Para quienes entienden que la depresión es uno de los peores males de nuestra época.

EL EFECTO

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

“¿Qué haría una mente normal?”

¿Sin ganas de vivir? ¿Le angustia su existencia? ¿Siente que la tristeza lo embarga por completo robándole cualquier deseo de seguir adelante con su vida? Seguramente usted es víctima del mal que aqueja a la humanidad hoy día: depresión. Pero no se preocupe, la industria farmacéutica está trabajando arduamente para que esos sentimientos negativos salgan por completo de su cuerpo y mente. Claro que para lograr eso… primero se tienen que hacer toda una serie de experimentos para medir si de casualidad no existen algunos insignificantes efectos secundarios.

“¿Es el químico el que te hace sentir así?”

La experimentación en humanos, y las consecuencias que esto provoca, para poder lanzar un nuevo fármaco al mercado es el punto de partida de donde la dramaturga británica Lucy Prebble construye “El Efecto” una obra que busca darle cabida al amor en un mundo donde los antidepresivos son los que dictan los sentimientos de la gente. Ambientada en el interior de un área de investigación clínica, el trabajo de la autora transita entre una premisa fascinante que denuncia la dependencia de la sociedad en estos medicamentos y una perorata aleccionadora que busca concientizar al público sobre uno de los mayores males del siglo XXI.

“Yo puedo distinguir entre quién soy y un efecto secundario.”

Con tan sólo cuatro personajes, dos conejillos de indias que rompen constantemente las reglas establecidas por el experimento y dos médicos de ética cuestionable, “El Efecto” engancha de inmediato al espectador con una historia romántica entre tomas de medicinas y placebos. Sin embargo, el interés tiende a perderse debido a que los intereses de la autora se permean dentro de la dramaturgia provocando que la historia comience a girar en círculos constantes que buscan cambiar la conciencia del público con una denuncia social y no a través del conflicto dramático. Un trabajo de síntesis por parte del equipo creativo resultará de gran servicio a la teatralidad de una obra que tiene todo el potencial de ser una verdadera sacudida emocional.

“Gracias a ti y a las personas como tú, la cenicienta de la medicina llegó al baile.”

Escénicamente, la dirección que Gilberto Guerrero brinda a “El Efecto” resulta interesante y bien lograda sobre todo a nivel técnico por el sólido equipo de trabajo del que se ha rodeado el director. Tanto la escenografía de Yadira Cano, como la música original de Sergio Cano y la iluminación de Arturo Nava consiguen que la atmósfera asfixiante dentro de las instalaciones médicas donde sucede la obra sea convincente y hasta contagiosa sobre un público que puede llegar a sentir el mismo encierro del que son víctimas los protagonistas de la historia. A nivel tonal, la seriedad con la que la obra ha sido montada, aunado a un ritmo calmo y pausado, enfatizan el interés didáctico de la misma, hecho que podría rebajarse para poder dar un mayor hecho a la acción dramática que traerá, por consecuencia, la lección que tanto se quiere dar sobre los peligros de la depresión.

“Parece que perdí ocho horas del corazón de cada uno.”

Sin lugar a dudas el mayor atractivo para ver y aplaudir “El Efecto” se centra en las magníficas actuaciones de un elenco que verdaderamente deleita por su talento, honestidad y entrega al proyecto. Ya sea Enoc Leaño mostrándose como el más cínico de los médicos, Moisés Arizmendi buscando seducir a la mujer de quien se enamorará perdidamente al punto de perder su propia conciencia o Vicky Araico como una estudiante de psicología desesperadamente tratando de encontrar respuestas a un problema mucho mayor que ella, estos tres actores logran dar vida y sentido al texto, resultando en una verdadera ovación al término de la obra. Sin embargo, resulta imperativo destacar el trabajo de Natalia Traven como la doctora encargada del experimento, quien ofrece uno de los trabajos actorales más comprometidos que he visto este año, mostrándose vulnerable con la misma convicción con la que se deja llevar por la furia de sus intenciones.

“Somos cuatrocientos gramos de masa gelatinosa.”

Yo confieso que a los doce años sufrí de depresión clínica por un lapso de seis meses tras la muerte de mi papá. En ese tiempo dejé de hablar, dormía un promedio de veinte horas diarias y la única manera que tenía de alimentarme era vía intravenosa. Estar deprimido no es estar triste, es el cerebro dándole instrucciones al cuerpo de que se muera por una simple ausencia del deseo de continuar vivo. De ese entonces han pasado muchos años y sonrío al poder decir que hoy soy feliz con la vida que llevo. Sin embargo, sé que en mí existe el potencial de que algún día esa peligrosa instrucción salga de mi cerebro otra vez. Es por eso que trato de mantenerme activo, entusiasmado con cada nuevo proyecto que comienzo, completamente libre de fármacos.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “El Efecto”

DRAMATURGIA: Lucy Prebble

DIRECCIÓN: Gilberto Guerrero

ACTÚAN: Vicky Araico, Moisés Arizmendi, Enoc Leaño y Natalia Traven.

DÓNDE: Foro La Gruta dentro del Centro Cultural Helénico.

DIRECCIÓN: Avenida Revolución 1500, Colonia Guadalupe Inn.

CUÁNDO: Sábado 19:00 hrs.

COSTO: $200. Disponibles en taquilla y Ticketmaster.

DURACIÓN: 120 minutos con un intermedio de 10 minutos.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking. La Gruta es el espacio alternativo del Centro Cultural Helénico. Les recomendamos revisar su extensa cartelera.