HAMLET EN CARACAS
Para quienes entienden que hay algo podrido en Venezuela.
HAMLET EN CARACAS
“El señor presidente vendrá al estreno.”
En una semana es el estreno del montaje que podría iniciar con buena estrella la carrera de actuación de Arturo. “Hamlet, un Revolucionario” ha llamado la atención de las más altas esferas del poder y esta es la mejor oportunidad para demostrar que uno está a favor de la revolución socialista… o en contra. Entre apagones de luz, poca comida, una banca en la quiebra y comunicaciones colapsadas, las palabras del bardo de Inglaterra nunca han tenido mayor peso o relevancia.
“Hamlet es un personaje revolucionario.”
La situación política, social y económica que vive actualmente Venezuela es el marco sobre el que el dramaturgo y director Jesús Delgado construye “Hamlet en Caracas”. Esta propuesta escénica de paralelismo entre las palabras de William Shakespeare plasmadas en su más aclamada obra y la precariedad en la que se encuentra el país sudamericano resulta interesante y relevante en texto. La clara manera en que Delgado encuentra similitudes entre su país de origen y la Dinamarca shakesperiana en palabras de un joven actor homosexual y su familia que ha visto perder todo y a todos debido a la crisis que actualmente continúa es dolorosa y urgente dado el grado de realidad que conlleva.
“Los que te conocen sabrán que no son tus palabras.”
Varias canciones cantadas en vivo, una denuncia político-social, dramas familiares, traiciones, peligrosas tomas de decisiones y la aparición del fantasma del padre de Hamlet. A pesar de una sólida premisa y un desarrollo dramático bien logrado en la historia eje, la ambición del autor de “Hamlet en Caracas” es demasiado amplia, buscando cubrir más temas de los que la obra misma sostiene o debería de cubrir. De tal manera, la orientación sexual del personaje principal, la presencia de monólogos para cada uno de los actores y excesivas intervenciones de las palabras de Shakespeare llegan a empantanar un ritmo con la capacidad de fluir de manera libre y más potente para contar tan importante historia.
“Está muy clara la información que deben manejar.”
Tras tomar una postura política que le cuesta el papel principal en la obra de teatro próxima a estrenarse, Arturo se bate en una justa de esgrima con su amigo César a quien le han ofrecido tomar su lugar. En off, se escuchan los argumentos sobre los que aquellos en poder han decidido el futuro del joven actor. Teatro dentro del teatro, iluminación con velas o con intermitencias que marcan las fallas eléctricas en el país y escenas intercaladas de Hamlet con momentos casi costumbristas de una familia venezolana son algunos de los logros que consigue Delgado dentro de la dirección de “Hamlet en Caracas”. Sin embargo, el uso excesivo de la voz en off, que claramente no funciona cuando aparece el antes mencionado fantasma entre otros momentos, así como una cierta condescendencia con el espectador donde se tiene que evidenciar la pobreza de la familia, la traición de un amigo o cuántos billetes se necesitan para pagar el taxi como si no fuéramos capaces de entender a menos que nos dejen de manera más que obvia las situaciones, ensucian lo que podría ser un trabajo de mayor contundencia. Una vez dicho esto, se aplaude el trabajo de Delgado en la congruencia que marca y que mantiene desde un inicio en cuestiones de estética y por la forma en que su escenificación fortalecen la necesaria denuncia.
“Mi mente descansa cuando actúo.”
Mamá e hijo, desde su muy humilde casa en la capital venezolana, saludan, bailan y cantan para el hijo y hermano que ha huido de la miseria para hacer una mejor vida en el extranjero. Las fallas en la conexión a internet poco a poco van mermando el ánimo, hasta que mamá estalla en furia y desesperación atacando un radio que está en una mesa a lado. La honestidad que expresa Simona Chirinos en esa escena, al igual que cuando en un monólogo habla de su hija muerta, son claros ejemplos de la honestidad emocional con que se entrega al montaje de manera existosa. Sebastián Torres, a cargo del personaje principal, debe partir de esa verdad, de la fractura y no de la forma, para que su trabajo actoral sea igual de potente que el de Chirinos. De tal manera que el exquisito monólogo de Hamlet sobre ser o no ser tenga verdadera resonancia entre las butacas y no se lance desde el escenario con la forma adecuada, pero carente de fondo. El cuadro actoral lo completa Eduardo Treviño quien realiza un buen trabajo como el traídor César, siendo su monólogo con la icónica calavera el momento más destacable.
“Fui asesinado por luchar como tú, pero desde otra trinchera.”
La compañía de Grupo Teatral Emergente, liderada por Jesús Delgado, cumple 10 años de vida, de lucha, de expresar sus dolores y obsesiones a través del lenguaje escénico. Este, me atrevería a decir, es uno de sus montajes más personales, proveniente de un lugar doloroso y aun sangrante. Esta crítica y mis oraciones van este día a todos los que sufren en Venezuela por un régimen totalitario que ha sumido a esa gran nación en un estado de carencia. Sólo espero que México nunca se vea envuelto en una situación similar.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Hamlet en Caracas”
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Jesús Delgado
ACTUAN: Sebastián Torres, Simona Chirinos y Eduardo Treviño.
DÓNDE: Teatro Benito Juárez
DIRECCIÓN: Villalongin 15, Colonia Cuauhtémoc. Frente al monumento a la Madre.
CUÁNDO: Miércoles 6 y Jueves 7 de diciembre 2017, 20:00 hrs.
COSTO: $141 entrada general.
DURACIÓN: 80 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con valet parking o estacionamiento. Se encuentra enfrente del Monumento a la Madre.
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