EL FEO
Para quienes desean ver una farsa donde el culto a la belleza es llevado hasta sus últimas consecuencias.
EL FEO
“Usted no puede vender nada con esa cara.”
El señor Lette ha alcanzado un punto muy alto en su carrera al ser el inventor de una clavija para alto voltaje que podría revolucionar la industria. Sin embargo, por cuestiones que saltan a la vista, sería mucho mejor que alguien más presentara el producto en la próxima convención. La verdad, por más horrenda que sea, se ha revelado y es hora de que un especialista en caras tome cartas en el asunto y revolucione por completo la vida de Lette y de todos aquellos que decidan que quieren verse exactamente como él.
“¿Tenemos una relación acústica?”
Icónicos peinados como los de Farrah Fawcett, Mia Farrow o Jennifer Aniston fueron copiados por millones de admiradoras en sus respectivas décadas; hombres corren al gimnasio para verse como el último galán de moda mientras que las muchas mujeres desarrollan desórdenes alimenticios para verse como una de las tantas modelos tallas cero que caminan por las pasarelas. El culto a la belleza, en toda su ridiculez y desquiciamiento, es puesto en evidencia en la farsa “El Feo” del dramaturgo alemán Maruis von Mayenburg. En ella, un hombre terriblemente desfavorecido por la estética decide someterse a una cirugía plástica por demás invasiva, convirtiéndose en el modelo a imitar por todos. El resultado es una crítica mordaz a una sociedad que antepone la belleza sobre cualquier otro valor.
“Lo que haga con mi cara es asunto mío.”
Tras la exitosa cirugía y al encontrarse como el objeto del deseo de muchas mujeres, Lette tiene una cándida conversación con su esposa donde le expone las razones por las que ya no le puede ser fiel. Una vez que más hombres aparecen con la misma cara, la anteriormente resignada cónyuge encuentra consuelo en los brazos de alguien que, aunque no es su marido, se ve idéntico a él. La comicidad y la inteligencia en la dramaturgia de “El Feo” recae en diálogos y situaciones que podrían resultar inverosímiles, ridículas incluso, imposibles de imaginar por cuán exageradas son. No obstante, si el espectador es sincero, no son tan distantes de la realidad en la que se vive actualmente donde las personas invierten horas y horas en aplicar filtros a sus fotos de Instagram para verse mucho más “bellas” de lo que es la realidad. El espejo distorsionado que ofrece el texto va mucho más ella de lo que perciben los ojos, centrándose en aquello que llevamos dentro.
“Firme aquí que está dispuesto a renunciar a todo en su rostro.”
Un escenario en tonos grises y metálicos donde los únicos elementos presentes son dos sillas y una larga mesa. El resto del universo en el que existe la obra, desde una banana hasta toda una línea de ensamblaje, es creado a partir de movimientos precisos coreográficos y un diseño de audio que da vida a dichos elementos. Este recurso es llevado al extremo de lo caricaturesco cuando en la cirugía que transformará a Lette en el hombre más codiciado de la tierra se le aplican a su cara un martillo, un taladro industrial y toda una serie de herramientas que perfectamente podrían ser utilizadas en una aventura animada de Bugs Bunny. La propuesta de dirección de Víctor Weinstock en “El Feo” lleva la dramaturgia al terreno de la sátira y lo clown con resultados interesantes a momentos, hilarantes en otros, saturados y distractores en algunos. Apoyado por un trabajo de escenografía e iluminación por parte de Matías Gorlero y Félix Arroyo, uno capaz de crear una fría oficina y un cálido hogar en el mismo espacio con un preciso manejo de luces, y el diseño sonoro de Eduardo Villareal Molina, Weinstock asume una pretensión escénica arriesgada y ambiciosa, pero que finalmente se alcanza con éxito ya que logra enfatizar lo patético de la situación al mismo tiempo que exalta el humor. Ciertamente es necesario cuidar que la energía de la puesta no decaiga hacia el final de la historia, así como que el casi omnipresente juego con el audio no ahogue los diálogos o que las coreografías no sean más un distractor que un apoyo. Una vez dicho esto, se agradece una propuesta que toma riesgos, que explora y que no se conforma con meramente ilustrar un texto.
“¿Existe un rostro más perfecto?”
Una esposa amable y amorosa se convierte en una secretaria anciana, encorvada y con mucho movimiento de cadera al escribir en su máquina de escribir o en una exitosa empresaria de caminar afectado y una voz muy profunda. Un enfermero en un quirófano que pareciera ser Igor es también un homosexual muy afeminado o un afable asistente en la fabrica donde trabaja Lette. Más allá de la precisión en movimiento que la puesta en escena demanda, el elenco de “El Feo” se enfrenta a la necesidad de crear de toda una serie de personajes fársicos que sean distinguibles entre sí, ridículos en su esencia, divertidos en sus respectivas acepciones. En este tenor, tanto Karina Gidi como Sergio Bonilla alcanzan resultados que fortalecen la escena, potencializan el humor y se convierten en casi grotescas caricaturas de los seres que representan. Junto a ellos, Artús Chávez realiza un trabajo loable, divertido sin duda especialmente como el cirujano plástico, a pesar de tener ecos muy fuertes a personajes que el actor ya ha realizado en montajes anteriores. El cuadro actoral lo completa Reynaldo Rossano como el personaje titular, con una interpretación que debe de explorar más los puntos de conflicto de su personaje, encontrar un equilibrio entre la farsa y la verdad, para poder dotar de mayor peso a quien lleva la línea argumental.
“Lo que el bisturí cortó no se puede volver a unir.”
Me considero un hombre con buen sentido del humor, inteligente y con algo de cultura. Sin embargo, yo confieso que nunca me he sentido más seguro de mí mismo que cuando bajé más de 35 kilos de peso y empecé a ir al gimnasio. Es triste aceptar que gran parte de nuestra autoestima se basa en lo que vemos en el espejo, es patético ver un programa de televisión y desear vernos como el o la protagonista, es lamentable que una persona con una buena vida se considere menos por tener una gran panza. Así nuestra bella sociedad.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “El Feo”
DRAMATURGIA: Marius von Mayenburg
DIRECCIÓN: Víctor Weinstock
ACTÚAN: Karina Gidi, Reynaldo Rossano, Artús Chávez y Sergio Bonilla.
DÓNDE: Teatro Milán
DIRECCIÓN: Lucerna 64 esquina con Milán, Colonia Juárez.
CUÁNDO: Miércoles y Jueves 20:45 horas. Hasta el 20 de Junio de 2019.
COSTO: $350. Boletos en taquilla y www.ticketmaster.com.mx
DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera, así como las obras que se presentan en el Teatro Milán, dentro del mismo edificio.