Para quienes buscan entrar en los oscuros rincones del final.

LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES

La jungla de concreto. ¡Qué imagen tan poderosa nos inspira esa frase! Hombres y mujeres luchando día a día para sobrevivir dentro de esta vorágine que es la ciudad. Pero, ¿qué hay de los que no lo logran? ¿Qué sucede con los que no tienen las herramientas suficientes para enfrentar esta pelea? El concreto es una piedra sólida, sí, muy sólida. Pero aún en ella hay grietas. A través de ellas se van algunos, algunos se pierden dentro de ellas.

“La Noche Justo Antes de los Bosques”, escrita por el dramaturgo francés Bernard-Marie Koltès y dirigida por Zaide Silvia Gutiérrez es un monólogo que nos lleva en un terrible viaje hacia la mente de una de estas personas , un “extranjero”, que se ha perdido, que se ha dejado devorar y que no tiene camino más que hacia su propia destrucción.

Abraham Vallejo es el encargado de llevar el monólogo sobre sus hombros y lo hace con absoluto arrojo. Haciendo uso de toda una serie de recursos en cuestión de lenguaje corporal, gestual y verbal, Abraham aprovecha su mejor herramienta para dar vida a su personaje: su mismo ser. Su cuerpo se convulsiona y transforma; su voz es la de unos ladrones de metro o la de una prostituta; su cara mostrará todo el enojo o toda la desesperación. Un trabajo exhaustivo que solamente podría criticar en un solo sentido: el público se beneficiaría de que hablara a momentos un poco más lento. Se pierde a veces el mensaje debido a la rapidez de su habla. Entiendo que esto es en respuesta a la velocidad a la que está funcionando la mente de su personaje, pero nunca debemos de olvidar que la teatralidad está en servicio del público. Aclaro que eso no afecta el disfrute o el entendimiento de la obra, sólo es una recomendación.

La noche es oscura. Las calles de la ciudad de noche lo son más. Unas cuantas luces bien plantadas, un gis, una llave de agua, una chamarra son los elementos necesarios para hacer de esta oscuridad algo más profundo. Y es que no sólo estamos en las calles de noche, no. Estamos en la mente del extranjero. Estamos siendo invitados a participar de su locura y de su cordura, de su dolor y su pasión, del inicio de su final. Una dirección que sabe lo que quiere alcanzar, haciendo uso correcto de tan solo un puñado de recursos.

No. Eso no es lo que busca. No le interesan las dádivas ni las limosnas. No quiere ser rescatado pues ya está más allá de serlo. No busca que lo saquen de donde está, ni quiere comida que sacie su apetito. Compañía. Un oído. Alguien que lo escuche. Alguien que se siente a su lado a escuchar su historia, sus ideas, sus deseos.

“La Noche Justo Antes de los Bosques” es un grito en contra de la soledad. Es un grito desesperado de ayuda para aquellos que se han vuelto invisibles a los ojos de todos los que caminamos por encima de las grietas. No es una obra de protesta ni de crítica social, sino un llanto humano por todos aquellos que han dejado de pertenecer y de existir. Para aquellos que no tienen ningún camino que seguir.

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)