28 METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR

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Para quienes desean contemplar un exquisito álbum de memorias generadas en El Coyul, Oaxaca.

28 METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

“Cada quien elige cuándo volver al pueblo.”

Vestida con ropa típica de Oaxaca -huipil, enagua y diadema en la cabeza- una anciana está sentada en una silla contemplando al horizonte. Su cara pareciera estoica, hay un aire de orgullo en su firme postura. El bastón que sostiene con la mano derecha no es para sostenerse, es para conferirle la autoridad que se gana con la edad.  Parado a un lado y detrás de ella, un hombre igualmente fija su mirada más allá del teatro. Su ropa es sencilla, habla de una vida tranquila en un lugar donde el olor a sal y mar es perenne. Esta fotografía viva cobra vida, da la bienvenida a todos aquellos que se han alejado de esta bella comunidad oaxaqueña, por decisión o por muerte. Todos ellos han vuelto para poner en las manos de los espectadores un álbum de recuerdos, una delectable probadita de aquello que convierte a El Coyul en un paraíso que se debe preservar a toda costa.

“Veo las enaguas y los cabellos blancos de las ancianas.”

Con El Coyul, unipersonal merecedor de una ovación de pie durante su participación en la 42 Muestra Nacional de Teatro en Torreón Coahuila, la dramaturga, directora y actriz Esmeralda Aragón realizó un hermoso retrato de su propia comunidad en el Itsmo de Tehuantepec, Oaxaca, así como una potente crítica a las violencias que la azotan. Tomando ahora la memoria y la resistencia como ejes narrativos, la creadora escénica junto con su compañía teatral Pelo de Gato Un Ojo al Teatro y Otro al Garabato presenta el montaje de “28 Metros Sobre el Nivel del Mar”, también de su propia autoría y dirección.




“Nosotros no sudamos, brisnamos.”

Un pleito entre mujeres alrededor de dónde se puede o no enterrar a un perro, una fiesta de pueblo que termina en sangre, chismes dignos de una vida en pueblo chico, infierno grande y una visita de la muerte a una mujer que pareciera bordar flores amarillas por la eternidad. A lo largo de ocho escenas, “28 Metros Sobre el Nivel del Mar” pinta un retrato de la cotidianidad, crea un lienzo de cómo es la vida en El Coyul. Salir en la mañana al molino para comprar café para el desayuno, el olor a pescado que permea el lugar, dormir en hamacas, anunciar a todo el pueblo la muerte de uno de sus miembros por altavoz o el comprar bolsitas tejidas hechas a mano por quienes están encerrados en la cárcel son algunos de los destellos del día a día en el pueblo que Aragón inserta en sus escenas al mismo tiempo que entremezcla narrativas cómicas, oníricas, trágicas, de bullying, de abandono, de amor y, sobre todo, de familia. El resultado es una amplia mirada a esta comunidad que está siendo diezmada a causa del desplazamiento forzado, problema que también aborda la autora de manera sutil y poética, no por ello de menor contundencia.

“Ya vienen nuestros muertos para recordarnos vida.”

La segunda escena sucede de noche. Una mujer salió de su casa para orinar y cree haber visto a un hombre merodeando muy cerca. La iluminación oscurecida crea un ambiente que se complementa con sonidos de perros y caballos por todo el espacio, transportando al espectador a ese espacio rural que habitan los personajes. Durante la cuarta escena, un ser místico que remite a un fauno de la mitología griega lanza piedras con su resortera inundando con cada tiro de mayor oscuridad el teatro pues va acabando con las lámparas. Con cada nueva escena, hay cambios de vestuario, de peinado, ligeros matices que crean nuevos ambientes y personajes con un mínimo de elementos que son constantemente resignificados. La dirección de Esmeralda Aragón en “28 Metros Sobre el Nivel del Mar” busca darle su propia personalidad a cada una de las escenas que conforman la dramaturgia, al mismo tiempo que crea una experiencia sensorial en el espectador que estimula no sólo la vista y el oído, hasta el gusto con una paleta Vero de corazón con sabor a caramelo y violencia. Apoyada por un equipo creativo que incluye a Roger Emilio Zi Chim en el diseño de escenografía y vestuario, Felisa Vargas “Bobby Watson” en la iluminación, y Tomás Ramírez en la elaboración de los paisajes sonoros, la directora consigue transitar de un sketch cómico a un espacio surreal que evoca al realismo mágico con elegancia, estableciendo un lenguaje escénico preciso para cada una de las iteraciones que presenta.




“El ombligo jala.”

Una anciana que despliega todo el orgullo de su estirpe se convierte en una niña de 11 años aterrada por el bully de la escuela quien tiene una mirada verdaderamente maníaca; un chamaco tratando de enterrar a su perro es también el estereotípico gay peluquero a quien le encanta chismear con sus clientas; con un soltar de trenzas aparece una madre regañona, con quitarse la camisa y alborotarse el pelo surge un ser del inframundo feroz y voraz. Actoralmente, “28 Metros Sobre el Nivel del Mar” se beneficia por las múltiples interpretaciones que realizan Gustavo Martínez y Rosario San Pablo. Ya sea como una pareja de cansados ancianos, como niños, bravucones borrachos, amas de casa o tías liosas, cada uno de los personajes que desarrollan a lo largo de las ocho escenas son realizados con evidente verdad, con fractura emocional cuando se necesita, o con comicidad contenida. Esto permite al montaje cargarse de una mayor gravitas, de un peso que evoca y da urgencia a la realidad rural de El Coyul.

“Cuando te sientas triste, ve a la mar.”

Uno de los grandes placeres que confiere el trabajo del crítico es el ser testigo de la evolución del creador escénico. Con la mera presencia de una hamaca en el escenario, Esmeralda Aragón lograba evocar bellas imágenes de su tierra con el unipersonal El Coyul, donde a la vez denunciaba con un grito de rabia las injusticias vividas a causa del olvido por el sistema, y también levantaba una cerveza para brindar con todos los presentes. “28 Metros Sobre el Nivel del Mar” puede ser percibida como una continuación de las obsesiones temáticas de la dramaturga y directora, de su imperante necesidad de honrar a su comunidad, de crear registro y memoria, una labor que como crítico entiendo a la perfección. Sin embargo, en el quehacer teatral, la obra también se puede percibir como un paso hacia adelante en el entendimiento de los lenguajes teatrales, de la capacidad de crear arte vivo, de honrar a El Coyul desde el merecido aplauso.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: 28 Metros Sobre el Nivel del Mar

DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Esmeralda Aragón

ELENCO: Rosario San Pablo, Esmeralda Aragón y Gustavo Martínez.

DÓNDE: Sala Xavier Villaurrutia dentro del Centro Cultural del Bosque.

DIRECCIÓN: Reforma y Campo Marte, detrás del Auditorio Nacional, Chapultepec.

CUANDO: Jueves y Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 horas. Hasta el 8 de Septiembre 2024.

CUANTO: $150. Aplican descuentos. Boletos en taquilla y en Boletos | 28 METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR | Centro Cultural del Bosque (sistemadeboletos.com)

DURACIÓN: 60 minutos.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con estacionamiento.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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