Por Juan Carlos Araujo | 17 octubre, 2013 0 Comentarios

Para quienes están adictos a facebook, whatsapp, twitter, instagram, foursquare…

CHEKA TU MAIL

 

“Estoy encantaaaaaaaaaaaadaaaaaaaaaaaaaa con mi nueva computadora.”

 

A mí me ha pasado. No una, no dos, muchas. Estar malabareando entre un chat y otro en el whatsapp y de pronto mandar un mensaje a la persona equivocada. A veces he mandado un correo con la dirección que no era, o  se me ha ido algún comentario que no debí poner en Facebook. ¿A todos nos ha pasado, que no? ¿Qué no es una de las típicas circunstancias con las que tenemos que lidiar en nuestra moderna era tecnológica?

Pero… ¿qué pasa cuando el mensaje en cuestión es enviado por error a la amante y no a la esposa? Eso es lo que le sucede a Matías y la premisa de una de las últimas propuestas de Ocesa en “Cheka tu Mail”.

“Estoy viendo el iconito que dice que estás conectado.”

 

Matías le mandó un mail por error a su esposa. Ella se lo reenvía a su mejor amiga, Mariana, para discutirlo, mientras que Matías hace lo mismo con Gabino. Mariana logra contactar a Estela, la amante en cuestión, y se hace pasar por Matías para cobrar venganza. Cuando a Ximena, la esposa, le envían imágenes del engaño, adjuntas en un correo más, le manda un mensaje a Matías para decirle que no quiere verlo más. Muchísisisisisisimos mensajes más, la obra termina dejándonos tema de plática para la cena o con algún amigo por chat.

“Fue una pésima idea mezclar el chorizo con la chuleta.”

 

Montada en tono de farsa, aun cuando en verdad es una comedia de enredos, “Cheka tu mail” es una obra que me atrevería a llamar epistolar por el hecho de que toda la acción se desarrolla por medio de mensajes, correos electrónicos y demás recursos tecnológicos que tenemos a nuestro alcance. Los actores no tendrán interacción directa entre ellos, ya que siempre estarán viendo a sus pantallas, monitores  o tabletas. Más o menos como ya sucede en todas partes, ¿que no?

“Despacio, que no soy inteligente.”

 

El humor de “Cheka tu Mail” es bueno a veces, un tanto zonzo a momentos y simplemente genial en unos más. No soy fan de los chistes locales pero confieso que a la cuarta referencia de Elba Esther Gordillo me estaba riendo mucho. Tristemente, los mejores chistes de la obra, a mi parecer, caen en oídos sordos pues no los termina de entender el público en general. Un homenaje a “Who’s on First”, considerado el chiste más famoso en la historia y hecho famoso por Abbott y Costello, es directamente homenajeado y, mientras yo me ahogaba de la risa, la mayoría de los asistentes no parecían terminar de entender. Lo siento, “no puedo explicarte”. De igual manera, no estoy seguro de que todos entiendan lo que hace el Ribotril, pero para quienes lo saben, se van a reír mucho. Eso sí, en cuanto la Rosa de Guadalupe es mencionada, todos los asistentes rieron muchísimo. Esto no es una crítica a la obra, sino al nivel cultural de los asistentes.

“Busco pareja punto com, se puede ir al carajo punto com.”

 

Esta comedia de enredos funciona a partir del ensamble comandado por Enrique Chi, Yolanda Ventura y, en la función que vi, Violeta Isfel, en los papeles de Matías, su incrédula esposa Ximena y la perra de su amante Estela, respectivamente. Gerardo González e Irene Moreno como los amigos Gabino y Mariana completan el elenco de manera más que adecuada. Un ritmo vertiginoso es manejado por todos, donde queda claro que un traspié de uno de ellos, tumba todo el numerito irremediablemente. En mi caso particular, quedé prendado de Violeta, quien me ganó por completo al cantar a todo pulmón “Reina, esclava o mujer”.

“Pensé que habían hecho click.”

 

Mi problema con la obra radica en la dirección de Alfonso Cárcamo quien decide poner cinco cuadros de luz al frente del escenario, plantar a los actores en cada uno de ellos, y no moverlos de ahí en casi toda la duración de la obra. Entiendo el porqué, siendo que todos los personajes están atrapados en sus mundos, en su tecnología, en sus pantallas, pero el resultado termina siendo cansado por una ausencia de movimiento escénico. Del mismo modo, el telón, una pantalla gigante donde se van proyectando parte de los mensajes que se escriben en los diferentes medios de comunicación, sirve a momentos, pero resulta cansada a la vista. Insisto, una mayor movilidad escénica resultaría muy agradecida. Afortunadamente, el trabajo actoral y el texto son suficientemente sólidos para sostener  la falla.

“Te dije que no me mandes más cadenas de oración.”

 

“Cheka tu Mail” es ligera, agradable y, a momentos, muy chistosa. También es un buen punto de partida para la reflexión de todos los que vivimos adictos al teléfono. Puedo decir que me dió gusto darme cuenta, porque lo chequé, de que no vi ninguna pantalla de teléfono encendiéndose durante la función, y ninguna melodía de celular retumbó por la sala. Ojala siempre fuera así.

Búscanos en Facebook y Foursquare como Entretenia

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)