FOTOGRAFÍAS: RAÚL KIGRA CORTESÍA DEL INBAL
¿nOrMaL…? y algunos pensamientos sobre el teatro mexicano
¿nOrMaL…? y algunos pensamientos sobre el teatro mexicano
Rosa Márquez Galicia
Hace casi 10 años —cuando fui parte del programa Jóvenes a la Muestra de la 37 Muestra Nacional de Teatro en San Luis Potosí— asistí a una mesa de reflexión sobre teatro para grupos específicos, donde un hombre legitimado por el gremio escénico afirmó que el teatro para infancias hecho por madres se realiza mejor por su naturaleza femenina. Una joven tomó el micrófono y con voz firme y clara señaló que era notable la falta de perspectiva de género en el teatro mexicano y que la ausencia de respuesta de todes era muy irresponsable. Su intervención cortó el aire. Un aire que necesitaba ser interrumpido. Recuerdo ese silencio, esa incomodidad que atravesó la sala. Muchos hombres se removieron en sus asientos y el moderador dio fin a la mesa de reflexión. Otras mujeres en la audiencia la miramos con admiración.
En el Instituto Pantano de la Amargura, donde se degustan las plantas carnívoras y se mastican gusanos de manzana, llega una visitante extraña. Camila es una niña con dos ojos, dos brazos y dos piernas. En ese mundo invertido, su cuerpo y el nuestro se vuelve lo anormal. Así comienza ¿nOrMaL…?, creación de Proyecto Perla, dirigida por Micaela Gramajo y Daniela Arroio, inspirada en el cómic de Ana Jacoba Bellido, una obra que critica la normalidad establecida en una experiencia sensitiva y política.
Recordar aquel momento en San Luis Potosí, cuando Micaela alzó la voz frente a un comentario que vinculaba maternidad y teatro para niñeces desde una condescendencia evidente, es para entender que ¿nOrMaL…? nace de una genealogía de resistencia y pensamiento crítico que tanto Daniela Arroio como Micaela Gramajo han sostenido durante años. Ambas creadoras han enunciado desde sus prácticas, sus investigaciones y sus procesos colectivos, la necesidad de un teatro que se atreva a confrontar y a decir lo que durante mucho tiempo se calló.
Reiterar la presencia de Daniela Arroio es indispensable: su mirada, su sensibilidad y su rigor ético son parte esencial del tejido del proyecto. Juntas, Daniela y Micaela han impulsado una línea de trabajo que propone ir en contra de las estructuras adultocentristas y jerárquicas del teatro mexicano, y que apuesta por una escena capaz de imaginar otras formas de relación, otras maneras de mirar. ¿nOrMaL…? es la continuidad de una lucha política, estética y ética que ambas creadoras han construido codo a codo.
La obra se articula en cinco espacios de la Escuela de Iniciación Artística de Cancún, que se convierten en laboratorios sensoriales: una habitación íntima, una clínica estética, un cuarto rosa y azul, un tendedero de palabras y un teatro que alberga la historia de Camila. Cada espectador recorre un orden distinto según el color asignado en su entrada. Es un recorrido por distintos espacios donde regresamos al teatro con la historia de Camila; tras cada estación, volvemos a ella y luego reanudamos el recorrido.
En la historia de Camila su diferencia despierta desconcierto, burla y rechazo dado que para sus compañeres, ella es la rara, la freak, el monstruo. En clases, todes exponen sus intereses o habilidades. Cuando llega su turno, Camila confiesa lo que más ama: bailar. Sin embargo, sus compañeres creen que alguien tan diferente no puede hacerlo bien. Presionada, trata de adaptarse y cambia su cuerpo. Camila aparece transformada y, por un momento, parece encajar: ahora la celebran, la buscan.
¿nOrMaL…? despliega una serie de espacios-escena donde cada experiencia invita a mirar desde otro lugar. En la habitación de Ricardo, un joven con síndrome de Down recibe al público y comparte la experiencia de una visita, un encuentro que transforma el miedo en curiosidad. En el laboratorio del canon de belleza, la escena revela la historia del dolor detrás de una genealogía de la belleza, desde los pies de loto hasta la cirugía estética y lleva al público a construir un rostro colectivo que parodia la obsesión por lo perfecto.
Otra sala enfrenta la dicotomía del azul y el rosa donde desobedecen las reglas del género establecidas y celebran la libertad de ser diferente a lo que se espera. Por último, un gran tendedero se convierte en un ritual de limpieza y liberación, donde las etiquetas que marcan, que hieren, se escriben y se lavan. En conjunto, estas estaciones componen un recorrido que cuestiona nuestras miradas, lo que hemos aceptado como normal y convierte la diversidad en resistencia política.
Intervenir un espacio no es fácil. Exige precisión, escucha, flexibilidad y una arquitectura logística. La propuesta visual construye un universo de gran riqueza, cada espacio establece un set escenográfico donde los detalles sostienen un mundo con su propia gramática. Lejos de buscar una estética unificada, ¿nOrMaL…? apuesta por la heterogeneidad, por un teatro que asume su condición de inclasificable.
El teatro para niñxs y jóvenes ha sido históricamente clasificado con relación a la edad, ¿nOrMaL…? se erige contra esa tradición adultocentrista dado que es un teatro político, incluso nos cuestiona su propio molde y categoría. Habla con las niñeces y les reconoce como interlocutores capaces de habitar la complejidad, de preguntarse por la diferencia, de transformar el miedo en curiosidad. En su aparente simpleza propone una de muchas preguntas radicales ¿qué pasaría si nos narráramos sin etiquetas?
En la última escena, cuando se ha reunido toda la audiencia volvemos a Camila, ella se da cuenta de que con esa versión “normalizada” no puede hacer lo que más le importa: bailar desde sí. Entonces se rebela y se quita todo lo que le añadieron, recupera su cuerpo, su ritmo y su deseo. Su baile desobediente contagia al resto y en lugar de copiar coreografías, todes comienzan a bailar como quieren. Despojada de lo que tenía añadido declara: “Yo no soy esa Camila”. Abre la posibilidad de que cada persona pueda encontrar su ritmo, su forma.
En esta puesta en escena es visible la responsabilidad de quienes están fuera y dentro de escena, resulta importante destacar la complejidad y la atención que conlleva las representaciones éticas de personas con discapacidad en las artes, es una justicia estética, social y humana. Durante décadas, la discapacidad ha sido retratada desde la marginación simbólica ya sea como metáfora del sufrimiento, como vehículo de superación personal, o bien, en ausencia total. La escena, al igual que la sociedad, ha impuesto narrativas que reducen la complejidad de sus vidas a estereotipos limitantes. Por eso resultan urgentes las representaciones éticas que creen condiciones para hablar desde/por/con ellas, para así, reconocer sus voces, sus ritmos, sus corporalidades y sus deseos.
El elenco de ¿nOrMaL…?: Erik Gutiérrez Otto, Fernando Leija Flores, Patricia Loranca, Ricardo Selmen, Sergio Solis y Mariana Villegas sostienen la obra con una habilidad interpretativa capaz de transitar entre la farsa, la intimidad, el humor y la vulnerabilidad sin perder precisión. La energía del elenco es una fuerza innegable, un eje fundamental para que la experiencia inmersiva funcione.
Al recibir los aplausos, Proyecto Perla trae consigo la bandera de Palestina y nos recuerda que la libertad del ser está ligada a la libertad de los pueblos. Ese gesto amplía el análisis del discurso pues lo que está en juego es el derecho a la diversidad y la resistencia colectiva frente a un genocidio. Por su parte, Ricardo agradeció a su madre Tanya Selmen y nos invitó a la Academia Creando Sin Barreras, un centro de formación artística para personas con diversas discapacidades.
Le debemos una disculpa profunda al llamado teatro para infancias. Durante años, la escena mexicana y buena parte de su comunidad gremial han sostenido una jerarquía tácita que relega al teatro para infancias a una etiqueta inmóvil basada en la edad. ¿Acaso hay un llamado teatro para los adultos que generaliza teatralidades, técnicas y géneros? Esa mirada, atravesada por el adultocentrismo y el machismo estructural, ha limitado el reconocimiento estético y político de este teatro al invisibilizar el enorme trabajo creativo, conceptual y ético que implica pensar en las niñeces como interlocutoras críticas, sensibles y complejas.
Ya no quiero una sala en silencio cuando un comentario misógino acontezca. Traigo a colación la 37 Muestra Nacional de Teatro para que no pase desapercibido que considerar que el teatro para niñes pertenece al ámbito de lo maternal o que es una extensión de la naturaleza femenina, lo que expresa violencia, pues niega que este tipo de teatro también piensa, incomoda y transforma. No es un teatro menor, implica líneas de investigación, creación y gestión, desde un compromiso político con la imaginación.
Después de aquel momento en esa Muestra Nacional, algo cambió. Esta acción, encendió una ola de cuestionamientos: ¿quiénes hablan por las niñeces?, ¿quiénes ocupan los espacios de legitimación en el teatro mexicano?, ¿qué tipo de teatralidades entran en esos espacios? Se vuelve urgente repensar las categorías, desmontar los estigmas y reconocer que el teatro para infancias y jóvenes no es uno, ya no entra en el molde dado únicamente por la edad. Es, en sí mismo, una práctica política, estética y crítica, indispensable para imaginar futuros posibles.
¿nOrMaL…? nos recuerda que lo distinto es el lugar donde habita la belleza. Y que, en tiempos de uniformidad estética y política, bailar diferente es revolucionario.
Ficha técnica
Autoría y dirección: Micaela Gramajo y Daniela Arroio
Inspirada en el cómic e idea original de Ana Jacoba Bellido y con la colaboración y textos del elenco
Con: Erik Gutiérrez Otto, Fernando Leija Flores, Patricia Loranca, Ricardo Selmen, Sergio Solis, Mariana Villegas
Guías: Belén Aguilar, Daniela Arroio, Micaela Gramajo y Emma Malacara
Voz en Conocido/Desconocido: Tanya Selmen
Diseño de escenografía, vestuario y personajes de Camila: Ana Jacoba Bellido
Diseño de iluminación: Melisa Varïsh
Composición musical y diseño sonoro: Pablo Chemor
Música adicional: Alfonso Olguín
Asistente de dirección: Ana María Benítez Correa
Productor general: Gabriel Zapata Z.
Productora ejecutiva: MariCarmen Núñez Utrilla
RP y prensa: Adriana González
Redes: Yamili Ramírez Yehya
Diseño gráfico, fotografía y video: Gabriel Zapata Z.

