DENTRO DEL BOSQUE

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Para quienes desean ver uno de los grandes musicales de Sondheim desde un ático donde los cuentos de hadas favorecen la comedia.

DENTRO DEL BOSQUE

Por Juan Carlos Araujo
Fotografías: Cortesía de la Producción

“Había una vez…”

El afán por tener un hijo pudiera parecer como un cuento de hadas, pero para un matrimonio de panaderos es una maldición que sólo podrá ser rota si acatan los deseos de una malvada bruja. Caperucita va a visitar a su abuela, al mismo tiempo que Jack intercambia su amada vaca por habichuelas; Cenicienta huye de un príncipe encantador mientras que Rapunzel lanza sus largos cabellos dorados por la torre en espera de que el verdadero amor trepe hasta su ventana. Cado uno de estos personajes de cuento tiene su propia aventura que atravesar. Sin embargo, una vez que alcancen su final feliz… verán como la sangre se derrama a pasos agigantados por todo el bosque encantado.

“Espero que no haya brujas por aquí.”

¿Qué sucede después del y vivieron felices para siempre? Esta pregunta es uno de los pilares sobre los que se erije “Dentro del Bosque”. Este musical de 1987, con libreto de James Lapine y música y letras de Stephen Sondheim, una de las figuras más importantes del teatro musical del siglo XX, y creador de obras maestras como West Side Story y Gypsy, conjunta a personajes de varios cuentos de los hermanos Grimm en una comedia con tintes fársicos que poco a poco se revela como una muy oscura, e incluso sangrienta, historia que pone en tela de juicio los cuentos de hadas que son contados a las infancias, poniendo al descubierto la inmensa violencia que se encuentra en sus subtextos. Con memorables canciones como Siempre hay alguien más, La última noche, o la apertura misma que establece el universo en que se desarrolla la trama, la obra revela que Caperucita, Cenicienta, Rapunzel, Jack y hasta los príncipes encantadores no son tan inocentes o buenos para siempre, que las brujas también tienen su propio bagaje emocional, y que los padres siempre cargarán una enorme responsabilidad en las fallas de carácter de sus hijes.




“Los afanes pueden acarrear conflictos, pero es mejor que no conseguirlos.”

En este mundo de fantasía todos los personajes tienen un deseo que los motiva, u orilla, a llevar a cabo las acciones que desatan al final una verdadera tragedia. Empezando por el panadero y su esposa, quienes tienen el más profundo deseo, o afán, de tener un hijo, y culminando con una gigante cuyo afán es el vengar a su esposo muerto luego de que Jack talara un tallo de habichuela mientras huía del monstruoso gigante tras robarle un arpa mágica. Tanto los diálogos como las canciones que conforman “Dentro del Bosque” manejan una complejidad lírica difícil de abordar para conseguir una traducción precisa que mantenga y respete la esencia del material original. En este punto, el trabajo de traducción y adaptación del también director Miguel Septién es admirable. Tanto en diálogos como en las complejas letras de Sondheim, muchas veces insertadas en canciones amelódicas, Septién consigue que el musical mantenga de lleno su encanto original. No obstante, es relevante menciona la elección de usar la palabra afán para traducir wish, la cual es acertada, aun cuando pueda resultar criptica para un público general que no esté familiarizado con este uso de la palabra. Esto se menciona más a manera de advertencia o de guía para quienes deseen ver la puesta en escena y puedan entrar con conocimiento de tan oscura referencia. Adicionalmente, es importante aplaudir tanto la dirección musical de Dano Coutiño como el diseño de audio de Miguel Jiménez. Ambos consiguen que la música de Sondheim reverbere por todo el teatro con potencia y belleza, al mismo tiempo permitiendo que se entiendan las letras de las canciones en gran parte de la obra.

“Dales el tacón y todo tendrá un final feliz.”

La escenografía remite a un ático en alguna cabaña de madera a donde llegan los actores para realizar la obra una vez que eligen sus vestuarios de unos percheros del lado izquierdo del espacio. Lejos de ser disfraces de Caperucita o de bruja malvada, lo que se ponen son elementos que remiten al personaje sin caer en la obviedad. De tal manera, las hermanastras de Cenicienta usan telas de color pastel sobre ellas, mismas que se voltean hacia la espalda para representar las capas de los príncipes encantadores que buscan los favores de Rapunzel y Cenicienta. Cuando los protagonistas se adentran al bosque, un cuadro de este se posiciona en un caballete en la parte trasera del escenario. La propuesta escénica de Miguel Septién a “Dentro del Bosque” establece la acción en un espacio metateatral que no es justificado, pero que igualmente crea un aura onírica que permite al espectador entrar en un estado de suspensión de la incredulidad. Mientras que la escenografía diseñada por Félix Arroyo permite jugar con una serie de objetos para resignificarlos dentro del universo de la obra, el vestuario a cargo de Giselle Sandiel crea guiños hacia personajes, unos más acertados que otros, destacando sin duda el trabajo que se hace para crear al lobo feroz a partir de poner la piel y la cabeza de dicho animal en cuatro actores masculinos que logran capturar la esencia de un depredador sexual en busca de su presa. Una vez dicho esto, se cuestiona la decisión de dirección de repetir una y otra vez elementos utilizados en montajes pasados. El usar pañuelos blancos para representar la muerte o el uso de linternas de mano como parte de la iluminación parecieran ser indicativos de una zona de comfort donde la exploración escénica no está presente.




“¿A nadie le importa que un gigante haya caído del cielo?”

Caperucita Roja puede sonar inocente e infantil con su voz aniñada, pero no tiene un problema a la hora de blandir un cuchillo a manera de amenaza; Rapunzel se presenta como una chica dark, pero su corazón está roto, más por sus carencias emocionales hacia su madre que por el afán de ser rescatada de su torre; mientras que Jack claramente habita un mundo de fantasía y de cuentos, Cenicienta pareciera estar cimentada en la realidad, lugar donde deberían de estar el panadero y su esposa, y no en una farsa. Tonalmente, “Dentro del Bosque” elige vivir en su entereza en una comedia con tintes de farsa, al menos en la gran mayoría de las interpretaciones actorales. Esta elección de dirección es pertinente y acertada a lo largo del primer acto, mismo que es el considerado como apto para todo público y que incluso se llega a presentar en escuelas sin la presencia del mucho más oscuro segundo acto. Sin embargo, es ahí, donde se continua la historia luego del felices para siempre, donde desde texto viene un cambio tonal en la trama, pero que en montaje no es totalmente llevado a cabo. Lo que debería ser trágico, patético o perturbador sigue causando risa entre las butacas, lo que provoca que mucho de la tesis e impacto del musical se diluya. De tal manera, una bruja que lamenta la muerte de su hija no es recibida con toda su potencia, la confesión de un príncipe es motivo de carcajadas y no de impacto, incluso habiendo muertes en la historia que son recibidas casi con indiferencia. Sin embargo, esto no demerita el trabajo interpretativo y vocal de gran parte de un elenco de enorme talento conformado por Eduardo Siqueiros, Jimena Parés, Flor Benítez, Alberto Lomnitz, Luisa Cortés, Alain Peñaloza, María Perroni Garza, Gaby Castillejos, Prudence, Andrés Elvira, José Grillet, Cinthya Annel, Eva Padrón, Bru Uribe, Sofía Tovar y Héctor Berzunza (alternando funciones). A pesar de un desequilibrio entre los géneros en que habitan los personajes, algunos en comedia, otros en farsa, y unos más cimentados en el realismo, casi todos los intérpretes habitan sus personajes desde la verdad, con un loable rango vocal y dicción capaz de abordar las complejas canciones de Sondheim exitosamente.

“Cuida el hechizo que lanzas al mundo.”

Todas las historias están condenadas a la tragedia. Los cuentos de hadas acaban en felicidad absoluta porque saben cuándo dejar de contar la historia. Es aquí donde “Dentro del Bosque” plantea grandes preguntas sobre las acciones que llevamos a cabo en busca de la tan añorada felicidad, ya sea mutilando cuerpos para entrar en un zapato, robando y matando por ganancia económica representada por una gallina de los huevos de oro, o quitándole a un niño aquello que más ama por la idea de un hijo que ni siquiera se está completamente seguro de querer. Sí, todas las historias están condenadas a la tragedia, pues todas y cada una de ellas terminan con la muerte. Más eso no significa que no sigamos buscando nuestro y vivieron felices por un rato mientras sigamos con vida.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Dentro del Bosque

LIBRETO: James Lapine

MÚSICA Y LETRAS: Stephen Sondheim

TRADUCCIÓN Y DIRECCIÓN: Miguel Septién

DIRECCIÓN MUSICAL: Dano Coutiño

ELENCO: Eduardo Siqueiros, Jimena Parés, Flor Benítez, Alberto Lomnitz, Luisa Cortés, Alain Peñaloza, María Perroni Garza, Gaby Castillejos, Prudence, Andrés Elvira, José Grillet, Cinthya Annel, Eva Padrón, Bru Uribe, Sofía Tovar y Héctor Berzunza (alternando funciones).

DÓNDE: Teatro Milán

DIRECCIÓN: Lucerna 64 esquina con Milán, Colonia Juárez.

CUÁNDO: Viernes 20:00, Sábado 19:30 y Domingo 17:00 horas. Hasta el 27 de Julio 2025.

COSTO: $1200 y $800. Boletos en taquilla y Boletos para Dentro del Bosque | Detalle de fechas para Obras de teatro | Ticketmaster MX

DURACIÓN: 180 minutos con un intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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