DEN STARKARE
Para quienes quieren ver una versión contemporánea y meta-teatral del clásico de Strindberg.
DEN STARKARE
“El cartero me ha traído una carta de mi mujer.”
La tercera llamada está a segundos de darse y el director declara ante todos que tiene una carta de su mujer en sus manos. Una iracunda y embriagada tormenta está por desatarse. El telón se levanta y la obra comienza. Sin embargo, la realidad y la ficción están por difuminarse. La traición y la mentira han provocado que el dolor de una mujer de sociedad ficticia trascienda la escena y lo que estaba planeado como un monólogo dramático sueco se convierta en la revelación de un secreto que ni los tulipanes ni el chocolate podrán ya ocultar.
“No hay nada como el hogar… después del teatro claro.”
Considerado como uno de los monólogos femeninos más icónicos en la historia, La Más Fuerte del dramaturgo sueco August Strindberg es una poderosa confrontación entre una mujer que se ha visto obligada a pretender que su vida no está basada en una farsa y su perenemente silente rival. Escrita en 1889, esta irónica y fascinante visión sobre el matrimonio y sus mentiras, la capacidad de autoengaño y la capacidad de una mujer de soportarlo todo ha provocado un sinnúmero de adaptaciones, montajes y propuestas a lo largo de los años que exploran las diferentes dimensiones de las dos mujeres que conforman la obra a quienes el autor meramente nombra señora X y señorita Z.
“Me duele al final verte tan sola, ¿sabes?”
Durante una representación de la obra de Strindberg, una esposa furiosa y un tanto alcoholizada irrumpe la escena para confrontar a su marido y a una de las “actrices” con exactamente las mismas palabras que han sido escritas para la señora X. Una obra de teatro se realiza sobre el escenario de otra, mientras el director observa nervioso desde las butacas. “Den Starkare” (título original en sueco del monólogo) es una interesante y original versión libre de La Más Fuerte a cargo del también director Luis Trujillo quien lleva la anécdota al terreno de la metateatralidad. Con la inclusión de unos cuantos diálogos que aluden al efecto de estar haciendo teatro dentro del teatro y llevar la anécdota a términos que en la actualidad podrían ser más escandalosos, Trujillo le aporta una nueva lectura y original lectura a una obra escrita hace más de 100 años.
“¿Por qué no dices nada?”
Con el escenario dividido entre un camerino y el supuesto café donde se da el fatídico encuentro entre las dos mujeres, con el diálogo siendo increpado hacia el marido, la traidora y la actriz representándola a ella, y con una transpolación al presente establecida por la presencia de unos cuantos elementos de utilería bien utilizados, “Den Starkare” resulta un sólido montaje que provoca interés en el público en general y una cierta fascinación sobre los que conocen el original y que van descubriendo los varios cambios realizados sobre este, tanto en texto como en propuesta escénica. A pesar de un ritmo que todavía debe solidificarse y una iluminación que a momentos llega a distraer más que a aportar, el trabajo visual en la dirección de Trujillo es afortunado y de buena manufactura.
“En esa batalla tú perdías cuando yo ganaba.”
Furiosa ante el engaño, con su rabia alimentada por el alcohol que ha consumido y que la mantiene tambaleándose durante la obra entera, una actriz vocifera su sentir a todo pulmón. El entender el enojo como sinónimo de gritar, así como reducir al personaje principal en una mujer que se ha pasado de copas, son dos desafortunadas decisiones que toma el director y que impactan directamente sobre el trabajo actoral de Borinquen Muñoz restándole elegancia y matices a su interpretación. La capacidad de Muñoz no está en duda, se demuestra en la verdad que transmite con su mirada, con las sinceras lágrimas de incredulidad que derrama ante su patética realidad. Sin embargo, su trabajo crecerá profundamente en la medida en que se exploren con mayor detenimiento las distintas formas en que el personaje podría expresar sus sentimientos de una manera que no sea vociferando a todo pulmón la obra entera. Por otra parte, es digno de mencionar el buen trabajo que realiza Rocío Vázquez como la silente actriz que iba a interpretar el mismo personaje, quien no deja de expresar con la mirada su sorpresa ante la casi surreal situación en la que se encuentra. El elenco lo completan Javier Noriega y Oscar Olivares.
“Gracias por haberle enseñado a mi marido a amar.”
Yo confieso que a los dos minutos de haber empezado “Dan Starkare” un cierto rechazo me sobrecogió al darme cuenta de los cambios que se le estaban haciendo a la tan memorable obra de uno de los más renombrados dramaturgos del siglo XIX. Con gusto también confieso que poco a poco me fui interesando, me sentí atrapado por la propuesta, por una lectura atrevida, fresca y actual que aporta y propone en vez de meramente escenificar. Esta puesta en escena a cargo de la aún joven compañía teatral Escénica Mexicana Internacional no es perfecta. Sin embargo, es una sólida muestra de grandes cosas por venir. Que la búsqueda y la exploración continúe, que sigan haciendo mejor teatro con cada nueva apuesta.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Den Strakare”
DRAMATURGIA: August Strindberg
VERSIÓN LIBRE Y DIRECCIÓN: Luis Trujillo
ACTUAN: Borinquen Muñoz, Rocío Vázquez, Javier Noriega, Christian Carballido, Diana Contreras y Oscar Olivares (alternan funciones).
DÓNDE: Sala B de La Teatrería
DIRECCIÓN: Tabasco 152, Colonia Roma.
CUÁNDO: Sábados 20:00 y Domingos 19:00 hrs. Hasta el 11 de febrero.
COSTO: $250. Boletos en taquilla y www.lateatreria.com
DURACIÓN: 50 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.
[AFG_gallery id=’603′]
1 Comentario