EL FANTASMA EN EL ESPEJO
Para quienes quieren pegar de brincos en sus butacas con una divertida historia de terror.
EL FANTASMA EN EL ESPEJO
Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
“Yo no creo en los fantasmas.”
Llegó a Inglaterra desde América en busca de respuestas sobre sus orígenes y lo que encontró fue un misterio más oscuro que cualquier horror que alguna vez habría podido imaginar. Entre las páginas de un macabro libro se encierra una pavorosa historia de fantasmas, en el espejo hay una venganza esperando pacientemente para cobrar sangre y en las butacas de un teatro completamente sumido en la oscuridad, provocados por la repentina aparición de un pálido infante, los gritos están a punto de comenzar.
“No intento asustarlo señor.”
Dos historias, ubicadas en la Inglaterra de principios del siglo XX, que se narran de forma paralela en temporalidades diferentes pero que irremediablemente se unirán, una venganza deseosa de concretarse donde un niño muerto es parte esencial de la trama, apariciones sobrenaturales que arrancan gritos de terror de los personajes y algunos de los espectadores, y una buena dosis de suspenso. La dramaturga Susan Hill retoma la misma fórmula utilizada en su exitosísima obra La Dama de Negro (crítica en www.entretenia.com) para provocar una nueva serie de sustos y brincos en el público con su obra de terror gótico “El Fantasma en el Espejo”.
“La maldición debe romperse contigo.”
Quizás el mayor logro de Hill en “El Fantasma en el Espejo” radica en su habilidad para hilvanar un complejo argumento sobre un hombre que ha decidido emprender un largo viaje para encontrar respuestas sobre su genealogía con todos los elementos de suspenso necesarios para convertir la obra en una aventura de horror al más puro estilo de Edgar Allan Poe. A esto se le añaden toda una serie de giros de tuerca y una plétora de personajes secundarios que van desde lo simpático hasta lo caricaturesco, dando como resultado una historia, que a pesar de no ser de lo más original, es sumamente entretenida gracias a su capacidad de mantener la atención de los asistentes bajo la promesa de sustos que habrán de ocurrir.
“En medio de mis pesadillas recordé todo.”
Entre oscuros totales y una iluminación lúgubre, con una ambientación que transforma no sólo el escenario sino el teatro entero en un espacio digno de ultratumba, haciendo uso de un sistema de sonido que explota al máximo cualquier ocasión para subir los decibeles al máximo aceptable y aprovechando de manera eficiente la utilización de proyecciones de video en escena, “El Fantasma en el Espejo” es al mismo tiempo una sólida obra de teatro de terror, combinada con la estética de algunas películas del mismo género y una atracción de parque de diversiones. Bajo la muy eficiente dirección de Fernando Canek, el montaje aprovecha, casi al punto del exceso, la más mínima provocación para asustar al público, causando que brinque en sus asientos, ya sea en base a la trama o con divertidos recursos teatrales que sorprenderán a los asistentes a lo largo de toda la duración de la puesta. En la medida en que el espectador deje de lado el cinismo que pareciera caracterizar hoy en día al citadino y se deje llevar por el juego propuesto por la obra y se dé permiso de ser asustado, el nivel de entretenimiento será mucho mayor.
“Hemos pecado y estamos pagando nuestra culpa.”
Es cierto que la trama en “El Fantasma en el Espejo” gira alrededor de lo que les sucede a Lewis y James, quienes son interpretados con buena manufactura por Pablo Valentín y Juan Diego Covarrubias respectivamente, siendo ambos los encargados de provocarle escalofríos al espectador o contagiarles su pánico. Sin embargo, quienes realmente tienen oportunidad de divertirse a sus anchas encarnando a toda una colección de personajes tanto realistas como fársicos son Sergio Zaldivar y César Ferrón. Desde un bonachón marinero o un flemático mayordomo hasta un temeroso reverendo y un despreocupado aristócrata, cada una de las encarnaciones que estos dos actores asumen aportan, suman y fortalecen el trabajo de Valentín y Covarrubias en pro de lo que el montaje busca: asustar de manera sostenida al asistente. El cuadro actoral lo completa Alicia Paola quien, en un trabajo que le permite mostrar una diferente faceta de ella como actriz, consigue de igual manera interpretar desde a una loca desquiciada hasta una muy amable Lady Viola, con muy buenos resultados.
“Algunos lugares guardan recuerdos terribles entre sus muros.”
Yo confieso que me encanta ser asustado, ya sea con una muy buena historia de suspenso o con un simple grito bien dado en la casa del terror de alguna feria. La adrenalina que se libera, la respiración que se contiene y la inevitable risa nerviosa que le acompaña después son maravillosos recordatorios de que estamos vivos y que, por lo tanto, somos susceptibles de sentir miedo. “El Fantasma en el Espejo” ciertamente trata demasiado de asustar, incluso rayando en el abuso, pero las diversión que sentí durante cada uno de esos momentos en que, en la oscuridad más absoluta, esperaba a que repentinamente una aparición fantasmagórica me arrancara un grito de sorpresa es parte de un juego del que me encanta participar.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “El Fantasma en el Espejo”
DRAMATURGIA: Susan Hill
DIRECCIÓN: Fernando Canek
ACTÚAN: Juan Diego Covarrubias, Pablo Valentín, Sergio Zaldivar, Alicia Paola, César Ferrón, Mirián Reyes y Amárica Basurto.
DÓNDE: Teatro López Tarso dentro del Centro Cultural San Ángel.
DIRECCIÓN: Avenida Revolución 1733, San Ángel, enfrente de Avenida de la Paz.
CUÁNDO: Viernes 19:00 y 21:00, Sábados 18:00 y 20:00 y Domingos 17:00 y 19:00 hrs.
COSTO: $400, $300 y $200. Boletos en taquilla y ticketmaster.
DURACIÓN: 100 minutos con un intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking.