LOS ALIENS
Para quienes desean asistir a una tertulia con tintes chejovianos entre inadaptados, soñadores y la poesía de Bukowski.
LOS ALIENS
“Mirar el sol ayuda a estornudar.”
En la trastienda de una cafetería, entre botes de basura y cajas de refresco vacías, dos amigos se juntan para ver las horas pasar. Qué día es no es tan importante como dilucidar sobre el calentamiento global, los problemas de espalda, las granjas de viento o un corazón roto que se niega a aceptar su dolor. Entre canciones que nadie escuchó, recuerdos de un pasado que nunca pasó, un poco de té de hongos, y una novela que no habrá de terminarse, dos almas perdidas encontrarán en un demasiado joven e impresionable mesero el público que tanto han añorado, aun cuando pudiera ser ya demasiado tarde.
“Nadie que no sea parte de este café puede estar aquí.”
Annie Baker, dramaturga norteamericana quien ganó el Pulitzer en 2014 por su obra The Flick, explora el sentimiento de aislamiento e inadaptación que viven tanto adultos como jóvenes en la sociedad moderno en “Los Aliens”. A partir de una amistad entre Jasper y KJ, dos inadaptados en sus treintas que pasan días enteros hablando de todo y nada en una cafetería donde no se les permite estar, y la relación que establecen como pseudo-mentores de Evan, un adolescente que trabaja como mesero en dicho negocio, la autora es capaz de capturar la desesperación, ira y dolor que habita en los tres personajes ante una vida que sigue y sigue sin llegar a ninguna parte.
“¿Cuáles han sido los peores cinco minutos de tu vida?”
KJ, quien no terminó la universidad debido a un colapso mental, no puede consumir alcohol dado que cuando bebe tiende a dejar de tomar sus medicinas; Jasper, quien ni siquiera terminó la preparatoria, niega sus sentimientos luego de que su novia terminó con él, pero su corazón roto se deja entrever a la hora de compartir lo que ha escrito de su novela; Evan, quién busca desesperadamente la aprobación de estos dos mediocres, llega a una reunión de 4 de Julio con un licor de melón que robó de su casa y un tupper lleno de brownies. Más allá de una anécdota que narrar, “Los Aliens” establece un estudio de caracteres al mostrar a tres personajes rotos, con dinámicas interpersonales disfuncionales, cuyas historias son reveladas en pequeñas pistas que el espectador va uniendo para entender cuán pequeñas son sus míseras existencias. En una obra que, en la mejor tradición chejoviana, pareciera que no pasa nada, hay una vorágine de emociones chocando en el interior de los tres protagonistas, sentimientos que se exacerbarán hasta el quiebre ante un inesperado giro de tuerca que termina por derruir al más frágil de los tres.
“Está bien si no puedes llorar.”
Durante una celebración de 4 de Julio, Evan saca unas luces de bengala. KJ decide prender una y con una sonrisa casi infantil sobre su cara admira las chispas que brotan. Los tres inadaptados observan esa luz brillante en absoluto silencio en comunión. Una parte esencial para la escenificación de “Los Aliens” radica en el entendimiento que la dramaturgia está construida a partir de dos ejes clave: lo dicho y lo silente. Es en este equilibrio entre las palabras y el silencio, entre lo que se revela con diálogos, y lo que se entiende en la falta de sonido que la dirección de Roberto Beck logra capturar la esencia de la obra. Con los suficientes elementos para sugerir la trastienda de la cafetería, una mesa y unas sillas de plástico como escenografía central, Beck construye la puesta en escena desde la actoralidad, poniendo el foco en los personajes, libres prácticamente de toda parafernalia, salvo por algunos bien colocados cambios de iluminación en escenas clave. Sin duda, la puesta en escena es íntima, consigue que el espectador conecte con la psique de los tres personajes, acentuando así lo inmensamente doloroso del tránsito al que culmina la dramaturgia.
“¿Cómo sabes que tú no eres un genio?”
Luego de un evento que desbalancea por completo la dinámica de su vida, KJ le comenta una anécdota a Evan de cuando era niño y no podía dejar de decir la palabra “escalera”. A medida que su narración continúa, KJ va perdiendo el control, su mente se resquebraja, y comienza a repetir “escalera” una y otra vez, cada una con una intención distinta, in crescendo, llegando a una mezcla de furia y dolor desmedida. Todo esto lo observa Evan con una sonrisa congelada sin saber cómo reaccionar ante esto, su única solución una vez que entiende la situación es correr a la cafetería por una galleta, misma que sostiene con una mano que no puede dejar de temblar. Antes de esto, mientras platica casualmente con KJ, Jasper no puede evitar mostrar cuán herido se encuentra luego de que su exnovia lo dejara, hecho que fútilmente trata de compensar cambiando algunas partes de su novela. El verdadero reto en “Los Aliens” se encuentra en la capacidad del elenco para habitar a sus personajes desde una absoluta verdad, una que permita vislumbrar la complejidad de sentimientos encontrados que los habitan. Este complejo objetivo es conseguido con creces por Cristian Magaloni en el papel de KJ, quien es capaz de mostrarse como el más desinteresado de los millenials, tumbado sobre una silla mientras diserta sobre granjas de viento, o resquebrajándose por completo en el escenario repitiendo una sola palabra. A su lado, David Calderón da vida a Jasper con resultados favorables, siendo capaz de llenar los silencios que genera junto a Magaloni con toda una intención emocional. El elenco lo completa el joven actor Obeht Torres quien consigue resultados solventes como el adolescente Evan, siendo sus silencios mucho más profundos y memorables que sus diálogos donde la exploración de matices es aun requerida.
“Si P, entonces Q, entonces verdad.”
Recuerdo en mis muy tempranos veintes haberme enamorado perdidamente de un hombre en sus tardíos treintas. Él se autonombraba cantante de ópera, aun cuando en realidad sólo tomaba algunas clases de canto y de lo que vivía era de leer el tarot a amas de casa desesperadas. Sin embargo, yo lo veía como el ser más interesante del planeta, un hombre que me compartía su sabiduría de mundo, aun cuando en realidad estaba más perdido en esa edad que yo apenas saliendo de la adolescencia. Somos tantos los que estamos buscando el camino, alguna respuesta que nos lleve hacia la felicidad, a sentirnos menos ajenos al resto de la sociedad, que a veces pareciera que el ser un alien es lo “normal”. Sigamos escribiendo novelas, haciendo música, admirando a otros, felices en nuestra otredad.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: Los Aliens
DRAMATURGIA: Annie Baker
DIRECCIÓN: Roberto Beck
ELENCO: Cristian Magaloni, Obeht Torres y David Calderón.
DÓNDE: El Cïrculo Teatral
DIRECCIÓN: Veracruz 107, Colonia Condesa.
CUÁNDO: Miércoles 20:30. Hasta el 25 de Octubre 2023.
COSTO: $300. Boletos en taquilla o en Los Aliens – Boletópolis (boletopolis.com)
DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio. Principio del formulario
DATOS ADICIONALES DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.