BLANK SINATRA

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Para quienes desean ovacionar un monólogo sobre el sueño americano visto desde los ojos azules de un migrante.

BLANK SINATRA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Aquí no estamos para hablar de mis sueños.”

Estamos aquí para festejar un cumpleaños, soplarle a la velita de un pastel, para pedir un deseo. Raúl González tuvo uno alguna vez, un deseo. Uno que lo llevaría, tras pagarle 4,500 dólares a un coyote, a la Gran Manzana, a estar sobre un escenario interpretando los grandes éxitos del cantante que tanto admiraba su abuela. El quiso despertar alguna vez en la ciudad que nunca duerme, estar con extraños en la noche, que lo volaran hasta la luna; lo que consiguió fue darse cuenta que la vida no es como uno la desea… aunque sea a su manera.

“Con ese inglés vas a valer madres acá, ilegal.”

Un hombre cuya inocencia lo ha llevado a creer en la gente equivocada; el amor absoluto por Frank Sinatra en voz de un aspirante, pero talentoso cantante cuyo imperdonable pecado es el ser un migrante ilegal en los Estados Unidos; el sueño americano a un segundo de verse hecho realidad antes de ser arrebatado sin misericordia. Manuel Sosa Fernández escribe e interpreta “Blank Sinatra”. Este poderoso monólogo retrata una muy real y actual problemática en los Estados Unidos de Donald Trump al mismo tiempo que refleja los anhelos e ilusiones de un joven que espera alcanzar el triunfo participando en un programa de televisión cuyo casting sucede en Nueva York.




“Para salir del infierno hay que soñar.”

Ha llegado el momento tan anhelado por Raúl González: su audición. El director de casting le hace toda una serie de preguntas, incluyendo el estado legal de sus papeles de residencia. El joven mexicano miente con evidente nerviosismo y al momento de abrir la boca para cantar sencillamente no puede bajo la presión y se colapsa. “Blank Sinatra” cuenta una anécdota sencilla, el camino de un muchacho ilegal por alcanzar sus sueños de fama, incluso de amor con una mujer argentina de dudosa belleza física. No obstante, el verdadero valor se encuentra en el subtexto que imprime Sosa Fernández a la narrativa al crear a un personaje de una profundidad psicológica compleja, cuyo mejor amigo es la figura de Frank Sinatra en su mente, quien contempla el quitarse la vida ante las fallas en el camino, alguien capaz de confiar ciegamente en quien lo utiliza de pantalla. Es en el desarrollo del ficticio Raúl González, quien además de todo cuenta con un muy singular sentido del humor, que el monólogo alcanza su contundencia.

“Al final estamos profundamente solos y jodidos.”

Raúl González, vestido de traje y sombrero blancos, abre un maletín para revelar un tocadiscos. Saca el disco de 1974 Some Nice Things I’ve Missed y pone una de sus canciones. Momentos más adelante el ilusionado cantante se convierte en la encarnación del sueño americano al ponerse la portada del disco en su cara, convirtiéndose en Frank Sinatra y al hondear una bandera americana con su otra mano. Esta será una de dos apariciones del hombre de ojos azules, siendo la segunda a través de un títere capaz de arrancar risas en un principio, convertirse en una figura amarga después. “Blank Sinatra” a nivel escenificación cuenta con un mínimo de elementos que son aprovechados de manera precisa por el director Alejandro Bastién Olvera para intensificar la comedia inherente del texto, para crear verdadera intimidad o densidad cuando la historia se torna mucho más oscura. De tal manera, una velita de cumpleaños en un pastel en un principio es motivo de celebración entre todos los espectadores, para al final del montaje cobrar un sabor verdaderamente amargo. En un recorrido de tan sólo 50 minutos, la dirección de Bastién Olvera consigue crear magia con una cuerda, retratar la crueldad de un sistema que detesta al migrante ilegal, provocar toda una serie de reacciones en el público que va desde la abierta carcajada hasta el cierre de la garganta.




“¿A dónde se escapan los que ya se han ido?”

Al darse la tercera llamada, en la oscuridad, se escucha un chasquido de dedos. Toma ritmo, cadencia, y poco a poco se escuchan otros chasquidos entre el público de personas que se han unido a la entrada del personaje a la escena. Para cuando ya está sobre el escenario, todos los presentes son parte de esta percusión. Raúl González se presenta con su nombre artístico e increpa de inmediato al público por su clara falta de entusiasmo. Canta la icónica canción New York, New York aderezada por ciertas cómicas interrupciones y para cuando acaba, a tan sólo cinco minutos de haber comenzado la obra, todos y cada uno de los asistentes se han rendido ante el encanto de tan interesante personaje. “Blank Sinatra” es un de los monólogos mejor logrados de lo que va del año gracias en enorme parte a la actuación del también dramaturgo Manuel Sosa Fernández. Accionando siempre desde la entraña, interpretando a toda una serie de peculiares personajes a través de un buen manejo de lenguaje corporal y manipulación vocal, derrochando carisma a la hora de ser gracioso, pero vulnerándose al momento de revelar su frágil alma, Sosa Fernández consigue un viaje emocional sincero y poderoso, uno en el que el testigo no puede evitar comprometerse, entregarse y rendirse ante tan bella actuación. Todo esto aunado a un brutal cierre con una de las más emblemáticas canciones de Frank Sinatra, interpretada desde un lugar de vulnerada honestidad, libre de toda exacerbación melodramática, como pocas veces se puede apreciar en escena.

“Puedo seguir hasta el final… a mi manera.”

Yo confieso que lo último que quería hacer ese viernes era estar en el teatro. Mi día había sido pésimo, por decir lo menos, y pintaba para ponerse peor después de la obra. No obstante, la magia de “Blank Sinatra” se antepuso a mis problemas, me ayudó a olvidarme de ellos por espacio de 50 minutos y me obligó a entregarme a la historia de un migrante con deseos de alcanzar el sueño americano. A lo largo de la puesta en escena reí, cosa que no tenía nada de ganas de hacer, casi lloré, no por mis conflictos sino por lo sucedido con Raúl González, salí maravillado tras ver tan bello trabajo. Este es el verdadero poder del fenómeno vivo que llamamos teatro. Gracias.

 

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Blank Sinatra”

DRAMATURGIA: Manuel Sosa Fernández

DIRECCIÓN: Alejandro Bastién Olvera

ACTÚAN: Manuel Sosa Fernández

DÓNDE: Sala Novo

DIRECCIÓN: Madrid 7, Del Carmen Coyoacán.

CUÁNDO: Viernes 20:00 horas. Hasta el 13 de Septiembre 2019.

COSTO: $200 entrada general. Boletos en taquilla o https://boletopolis.com/es/

DURACIÓN: 50 minutos sin intermedio

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.

Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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