
UNA HISTORIA DE GEMELOS
Para quienes desean que las infancias aprendan que el azul y el rosa son colores con el mismo derecho a la educación.
UNA HISTORIA DE GEMELOS
“¿Y si jugamos a que tú eres yo, y yo soy tú?”
Flor y Faustino nacieron el mismo día, idénticos a los ojos de su madre. Es por ello que ella, desde el primer día, decidió diferenciarlos con moñitos: azul para el niño, rosa para la niña. El tiempo ha pasado, los gemelos han crecido, y se adoran con todo el corazón. Durante algunos años han compartido todo, cazan grillos y juegan con su perrito Cascabel, y siempre están buscando la manera de confundir a mamá sobre quién es quién. Sin embargo, ha llegado el momento de que los hermanes se separen, es tiempo de que Faustino vaya a la escuela, mientras que Flor debe ayudar con las labores del hogar. Es hora de que dos almas unidas desde el vientre se separen, más la lección que le tienen preparada a mamá cambiará sus futuros para siempre.
“A ti te vendrá bien un listón azul.”
A pesar de que en los últimos años se ha acentuado en nuestro país la lucha de las mujeres por una mayor equidad, por un empoderamiento que las proteja de las constantes violencias a las que están expuestas día con día, por un discurso que genere un verdadero cambio en contra del heteropatriarcado, es una lamentable realidad que en muchas zonas rurales del interior de la República la misoginia siga siendo la regla, aún se espera que las mujeres sean las encargadas de las labores domésticas, mientras que los varones son los que tienen acceso a la educación. Esta realidad es la base sobre la que Bertha Hiriart construye “Una Historia de Gemelos”, una obra que aborda los roles de género desde las infancias y dentro del contexto del campo mexicano.
“Los niños a tu edad llevan el pelo corto.”
Sin pensarlo dos veces, y sin la menor malicia, la madre de Flor y Faustino los diferencia con listones de colores distintos. Cuando crecen, un diferenciador más agresivo es el cortarle el pelo al niño, a pesar de las protestas del pequeño, acto al que los gemelos responden de inmediato cuando Flor le pide a su hermano que le corte el cabello igual que como se lo dejó mamá a él. Cuando mamá anuncia que Faustino será quien vaya a la escuela, mientras que Flor se quedará en casa para ayudarle no sólo con el quehacer, sino también con tejer los cestos de mimbre que vende mamá como parte del sostén para la familia, los gemelos idean la manera de seguir rebelándose a estas reglas sociales que ellos no terminan de entender.
“Los hombres tienen sus tareas y nosotras las nuestras.”
Uno de los aspectos más relevantes en la dramaturgia de “Una Historia de Gemelos” se encuentra en el contexto en el que se ubica la trama. La madre de los gemelos es una mujer de campo, con una educación limitada y cimentada en usos y costumbres de años atrás y que jamás han sido cuestionados por una madre que claramente ama a ambos niñes. Dentro de esta realidad que pinta la escritora, también se marca claramente el estrato socio-económico al que pertenece la familia, donde la decisión de que Flor se quede en casa también radica en que no hay dinero para comprar zapatos para ambos. Es en estos elementos que la narrativa cobra verdadera fuerza, lanza cuestionamientos a la audiencia, pone en tela de juicio que los niñes deban ser encasillados simplemente por su biología. Adicionalmente, es de notar la sutil manera en que Hiriart denuncia violencias y abusos a las mujeres dentro del contexto rural, como se percibe cuando Flor declara con fiereza que ella no quiere terminar casada a los quince años como el resto de sus primas. Con una sola frase, mencionada casi al final de la puesta en escena, la dramaturgia ha expuesto a la vista de todos un ejemplo claro de la misoginia imperante en gran parte de la República Mexicana.
“Se te está pintando un lunar igualito al de tu hermana.”
Flor y Faustino son títeres de tamaño natural, de rasgos indígenas y con ropa de manta, que representan claramente la demográfica en la que se sitúa la obra. Esto se acentúa con la escenografía, dos paneles que al voltearse revelan elementos de utilería alusivos a la vida de campo como un atizador o una jícara de barro. Su mascota Cascabel es un títere de estambre que aporta un elemento lúdico a la puesta en escena. Esta misma idea del juego se utiliza cuando la mamá de los gemelos los está buscando y pide ayuda a la audiencia para encontrarlos, rutina que promueve la participación y la diversión en espectadores más pequeños y a quienes está dirigido el montaje.
“Los gemelos parecían comunicarse de una manera especial.”
A nivel escénico, “Una Historia de Gemelos” recurre a toda una serie de elementos visuales como el teatro de papel y de objetos, así como la titeretería, para contar la tan necesaria historia al mismo tiempo que busca mantener la atención de una joven audiencia. Bajo la dirección de la también actriz Eréndira Castorela, encargada de interpretar a la amorosa madre de los gemelos, la puesta en escena convierte huacales en jardines, usa cartulinas con algodón para crear nubes, y animales de granja cobran vida desde una hoja de papel, aludiendo también a una estética de algo que podría haber sido construido por infancias. Esto es gracias al diseño de escenografía a cargo de Orly Ramírez. Por su parte, Ana Polanco es la encargada del diseño y realización de los títeres en escena, sin duda el aspecto visual de mayor impacto en el montaje. Esto se debe gracias a una manipulación por parte de las actrices Esmeralda de la Rosa y Carolina Flores quienes dan vida a Flor y Faustino, llevándolos a caminar, hincarse, jugar en un columpio con un sólido nivel de credibilidad. Ciertamente, a momentos el ritmo de la obra se empantana, en parte debido a una dramaturgia que extiende ciertas escenas sin una verdadera progresión y que se perciben como repetitivas, o a decisiones que anteponen el entretener sobre el que avance la trama. Esto se ejemplifica al tener escenas con el perrito sin una verdadera aportación a la narrativa, o el incluir una escena que enseña las vocales cuando la pretensión de la obra es mucho más elevada que el abecedario.
“Te ves muy chistoso con mandil.”
Estoy seguro de que me veo “chistoso” a los ojos de una infancia cuando entro a un café en falda, cuando estoy en el supermercado comprando comida en tacones, o cuando entro a una estética a pedir que me pinten las uñas. Sin embargo, es en la respuesta de los padres donde se genera el cambio, en el explicarle a una niña o a un niño que eso que ven no es bueno, ni malo, simplemente es, y así como es… está bien. Tenemos que enseñar que lo masculino y lo femenino no está en la cocina, ni en la oficina, mucho menos en pantalones azules o faldas rosas. Lo masculino y lo femenino está en el interior de cada uno de nosotres, en nuestra esencia, y ahí, podemos crecer a ser lo que sea.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: Una Historia de Gemelos
DRAMATURGIA: Bertha Hiriart
DIRECCIÓN: Eréndira Castorela
ELENCO: Esmeralda de la Rosa, Carolina Flores y Eréndira Castorela.
DÓNDE: Teatro Tepeyac
DIRECCIÓN: Calzada de Guadalupe 497, Colonia Estrella
CUÁNDO: 21 de Octubre 10:00 horas y 22 de Octubre 10 y 16:00 horas.
COSTO: Entrada libre.
DURACIÓN: 50 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento.