica clown con algunos elementos de pantomima e incluso de comedia bufonesca no es fácil y el elenco que conforma “Los Desaparecidos” lo entiende y lo asume con arrojo, sobre todo por actores que normalmente no se ven en este estilo de teatro. Como resultado, cada uno de los integrantes de la puesta, conformados por Sandra Arcos, Briggitte Beltrán, Francesca Guillén, Oskar Ixta y el mismo Luis López logran resultados firmes y admirables, resaltando el trabajo femenino en la puesta que logra realmente expresar toda una mezcla de sentimientos a lo largo del espectáculo. De igual manera el trabajo de Luis López que sirve como eje de la obra es sólido, evidente resultado de su experiencia en este ámbito y de Óscar Ixta quien resulta refrescante en un papel tan distinto a los que se le ha visto anteriormente.
Más allá de Ayotzinapan y las mujeres de Juárez, este país vive una situación trágica e insostenible en relación a la desaparición de personas. Lejos de hacer política, el marco de inseguridad y violencia que vivimos hoy en día en nuestro país es una pena inmensurable que nos debe de importar a todos y cada uno de nosotros pues realmente no sabemos en qué momento podríamos ser víctimas de este tipo de crímen, ya sea en nuestra persona o en alguien a quien amamos. Por el bien de todos, por el de México, por toda una sociedad que adolece actualmente, debemos gritar a todo pulmón que ni uno más.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Los Desaparecidos”
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Luis López
ACTÚAN: Sandra Arcos, Briggitte Beltrán, Francesca Guillén, Oskar Ixta y Luis López.
MÚSICA EN VIVO: Bernardo Espadas.
DÓNDE: Espacio Urgente 1 dentro de Foro Shakespeare
DIRECCIÓN: Zamora 7, Colonia Condesa. A dos cuadras del Metro Chapultepec.
CUANDO: Martes 21:00 hrs.
COSTO: $150 entrada general. Boletos en taquilla y ticketmaster.
DURACIÓN: 105 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: El Foro Shakespeare no cuenta con valet parking, pero hay un estacionamiento a lado.