Para quienes desean enfrentar el último adiós de una pareja visto desde el muy hermoso lenguaje de las marionetas.

O PODRÍAS BESARME

“Incalculable es el poder del tiempo.”

El año es 2036. Son los últimos 13 días para A y B, tras haber estado juntos 67 años. El cuerpo se ha colapsado, mas que vivir en el presente, el deseo es el de permanecer en aquellos recuerdos que poco a poco se desvanecen. Sin embargo, hay platicas que se deben tener antes de que sea demasiado tarde, papeles que firmar para protegerse, una realidad que enfrentar para poder exhalar por última vez con paz en el alma. Hace toda una vida que se vieron por primera vez en medio del mar, ahora sus miradas se juntan en un final acto de amor silente antes de que lo inevitable suceda.

“La próxima vez que venga ya no va a salir de aquí.”

Escrita por el actor, director y dramaturgo británico Neil Bartlett, y desarrollada en conjunto por The Handsping Puppet Company, “O Podrías Besarme” es una mirada onírica, melancólica, y al mismo tiempo clínica, de una pareja conformada por dos hombres en su senectud, a punto de enfrentar la muerte de uno de ellos a causa de una enfermedad respiratoria no definida. Contada desde la palabra hablada y el silencio, entremezclando la narrativa con simbolismo que surge a partir del uso de marionetas realistas, la dramaturgia entremezcla la cruda realidad detrás del proceso de muerte de un cuerpo octogenario con el enfrentamiento que conlleva el mirar hacia atrás, a toda una vida de recuerdos donde el cuerpo era capaz de nadar, jugar tenis, amar profundamente, e ir más allá que de la cama a una silla y de regreso.

“Uno puede mirar una fotografía por horas y nunca hacerla hablar.”

Una conferencista habla sobre los sistemas de recuperación de la memoria en los seres humanos. Sobre la pared del fondo se proyecta una presentación que habla de procesos denominados confabulación, perseverancia, sustitución, etc. Al mismo tiempo, B se enfrenta al pasado mirando fotografías de cuando el y su amado A fueron jóvenes, trata de recordar cuán felices fueron, buscando la armonía entre lo que es y lo que fue. “O Podrías Besarme” parte desde un lugar honesto, bello y doloroso a la vez, uno con el potencial de conmover. Sin embargo, en su desarrollo dramático, se entremezcla con una amplitud de aspectos médicos que crean distanciamiento emocional, mismo que no permite una compenetración con los personajes a quienes no se les llega a conocer a profundidad. Por otro lado, la comedia que surge en la obra, que podría aportar cierta ligereza a la densidad con que se tratan los temas, se utiliza a partir de una empleada doméstica yucateca, en la traducción a cargo de Paula Zelaya Cervantes, y de la aparición de un perro marioneta, ambos elementos ajenos a los personajes centrales de la trama.

“Todo el mundo en esta casa está viejo.”

Al entrar por primera vez a escena las marionetas que representan a A y B, hermosos títeres que han sido diseñados a partir de las facciones de los actores Antón Araiza y Constantino Morán, quienes se encargan de su interpretación, el espectador se enfrenta a figuras que son manipuladas con extrema precisión por cuatro asistentes. Sentado en una silla de ruedas, acompañado por un tanque de oxígeno, y con un cigarro en la mano, la marioneta de B es realista en sus lentos movimientos, en la temblorosa mano que acerca el cigarrillo a su boca, en su difícil respirar. Cuando llega por fin a su casa, el proceso de acostarse en su cama es pausado, muestra la enorme dificultad que le cuesta a la marioneta cada movimiento. A nivel estético, “O Podrías Besarme” es arrebatadora por su belleza. Dirigida por José Manuel López Velarde, a partir del montaje original en Londres, el cuidado que se le ha dado al diseño de la producción es digno de admiración. La manufactura de cada marioneta, ya sea en arrugas, vestuario, tallado del cabello, o el gesto en su rostro, revela un esmero indiscutible.

“¿De qué le va a ayudar que me vea llorar?”

El escenario se inunda de luz turquesa mientras que una melodía melancólica llena el teatro. Por encima de la cama en la que duermen A y B, aparece flotando B en su juventud, nadando en medio del mar de Acapulco. Esta evocativa, surreal y poética escena se consigue, en parte, gracias a la iluminación de Félix Arroyo y la composición musical de Juan Pablo Villa que se interpreta en vivo, elementos que fortalecen la premisa estética de la puesta en escena. Sin embargo, el limitado espacio dentro del escenario para la manipulación de tan complejas marionetas por varias personas, así como la distribución en materia de escenografía, dificulta que la ilusión se sostenga dado que la isóptica se compromete en el intento del espectador por mantener la mirada sobre dichas marionetas. De igual manera, es tan meticuloso el trabajo artesanal, el extremo cuidado con que se orquesta todo el montaje, principalmente en la manipulación de los personajes, que la emotividad actoral a cargo de Araiza y Morán, junto con los asistentes Daniel Macías, Kaleb Oseguera, Ernesto García y Max Ramírez, no alcanza a permearse por completo hacia la butaquería. El elenco lo completa Conchi León quien se encarga de dar vida a toda una plétora de personajes femeninos alrededor de la pareja.

“Cuando tengan 86 también se van a quedar dormidos.”

“O Podrías Besarme” de Neil Bartlett, bajo la dirección de José Manuel López Velarde, se presenta de viernes a domingo en la Teatrería hasta el 12 de febrero de 2023.

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: O Podrías Besarme

DRAMATURGIA: Neil Bartlett

DIRECCIÓN: José Manuel López Velarde

ELENCO: Antón Araiza, Constantino Morán, Daniel Macías, Kaleb Oseguera, Ernesto García, Max Ramírez y Conchi León.

DÓNDE: La Teatrería Sala A

DIRECCIÓN: Tabasco 152, Colonia Roma Norte.

CUÁNDO: Viernes 20:30, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 horas. Hasta el 12 de febrero 2023.

COSTO: $455. Disponibles en taquilla y Boletos | O Podrías Besarme | LaTeatreria (boletosenlinea.events)

DURACIÓN:  95 minutos con un intermedio.

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con valet parking o estacionamiento.