UN CORAZÓN NORMAL

Por  |  Comentarios
COMPARTE!

Para quienes entienden que si olvidamos nuestra historia, estamos condenados a repetirla.

UN CORAZÓN NORMAL

 
“¿Vieron las manchas del tipo que acaba de entrar?”
 

¿Qué se siente estar en una sala de espera de un hospital? ¿Angustía? ¿Miedo? ¿Incertidumbre? ¿Desesperación? ¿Todas? Manchas negras han aparecido por toda la piel de Craig y tiene los ganglios inflamados. Se va a morir. ¿De qué? No saben. No saben si es una bacteria, un hongo, una infección o una forma de cáncer. Sencillamente no saben. ¿Cómo se contagió? No saben. Sospechan que tiene que ver con que es gay y que está asociado con el contacto sexual, pero… en verdad no saben. Es Nueva York en 1981. Es el nacimiento del SIDA.

“Soy su caso 28 y 16 ya han muerto.”
 
 

Escrita en 1985, en plena explosión de la pandemia, por el dramaturgo y activista Larry Kramer, “Un Corazón Normal” es un grito incontrolable de rabia y frustración canalizada en la voz de Ned Weeks, un escritor que decide crear la primera asociación en apoyo a todos los homosexuales que están contagiados y muriendo.

“Bienvenido a la política gay.”
 

Esto no es un melodrama chantajista en busca de una lágrima fácil. Tampoco es un comercial barato de CONASIDA. “Un Corazón Normal” es historia en el escenario, dando recuento de hechos reales y documentados de lo que en verdad provocó la ignorancia, el miedo y la llana estupidez de una época llena de prejuicios. El autor vivió los horrores de estar en ese tiempo y en ese lugar sin entender qué era lo que estaba pasando y ese sentimiento es el que nos logra transmitir.

“Odio como nos hacemos las víctimas cuando en verdad, somos unos cabrones.”
 

El largo camino que debe de recorrer Ned Weeks en su desesperada búsqueda por conseguir ayuda lo recorre Hernán Mendoza con toda su capacidad actoral. Un personaje lleno de buenas intenciones y todos los métodos equivocados, Ned nos logra desesperar en sus errores a medida que nos conmueve profundamente en su búsqueda de una promesa de vida imposible de conseguir. Hernán llena por completo todo el perfil de Ned y me convence de que es una de las más importantes figuras en el escenario mexicano.

“Después de muerto, ¿a quién le importa si eres gay?”
 

A su lado está Eduardo Arroyuelo como Felix, el amante de Ned. Un personaje que se invita como menor y banal al principio de la obra, como una bola de nieve, va cobrando tamaño y fuerza hasta convertirse en un monstruo que uno sólo quisiera abrazar y proteger y jurarle que todo va a estar bien. Arroyuelo se transforma, se descompone y se impone en escena para convertir una piedra y un abrazo en algo indeleble en mi recorrer teatral.

“¿Cómo se atreven a decidir quién vive y quién muere?”
 

Pilar Boliver perdió a muchos seres queridos por culpa del SIDA y sentimos todo el dolor de su pérdida en la Dra. Emma Brookner. Escena tras escena, atrapada en una silla de ruedas, Pilar, a través de Brookner, nos comparte su lucha por encontrar algún indicio de qué es esta terrible enfermedad, yendo en crescendo hasta llegar al monólogo. Un monólogo que cae en oídos sordos y que me partió el alma. Yo confieso que a medida que lo recuerdo, escribiendo esto, la mirada se me nubla con lágrimas. Esto no me sucedía desde que Karina Gidi hiciera historia teatral con “Incendios”. De pie, Pilar, de pie te ovaciono.

“¿Por qué nadie quiere hacernos caso de que nos estamos muriendo?”
 

Diez actores en escena es algo que ya no se ve muy seguido en los teatros contemporáneos. Diez actores al mismo nivel de calidad, sobresaliendo por la naturaleza de sus personajes, y no porque sean mejores o peores, es casi imposible de conseguir. Juan Ríos, Edgar Vivar, Miguel Conde, Horacio Villalobos y el resto del elenco se entregan con pasión perfectamente medida a sus personajes, creando un ensamble sólido y congruente dentro de un texto que correría el riesgo de arruinarse en manos de actores menores.

“¡Tener mucho sexo no te hace más libre!”
 

La obra no es fácil de abordar, pudiendo resultar moralista, cansada o proselitista en manos de alguien no preparado para el reto. Una fuerte dirección actoral, uso claro y preciso del espacio y la creación de cuadros visuales que se graban en la memoria son los más grandes aciertos del director Ricardo Ramírez Carnero. El ritmo de la obra se tiene que cuidar como a un bebé recién nacido, pero es el mal que aqueja a todas y cada una de las obras recién estrenadas.

“¿A quién le importa si se muere un puto?”
 

“Un Corazón Normal” es un trabajo de amor producido por Horacio Villalobos y Pilar Boliver y se nota. Se nota la pasión y la convicción con la que los actores se entregan; se nota en su dirección que busca mover fibras profundas en cada uno de los asistentes; se nota en todos los elementos que rodean a la obra. “Un Corazón Normal” es un testimonio de cómo hemos fallado como sociedad y una invitación a reflexionar lo afortunados que somos de vivir en un mundo que es más libre e incluyente. 

 

La ignorancia y la discriminación no han acabado, el miedo no ha desaparecido, los posters de la obra, mostrando un hermoso beso entre Ned y Felix son destruidos por toda la ciudad, pero hemos avanzado, y por eso debemos de celebrar que estamos vivos hoy.

“Tengo miedo de que la cure no llegue a tiempo.”
 
 

Ya pasaron más de 30 años desde entonces y no ha llegado. A mí, personalmente, el SIDA me ha robado lágrimas y me ha quitado gente. A menudo me entero de gente que ya no le tiene miedo al virus, al contagio. Más veces de las que quisiera oigo en las noticias de un nuevo brote de esto o aquello que está matando gente sin que se sepa que lo provoca. SIDA, SARS, N1H1…  No podemos olvidar. No podemos olvidar. No podemos olvidar.

Búscanos en Facebook y Foursquare como Entretenia

Twitter: @Entretenia
Email Juan Carlos Araujo: entreteniateatro@gmail.com
Email Ricardo Castillo Cuevas: entreteniafoto@gmail.com

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

 

OBRA: “Un Corazón Normal”
AUTOR: Larry Kramer
DIRECCIÓN: Ricardo Ramírez Carnero
ACTÚAN: Hernán Mendoza, Pilar Boliver, Eduardo Arroyuelo, Juan Ríos, Horacio Villalobos, Miguel Conde, Claudio Lafarga, Edgar Vivar, José Daniel Figueroa, Pedro Mira y Carlo Guerra.
DÓNDE: Teatro San Jerónimo
DIRECCIÓN: Periférico Sur 3400 Unidad Independencia.
CUÁNDO: Viernes 20:45, Sábados 18:00 y 20:45 y Domingos 18:00 hrs
COSTO: $450 y $350. De venta en taquilla y Ticketmaster.
DURACIÓN: 150 mins con un intermedio
DATOS DEL TEATRO: El estacionamiento del Teatro San Jerónimo resulta muy complicado a veces por su reducido espacio. Les recomendamos llegar con tiempo para poder entrar sin prisas al lugar.
FUERA DE TEMPORADA

COMPARTE!

Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

1 Comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *