PARIÓ LA LEONA
Para quienes se atreven a entrar en la mente del estrangulador de Tacuba.
PARIÓ LA LEONA
“Aquí adentro asesinan.”
Un cuarto de servicio en lo alto de una casa en medio de la colonia del Valle es el recinto donde el monstruo ha vuelto para revivir su historia. Con cara afable recibe a sus invitados, pareciera ser un hombre civilizado con sus anteojos redondos y peinado relamido. Sin embargo, las paredes del lugar están tapizadas de periódicos que advierten a los visitantes de labestia que se esconde detrás. Esto es México en los 40s, proyecciones en la pared lo marcan, y cuatro fueron las mujeres estranguladas por Goyo Cárdenas.
“La locura huele mal.”
La segunda invasión de Espacios Mórbidos, propuesta que busca la presentación de puestas en escena en espacios no convencionales, incluye en su programación de este año la obra “Parió la Leona”, una coproducción entre Escena México Contemporáneo A.C. y la compañía La Corte de los Milagros. Esta pieza de teatro documental toma como base dramatúrgica la investigación que realizó el periodista Ricardo Ham y es escenificada bajo el mando de la directora Rocío Belmont.
“No nos hagas daño por favor Goyo.”
El resultado es una experiencia inmersiva, incluso violenta sobre el espectador quien se encuentra encerrado en un espacio reducido con el asesino y sus demonios personificados en las mujeres de su vida. Ya sea por la agresividad con que interactúan Goyo Cárdenas y sus víctimas en escenas precisamente coreografiadas de combate a escasos centímetros de los asientos, siendo agredido por el pungente olor de una cebolla que el estrangulador de Tacuba devora con rabia y desenfreno tras leer una carta de su madre o siendo testigo de un baño que hace completamente desnudo y asistido por su madre, el público se adentra en el infierno que reside en la mente del llamado monstruo en una propuesta que asalta los sentidos y la mente.
“Allá en la cárcel lo quisieron mucho.”
Dado que el cuarto donde sucede “Parió la Leona” es francamente reducido, es de notar el aprovechamiento que la directora hace del espacio disponible. Ejemplo de esto es una escena en que dos mujeres, tras haberse burlado con lujo de crueldad de Goyo, se meten a los entrepaños de un closet y cierran las puertas. Abriéndolas, primero un lado, luego el otro, se crea un momento sugerente de erotismo y agresividad que culmina con el psicópata sacándolas con agresividad del armario para asesinarlas. Crear este tipo de momentos cargados de tensión, suspenso y franco terror es producto de un buen equilibrio entre la visión de la directora y un trabajo actoral claramente comprometido de las actrices Andrómeda Mejía y Leticia Olvera, encargada también del diseño espacial y la iluminación del montaje. Ambas actrices logran resultados solventes y congruentes con la propuesta, transmitiendo franco terror como víctimas, deseo e ira en un juego de beso o cachetada o hasta conmiseración o piedad a la hora de ser madre o esposa del asesino serial de los años cuarenta.
“Andas con el monstruo me decían.”
Es de destacar el trabajo de Christian Muñoz como Gregorio Cárdenas, quien alterna funciones con César Galvez. Desde el mero acto de devorar en segundos una cebolla morada entera hasta el ser alimentado con una especie de papilla repugnante como si se tratara de un animal enjaulado, pasando por un acto de travestismo, Muñoz asume su papel con verosimilitud, evidente disciplina física y una vulnerabilidad capaz de llevarlo a la fractura. Su lectura en voz alta de la carta de despedida de su madre, mientras se encuentra sentado en una bacinica encerrado en la prisión de Lecumberri, deja entrever a la bestia que fue capaz de matar a tres prostitutas y una estudiante a sangre fría mientras que sinceras lágrimas de dolor por la pérdida de su madre ruedan por su mejilla. Este tipo de momentos contrastantes, grotescos y violentos, marcan la pauta de toda una puesta en escena que en escasos 50 minutos impacta al espectador y lo invita a reflexionar sobre el origen, desarrollo y actualidad de la mente asesina.
“Ellas olían a mentira.”
Goyo Cárdenas fue encarcelado en 1942 y condenado a prisión por 20 años. Salió libre hasta 1976 ostentando dos títulos universitarios, el de leyes y el de medicina. Sus crímenes fueron atroces y “Parió la Leona” consigue que los no más de veinte espectadores que caben en la sala se adentren en tan disfuncional mente. Su intención de crear un paralelo entre el estrangulador de Tacuba y los asesinos que se encuentran encerrados en las prisiones hoy en día no es tan contundente, en parte debido a un diseño de audio que impide apreciar de lleno una entrevista final proyectada. No obstante, logran una experiencia inmersiva sorprendente, admirable en los bien logrados riesgos que toma, digna receptora de los aplausos que reciben los intérpretes, aunque no estén presentes para recibirlos al término del montaje.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Parió la Leona”
DRAMATURGIA: A partir de un texto de Ricardo Ham
DIRECCIÓN: Rocío Belmont
ACTÚAN: Andrómeda Mejía, Leticia Olvera, César Gálvez y Christian Muñoz (alternando funciones).
DÓNDE: Centro Cultural El Hormiguero.
DIRECCIÓN: Gabriel Mancera 1539, Colonia del Valle.
CUÁNDO: Jueves y Viernes 21:00 horas. Hasta el 12 de Diciembre.
COSTO: $150 Entrada general. Boletos en taquilla.
DURACIÓN: 50 minutos sin intermedio.
DATOS DE LOS TEATROS: No cuenta con valet parking o estacionamiento.
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