PROSTÉTICO DE CORAZÓN
Para quienes desean admirar una potente propuesta experimental sobre No Puedo Imaginar el Mañana de Tennessee Williams.
PROSTÉTICO DE CORAZÓN
“Durante los próximos 64 minutos les mostraremos el lento trabajo de la muerte.”
La arena cae sin parar sobre una caja en el escenario, prueba irrefutable del paso del tiempo que nos acerca cada vez más a todos a la muerte. Una nota del director en la mano de los actores anuncia la exploración que está a punto de suceder dentro de los confines de un teatro, hecho del que todos están conscientes, así como de que lo que está por suceder es una puesta en escena y que enfrente hay un público esperando. No importa, una vez que las palabras de Tennessee Williams surgen, el acto teatral sucederá con toda su fuerza.
«Te pareces a un cartel viejo de una película muda.»
No me Puedo Imaginar el Mañana del dramaturgo estadounidense Tennessee Williams, aclamado por sus obras EL Tranvía Llamado Deseo y La Gata Sobre el Tejado Caliente entre otras, donde la inminente muerte de uno de los dos personajes en la historia obliga al otro a encarar su rechazo al cambio, es el punto de partida de donde Jorge Luis Chávez Caballero construye “Prostético de Corazón”. Bajo la premisa de cómo abordar el trabajo de un escritor tan reconocido y renombrado bajo la óptica de la escena mexicana contemporánea lo que resulta es una poderosa y arriesgada versión libre que se construye a partir de tres pulsos claramente identificables y reconocibles, cada uno de ellos con una propuesta escénica distintiva.
«Me niego a entrar en un país donde no hay más alternativas.”
Un inicio absolutamente metateatral donde los actores sobre el escenario se ríen de la propuesta misma, del montaje e incluso de sí mismos ante una intencionalmente pretenciosa y divertida nota del director Luis Alcocer Guerrero; un inicio de la representación que lleva a los interpretes a realizar una danza performática que de inmediato remite a las garzas blancas que uno de los personajes vislumbra al inicio de No me Puedo Imaginar el Mañana; una impactantemente honesta rendición del texto de Williams sobre un escenario vacío salvo por los mínimos elementos requeridos que incluyen una escalera y una pieza de utilería misteriosa que de inmediato atrapa la imaginación del espectador una vez que es revelada. La apuesta dramatúrgica de “Prostético de Corazón”, misma que está intrínsecamente ligada a la dirección de la misma, es arriesgada ciertamente, demandante sobre un público que se ve forzado a dejar su postura típicamente pasiva para activamente ir desentrañando los diversos símbolos y estímulos que se le imponen a la obra de Williams. Sin embargo, para quienes deciden emprender el viaje, descubrirán una honesta e inteligente narrativa que aplica nuevos lenguajes teatrales sobre un texto absolutamente realista con resultados deslumbrantes.
«Eres tan frágil y yo no puedo protegerte más.»
Una anciana, su pelo encanecido por la luz que cae sobre su cabello, sostiene una máscara blanca que pareciera está en proceso de derretirse. Esta máscara podría ser ella misma mientras sus pensamientos deambulan entre el país del dragón y el del dolor. Detrás de ella, su amigo y compañero la observa de entre los escalones de una vieja escalera que ella ya no puede subir. Ya sea coreografiando la danza de unas garzas ligeramente sugeridas por maquillaje blanco, dejando caer arena por más de 10 minutos desde el techo del teatro o explorando su macabro y cínico humor a través de guiños constantes al público de que lo que están viendo no es más que una obra de teatro, el director de “Prostético de Corazón”, Luis Alcocer Guerrero, cuestiona y explora el significado del tiempo y la muerte así como la corporalidad de sus actores y su capacidad omnipresente durante la puesta en escena. El resultado no es fácil, sin duda, incluso podría resultar oscuro para el espectador casual. Sin embargo, entre las diferentes capas de lectura y de discurso que Alcocer presenta se deja ver una verdadera voz escénica, un montaje con verdadera propuesta con una profundidad que no se ve todos los días en la escena. Tras haber aplaudido “Teatro de Momias” del mismo creador y ahora enfrentarme a “Prostético de Corazón” confirmo mi teoría de que estamos ante una verdadera voz naciente, adentrándose en el peligroso terreno de las nuevas teatralidades y saliendo victorioso del camino.
“Traes puesto tu disfraz de actor.”
Ante las muy insistentes lamentaciones y ruegos del personaje masculino para que nada cambie en una clara negación de la inminente muerte de su contraparte femenina, ella estalla en un grito bestial de ira que se ira convirtiendo en un profundo llanto de dolor desconsolado. Sin temor a equivocarme puedo declarar con absoluta certeza que uno de los factores más impresionantes de “Prostético de Corazón” radica en la profunda actuación que entrega Adriana Butoi como la mujer en la obra de Tennessee Williams. Raquítica en su físico, demacrada y enjuta en su cara, a momentos toda una presencia sobre el escenario y a otros diminuta y a punto de caer desvanecida, Butoi da una clase maestra sobre el cómo se debe interpretar a partir de las vísceras, la honestidad y la fractura al mismo tiempo que es capaz de voltear al público con cinismo para recordarnos que todo esto es una ficción. A su lado, Jorge Chávez Caballero tiene la dura tarea de estar a la par de su compañera con resultados ciertamente solventes, pero que aún pueden alcanzar mucha mayor dimensión sobre todo cuando se trata de un personaje que tiene que recurrir a la escritura ante su imposibilidad de expresar sus sentimientos verbalmente. Sin embargo, es de admirar el trabajo corporal que realiza Chávez Caballero en el segundo pulso de la obra cuando él lleva la batuta en una danza fascinante.
«Una persona con dolor tiene el derecho de no discutirlo.»
Considerar a los grandes autores como intocables siempre me ha parecido uno de los más graves errores ya que los ponen en un pedestal desde donde pareciera que se les puede admirar, pero jamás tocar. La manera en que esta puesta en escena se atreve a explorar toda una gama de teatralidades con un texto de Tennessee Williams es atrevido, interesante por demás y un logro absoluto. Cierto, no todos lo recibirán con una ovación de pie dada la complejidad de la propuesta, pero para aquellos con el valor de vivirla y, sobre todo, sentirla se encontrarán con un trabajo que captura la mente y se negará a dejarla por mucho tiempo.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Prostético de Corazón”
DRAMATURGIA: Jorge Luis Chávez Caballero a partir de “No Puedo Imaginar el Mañana” de Tennessee Williams.
DIRECCIÓN: Luis Alcocer Guerrero
ACTUAN: Adriana Butoi y Jorge Chávez Caballero.
DÓNDE: Teatro La Capilla.
DIRECCIÓN: Madrid 7, Del Carmen Coyoacán.
CUÁNDO: Martes 20:00 hrs.
COSTO: $200 entrada general. Boletos en taquilla y en www.redticket.com.mx
DURACIÓN: 70 minutos sin intermedio
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.
[AFG_gallery id=’664′]