EL ATASCADERO
Para quienes han sentido alguna vez un fuerte retortijón en medio del tráfico.
EL ATASCADERO
Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
“Mejor me hubiera ido por el segundo piso.”
Los segundos se convierten en minutos y nadie avanza. El tráfico de esta ciudad está cada vez peor y la paciente espera al compás de la música del radio se vuelve una verdadera tortura a medida que los minutos se transforman en una eternidad. Sin celular, con un tigre de peluche como única compañía, con las prisas de llegar a una primera comunión a la que ni siquiera quería ir y con los intestinos funcionando a todo vapor, una dama de sociedad, lo que hoy en día se ha llegado a conocer como una “lady”, dejará a un lado toda pretensión social y terminará como una fétida criatura que, por más que lo intente, no podrá escapar del embotellamiento.
“Nunca debí haber salido a hora pico carajo.”
El fastidio, enojo y hasta desesperación que se puede llegar a vivir en el interior de un automóvil que deja de moverse debido al desquiciante tráfico de la Ciudad de México es todo lo que necesita el afamado y reconocido dramaturgo Tomás Urtusástegui para construir “El Atascadero”, un cómico monólogo cargado de crítica social y política que meramente busca retratar y burlarse de una situación que todos vivimos a diario. A pesar de haber sido escrita en 1983, tanto en versión masculina como femenina, la obra continúa siendo tan vigente como entonces, ya que a la fecha no se ha conseguido encontrar una verdadera solución real al tráfico que existe en esta urbe metropolitana.
“Entre más nacos, más ruido.”
La vena cómica de Urtusástegui es indiscutible en un gran número de sus obras de teatro, su mordaz sentido del humor y su capacidad de retratar la realidad urbana y social de México son admirables. Sin embargo, “El Atascadero” cuenta además con la característica de utilizar elementos de humor físico, entrando al terreno de lo escatológico, que rara vez se llega a encontrar en aquellos que comúnmente son reconocidos como los grandes literatos de nuestro país. Es en esta capacidad de llevar al extremo una situación embarazosa, en este caso el simple hecho de querer ir al baño mientras se está atrapado en el tránsito, que Urtusástegui se luce demostrando que todo tipo de temas y estilos son válidos cuando se saben llevar con buena pluma al escenario.
“¿Quién habrá sido el idiota que diseñó el periférico?”
La dirección escénica de Mauricio Somuano para “El Atascadero” es sencilla, directa y sin mayores pretensiones que las de hacer reír al público con una situación que un gran número de capitalinos ha vivido en algún momento de su vida. Llevando la comedia en el texto a tintes exagerados que rayan en la caricaturización, Somuano busca complacer a los espectadores con la risa que se consigue a través de la sobre gestualización, el extremo más comúnmente encontrado en las farsas, consiguiendo convertir a la conductora del vehículo detenido en un ser ridículo y patético, más satírico que real. A nivel producción, resulta imperante realizar una revisión del diseño de iluminación que constantemente contamina la escena con sombras que obscurecen el rostro de la actriz.
“Me están dando ganas de ir al baño.”
Para poder actuar en “El Atascadero”, dentro de los parámetros propuestos por la dirección escénica, se requiere de una actriz que se encuentre libre de todo temor al ridículo y que esté dispuesta a llevar a su personaje hasta las últimas consecuencias. María Teresa Garagarza arranca carcajadas constantes del público en el papel de una mujer adinerada pero de muy poca clase, que con cada segundo que pasa con ella atrapada en el tráfico va perdiendo el estilo a pasos agigantados, al dejarse llevar por la desesperación y oligofrenia que le produce tal situación a su personaje. Garagarza divierte y hace reír gracias a la caricatura que ha creado de una “dama de sociedad”, sorprendiendo por la facilidad con la que se entrega a la comedia física que conlleva tratar temas tan poco delicados como la imposibilidad de mantener gases intestinales en el interior de su cuerpo por demasiado tiempo. Ya sea siendo seductora con un conductor vecino, viendo como una pareja se devora a besos en el coche de atrás o sudando frío por el terror de tener un “accidente”, Garagarza se deja llevar por completo por el único objetivo de la obra: hacer reír.
“Nunca me imaginé ser violada en el Periférico.”
Yo confieso que estando atrapado en el tráfico de la Ciudad de México me he rasurado, he leído capítulos enteros de alguna novela, he escuchado una multitud de audiolibros, me he gritoneado con otros conductores y he apretado con todas mis fuerzas mis tripas para evitar que ocurriera una desgracia en el interior de mis pantalones. Sin embargo, mi alma está en paz con la conciencia de que no soy el único que ha pasado por estas circunstancias. Esta ciudad es única y maravillosa, pero también caótica y desquiciante y ese es el precio que todos tenemos que pagar por vivir aquí.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “El Atascadero”
DRAMATURGIA: Tomás Urtusástegui
DIRECCIÓN: Mauricio Somuano
ACTÚA: María Teresa Garagarza
DÓNDE: Foro Actum dentro de Casa Actum
DIRECCIÓN: Héroes del 47 no. 9, Colonia Churubusco. Casi esquina con Tlalpan y a una cuadra de metro General Anaya.
CUÁNDO: Viernes 21:00 hrs.
COSTO: $150 entrada general.
DURACIÓN: 50 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking. Uno de los espacios escénicos más nuevos en la ciudad con una extensa cartelera.