EL NAHUAL
Para quienes quieren descubrir lo que la nota roja no dijo sobre el güerito que vendía pistaches y cigarros.
EL NAHUAL
“Cadáveres que ya habían fallecido son encontrados sin vida.”
En el Hoyo todos saben que en cualquier momento uno puede aparecer en el periódico, a veces hasta en la primera plana. Sin embargo, ese día en que el desgraciado del Chuy decidió cambiarles el número a los cuartos de la vecindad en toda la prensa reportaron seis muertos… no siete. Ni en el Alarma, ni el Gráfico. Tampoco en la Prensa, ni siquiera en el Metro. En ninguno de los tabloides de la ciudad reportaron que en ese barrio olvidado de Dios hay una nueva ánima rondando el metro, yendo al cine y chillando por la sangre que se derrama a diario sin que nadie se entere.
“Te traemos un recado de la catrina cabrón.”
Tras descubrir con sorpresa que ha sido asesinado de manera impune, un ánima describe su nuevo estatus de fantasma dejando muy en claro que su situación es completamente diferente a la que se vio en el cine en esa película con Demi Moore. Con un humor profundamente oscuro y ácido, combinando con destreza la denuncia con la sátira, pero sobre todo con gran inteligencia, el dramaturgo y actor Carlos Talancón presenta “El Nahual”, un monólogo que sin duda arranca risas al mismo tiempo que pone sobre la mesa el horror que se vive todos los días en los barrios perdidos de la Ciudad de México.
“Ahora resulta que yo era el responsable de todas las maldiciones del Hoyo.”
Ya sea confrontando al público directamente sobre películas de terror, debatiendo sobre criaturas místicas malditas de tiempos anteriores a la conquista, recordando lo que pudo haber sido un primer amor o teniendo una plática con el Pipis, “El Nahual” resulta, a pesar de caer a momentos en una narraturgia episódica, ágil en su contar, fascinante en la sutil manera en que toca temas escabrosos y admirable en el casi realismo mágico con el que aborda el tema de los seres de ultratumba que aun pululan en las calles. Es evidente que Talancón entiende su oficio como dramaturgo, encontrando un nicho muy particular donde lo común y corriente se fusiona con lo místico, como también se vio en su muy exitosa obra “La Cría”.
“Luego esos que tienen cara de buena gente, esos son los peores.”
Una sábana que cubre el cadáver de una inocente víctima se convierte en un puppet de mano o en el rebozo con que se cubre la cabeza la madrina del occiso; una iluminación bien colocada que es capaz de crear distintos ambientes por la bien llevada manera de ser aprovechada; un agujero omnipresente en el vestuario que le recuerda en todo momento al público que esta historia viene de boca de alguien que murió a manos de una traición. Cada elemento escénico utilizado en “El Nahual” es usado de manera imaginativa y creativa por el director Luis Alcocer Guerrero tanto para fortalecer el texto y permitir un buen flujo del ritmo, como para vestir la escena elegantemente con un diseño sonoro y musica original compuesta a cargo de Rodrigo Castillo Flomarino mientras, entre muchos otros momentos, que se habla de los fantasmas de una quinceañera y sus chambelanes, todos ellos asesinados a manos del crimen organizado. Si aún es cierto que se podrían explorar mayores variaciones tonales en la propuesta para robustecerla y que no caiga el montaje a momentos en meramente la exposición de diversas situaciones, la propuesta de Alcocer es exitosa gracias a que claramente comparte la misma estética de Talancón, formando una estupenda mancuerna.
“Lo que más nos molesta a los muertos es no tener el don de la venganza.”
El muerto les cuenta a los asistentes sobre todas las cosas que hizo al descubrirse sin vida. Manejar el metro, darle zapes a su madrina, ir al cine o por fin admirar el espectáculo de la Rubí Candente desde un punto preferencial del escenario, entre muchas otras cosas. El verdadero reto en “El Nahual” se encuentra en la forma en que se debe abordar el texto a nivel actoral para que sea posible transitar libremente entre la comedia y evidenciar la violencia, entre la seriedad de tratar de contener un chillido de dolor e interactuar con el público de manera desfachatada. A pesar de ser importante una exploración de matices para darle una mayor dimensión no sólo al güerito de ojos verdes que vendía pistaches y cigarros sino a todos y cada uno de los diversos personajes que interpreta, Carlos Talancón entrega una actuación con resultados más que solventes que consigue que el espectador se divierta enormemente, participe con cierto tiento y se deje impactar por un final con la capacidad de congelar la sangre.
“Lo que se nos va con la vida es el deseo.”
Me duele pensar en todas las ánimas que pululan la Ciudad de México. Me aprieta el corazón pensar en todas esas lágrimas que se han derramado por la violencia, por la insaciable sed de poder o de dinero, por el cáncer de este país llamado corrupción. Me llena de rabia saber que cada día son más y más los fantasmas que deambulan las calles sin poder descansar. Tenemos que cambiar, tenemos que ser mejores, tenemos que encontrar alguna manera de que “El Nahual” sea una pieza de absoluta ficción y no el reflejo escénico de una lamentable y asquerosa realidad.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “El Nahual”
DRAMATURGIA: Carlos Talancón
DIRECCIÓN: Luis Alcocer Guerrero
ACTUAN: Carlos Talancón
DÓNDE: Foro Shakespeare
DIRECCIÓN: Zamora 7, Colonia Condesa
CUÁNDO: Viernes 20:45 hrs. Hasta el 27 de Abril.
COSTO: $200 entrada general. Aplican descuentos. Boletos en taquilla y en www.redticket.com.mx
DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.
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