Para quienes quieren disfrutar la clásica historia de amor y muerte con un giro contemporáneo.

DON JUAN

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

“Por donde quiera que voy el escándalo va conmigo.”

El comienzo fue una apuesta impía entre dos caballeros que igual matan a quien los injuria como seducen a cuanta dama se les cruza. La caída, un deseo insano por ganar a toda costa que elimina por completo cualquier sentido de la moral o de lo correcto, que se atreve a tomar como mujer a aquella que debía caminar hacia el altar para ser esposa de su enemigo, que no tiene reparo en mancillar a la más pura de todas. Su camino es el de la llama eterna, su única salvación se encuentra en el amor.

“Aquí está Don Juan Tenorio para quien quiera algo de él.”

Una de las historias más representadas en el teatro mexicano, desde montajes clásicos y puristas hasta versiones cómicas de lo más oligofrénicas, es Don Juan Tenorio de José Zorrilla. La inmortal anécdota de Don Juan y Don Luis, quienes hacen una fatídica apuesta para ver quién podía obrar mejor de peor manera en el transcurso de un año y que desemboca en un enfrentamiento entre el personaje titular de la obra y los fantasmas de todos aquellos que él mismo ha llevado a la tumba, se ha convertido en parte integral de la cultura pop nacional, un siempre presente referente en los días de muerto y una de las más grandes retos teatrales de llevar al escenario con una visión nueva e interesante que pueda atraer a nuevos espectadores.

“Yo os creía un libertino sin alma ni corazón.”

Bajo una propuesta que de inmediato remite a los años sesentas, a la estética de las películas de Federico Fellini y a los más grandes galanes de cine hollywoodenses, “Don Juan” es una nueva adaptación del texto de Zorrilla a cargo del también director de la puesta Juan José Tagle quien apuesta por una entrega clásica del texto en castellano antiguo pero fusionándolo con elementos escénicos visualmente atractivos e ingeniosos que llevan al eterno galán enamorado a ser parte de un número musical de cabaret, a participar en una rueda de prensa entre periodistas y fotógrafos hambrientos por tener la mejor toma o un balcón enmarcado por las letras de su mismo nombre.

“En poder mío resistirte no está ya.”

A pesar de un desafortunado trabajo de iluminación que es incapaz de vestir la propuesta de dirección que hace uso no sólo del escenario sino los mismos pasillos del teatro, “Don Juan” es una interesante exploración escénica por parte de Tagle que, una vez que alcance el ritmo necesario para una fluidez legítima sobre todo en el segundo acto, será capaz de llegar a públicos nuevos que buscan entender tanto el dramatismo inherente en el texto como su comedia capaz de arrancar verdaderas carcajadas sin sentir que están viendo una clase de historia o una burla del original sino una verdadera y honesta propuesta teatral que respeta su origen pero que se atreve a darle una nueva y original lectura.

“Si buena vida os quité, buena sepultura os di.”

Un punto interesante a destacar en “Don Juan” es un juego escénico entre Nacho Tahhan y Salvador Petrola, protagonistas de la obra, quienes cada función lanzarán una moneda al aire para definir quién se hará cargo de qué papel, ya sea Don Juan o Don Luis. En la función que asistí, Petrola se hizo cargo del primero, demostrando su capacidad de sostener una obra de tal complejidad y envergadura a pesar de carecer de una réplica de la misma calidad  en voz del personaje de Doña Inés. Por su parte, Tahhan deja en claro al encarnar a Don Luis que tiene lo necesario no sólo para sacar adelante su papel con éxito, sino de llevar el titular con los mismos resultados.

“¿Hasta los muertos dejan sus tumbas por mí?”

Una vez dicho esto, el verdadero deleite en “Don Juan” se encuentra en el sólido ensamble que apoya a los dos protagonistas. Ya sea Norma Angélica como Brígida dando una catedra en el escenario sobre cómo decir textos en verso con deleite y naturalidad, haciendo gala de una vena cómica espléndida, el siempre talentoso Jorge Ávalos como un bizarro escultor que pareciera existir en su propio universo o la bella María José Brunet encarnado a una Doña Ana que seduce y encanta como si fuera una estrella de la época dorada del cine americano, la gran mayoría de los participantes  de “Don Juan” llenan el escenario con su simpatía, talento y encanto.

“Tú arderas eternamente por tu desenfreno ciego.”

A pesar de ser un ávido adicto del escenario, yo confieso no haber visto más de tres versiones de Don Juan Tenorio a lo largo de mi vida, sobre todo a causa de un cierto hartazgo con la forma en que esta obra ha sido tan descaradamente explotada tanto por creadores serios como por “estrellas” de televisión. No obstante, encuentro un aire fresco y revigorizante en esta nueva propuesta, en este “Don Juan” que logra inyectarle vida a un texto que pareciera estar condenado a las llamas del infierno. El teatro clásico lo es por ser eterno, por tener mensajes que van más allá de la tumba, es sólo cuestión de encontrar ese montaje que consiga llegar a oídos nuevos.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Don Juan”

DRAMATURGIA: José Zorrilla

ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN: Juan José Tagle

ACTUAN: Nacho Tahhan, Salvador Petrola, Sofía Sisniega, María José Brunet, José Caballero, Norma Angélica, Jorge Ávalos, Ramón Cadaval, Santiago Zenteno, Ernesto Coronel y Patricia Yáñez.

DÓNDE: Teatro Helénico dentro del Centro Cultural Helénico.

DIRECCIÓN: Avenida Revolución 1500, Colonia Guadalupe Inn.

CUÁNDO: Viernes 20:30, Sábado 18:00 y 20:30 y Domingo 18:00 hrs.

COSTO: $400 Y $350. Boletos disponibles en taquilla y Ticketmaster.

DURACIÓN: 110 minutos con un intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking. Les recomendamos revisar su extensa cartelera.