ÉXTASIS PURO

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Para quienes entienden que la venganza de una mujer es un demonio que no descansa hasta encontrar la saciedad.

ÉXTASIS PURO

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Hay muchas posibilidades para iniciar una destrucción.”

Son varias las visitas que la reina Clitemnestra habrá de recibir en sus aposentos. El primero será un marinero de Troya con regalos, apetitos ferales y una misión personal oculta; le seguirán un par de demonios que le harán ver a la monarca las verdaderas intenciones que alberga en su corazón; por último, una visión de aquella que ahora infelizmente se encuentra a lado del gran conquistador Agamenón. En medio de tantas voces incendiando el alma de una mujer vilipendiada, una alfombra púrpura será la pieza clave para que una venganza y un acto de misericordia sucedan bajo el filo de un cuchillo blandido por la ira femenina.

“Todo lo que tiene que ver con Troya me da miedo.”

Luego de haber presentado el año pasado la obra Éxtasis Medea, la dramaturga Ximena Escalante continúa su exploración sobre la venganza de la mujer basándose en arquetipos femeninos griegos provenientes de las antiguas tragedias. La segunda entrega de su tetralogía Éxtasis lleva por nombre “Éxtasis Puro” y toma la fábula de Clitemnestra, Agamenón y la vidente Casandra para presentar un universo onírico/dantesco donde los demonios que habitan en la mente de una reina traicionada se manifiestan para llevar a cabo un derramamiento de sangre que traiga satisfacción a partir de hacer justicia.




“Nunca una reina está sola.”

Luego de enterarse que Agamenón, junto con su nueva amante Casandra, por quien dejó a Clitemnestra, están en camino, esta última planea cuidadosamente tanto su venganza contra el conquistador de Troya, como un acto de liberación sobre la incomprendida vidente. El maquiavélico plan es fraguado en la mente de la reina, pero se manifiesta en escena con la aparición de demonios y la misma Casandra a manera de visión. La premisa sobre la que Escalante construye “Éxtasis Puro” atrapa de inmediato la atención y la imaginación al adentrar al espectador a la psique misma de la protagonista. Sin embargo, una historia secundaria alrededor de un marinero troyano, quien falsamente pareciera tener un rol primordial en la venganza, y la criada de la reina no suma al eje narrativo de la obra. Asimismo, un ingenioso juego de desconfianza a la llegada de Agamenón a las puertas de la morada de Clitemnestra se sobre extiende al punto del agotamiento, rebajando al conquistador de Troya en un hombre inseguro al punto de lo lerdo, incapaz de mover un dedo sin que Casandra lo oriente, hecho que resulta inútil ante la incapacidad de la vidente de proporcionar una respuesta que le resulta satisfactoria. Estas decisiones dramatúrgicas diluyen la potencia de la tan atrayente premisa, y restan poder a un clímax con toda la capacidad de ser sobrecogedor de haber sido favorecido por un ejercicio de concreción.

“Estamos a tu servicio, no a tu capricho.”

Mientras que Clitemnestra descansa en una silla de jardín de madera, sus demonios se sientan al frente del escenario elevado de piso negro para explicar los siniestros planes de venganza. Al mismo tiempo, el marinero violenta sexualmente a la criada de la reina en una especia de danza seducción, que culmina con un deseo carnal por parte de la agredida mientras se encuentra en una pequeña alberca blanca del lado derecho del escenario. Sobre las paredes laterales del teatro se proyectan hojas verdes tropicales, reflejando parte del papel tapiz que se proyecta sobre siete paneles traseros. Al igual que la dramaturgia, la dirección que toma Benjamín Caan en “Éxtasis Puro” despierta la curiosidad en un principio, al usar ciertos elementos como un caballo de madera de juguete o una sandía para crear ciertos símbolos o desarrollar personajes. No obstante, varios elementos escénicos como los juegos de iluminación, el uso de una música que pareciera más apropiada para una farsa, o el sentar a personajes hasta el frente del escenario, hecho que impide que se les aprecie plenamente más allá de la primera fila, resultan oscuros en su interpretación o intención, por ende, debilitando la escena. De igual manera, el manejo de una envenenada alfombra púrpura resulta un elemento distractor al momento en que se emponzoña dentro de la alberca donde la criada está presente, sin que le pase nada, decisión que se repite cuando la reina en un momento la toma con las manos desnudas, igualmente sin consecuencias. Este tipo de decisiones finalmente rompen con la suspensión de la incredulidad, fino hilado que siempre se debe cuidar en toda puesta en escena.




“Confío en mis demonios.”

La reina Clitemnestra se presenta ante el mundo como un ser flemático a quien nada ni nadie le altera. Esta fachada se ve ligeramente resquebrajada a medida que el marinero troyano le habla de Agamenón, momento en que se le ve a la reina la mirada dolida, la quijada endurecida, sus manos se comienzan a retorcer y con un simple ah que sale de su boca deja expresar todo lo que le aqueja. Esta personalidad inquebrantable se contrasta directamente con la de Casandra, mujer que deja ver sus emociones a flor de piel, siendo su desesperación y frustración evidentes cuando confía en Clitemnestra todo lo que padece a lado de Agamenón. Donde “Éxtasis Puro” encuentra su mayor fortaleza se encuentra en un elenco encabezado por Maya Zapata y Samantha Coronel en los papeles femeninos principales arriba descritos, ambos interpretados desde un claro entendimiento de los roles y las emociones que se demanda se transmitan o se contengan. A su lado, es igualmente destacable la labor actoral de Itzhel Razo y Quetzalli Cortés como los demonios, quienes asumen esos papeles como si de siameses juguetones y perversos se tratara, decisión de dirección que aporta gran ritmo y vida al montaje. El resto del elenco se conforma por Alejandro Morales, Astrid Romo, y Rodrigo Virago.

“Tus intuiciones están contaminadas por ti mismo.”

“Éxtasis Puro”, segunda entrega en la tetralogía Éxtasis de la dramaturga Ximena Escalante, bajo la dirección de Benjamín Cann, y con las actuaciones de Alejandro Morales, Astrid Romo, Itzhel Razo, Maya Zapata, Quetzalli Cortés, Rodrigo Virago y Samantha Coronel se presenta de viernes a domingo en el Foro Lucerna. Su temporada será hasta el 3 de Marzo de 2024.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Éxtasis Puro

DRAMATURGIA: Ximena Escalante

DIRECCIÓN: Benjamín Cann

ELENCO: Alejandro Morales, Astrid Romo, Itzhel Razo, Maya Zapata, Quetzalli Cortés, Rodrigo Virago y Samantha Coronel.

DÓNDE: Foro Lucerna

DIRECCIÓN: Lucerna 64, Colonia Juárez.

CUÁNDO: Viernes 20:30, Sábado 19:30 y Domingo 18:30 horas. Hasta el 3 de Marzo 2024.

COSTO: $400. Disponibles en taquilla y Boletos para Éxtasis Puro | Detalle de fechas para Más Teatro y Culturales | Ticketmaster MX

DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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