LOBAS
Para quienes entienden que la adolescencia es un partido de futbol donde jugar en equipo siempre será mejor.
LOBAS
“¿Por qué traen cáscaras de naranja en la boca?”
Las jugadoras calientan, practican pases y se lanzan el balón mientras discuten temas de enorme relevancia como si en Yemen la gente tiene Twitter, un terrible genocidio en Camboya, problemas íntimos con toallas sanitarias, y Harry Potter. Entre risas, un poco de bullying, y tratar de entender a la nueva integrante del equipo que parece ser que vive en un yogurt, las chicas irán revelando que la adolescencia puede ser maravillosa a veces, profundamente dolorosa también, está llena de secretos que nadie quiere revelar, y tiene un definitivo sabor a naranja fresca cortada en gajos para compartir con las amigas.
“¿Por qué no puede haber chistes de embarazos?”
La angustia y magia de la adolescencia, específicamente para chicas de 16 años, es retratada por la escritora Sarah Delappe en “Lobas”, obra que llegó a ser finalista en los Premios Pulitzer en dramaturgia en 2016. En voz de nueve jugadoras en una liguilla juvenil de fútbol, y una de las madres de las jugadoras, la dramaturga norteamericana realiza una serie de bosquejos, pinceladas sobre la vida de cada una de las chicas que conforman el equipo, para poder crear con todos estos trazos un muy completo panorama, una agridulce pintura sobre la experiencia adolescente, desde las amistades que se forjan, y los pleitos que conllevan, hasta cuestiones por demás delicadas en temas de sexualidad, violencia y pérdida, por nombrar algunos.
“Nunca se vuelve más fácil, Sólo te vuelves mejor.”
La portera antes de cada partido sufre de problemas estomacales debido a un problema de ansiedad social; una de las mejores jugadoras del equipo debe de poner sus sueños en pausa debido a una inesperada herida; un pleito entre dos de las chicas revela un horrendo incidente ocurrido durante un viaje, pelea que sucede el día antes de que una verdadera tragedia ensombrezca por completo la cancha. A través de diálogos que se sobreponen, y que entremezclan lo intrascendente con lo terrible, creando personajes fácilmente reconocibles durante la adolescencia, y presentando un inesperado monólogo final capaz de conmover hasta las lágrimas, “Lobas” es un recorrido en el que el espectador no podrá evitar verse reflejado una y otra vez, en varias de las jugadoras. Es en esta manera de capturar la esencia del adolecer, del tránsito hacia la vida adulta, que Delappe es capaz de desarrollar una dramaturgia que divierte sin duda, al mismo tiempo que uno se enamora y conecta con las chicas, entiende sus historias, se conmueve con sus muy reales heridas tempranas que las habrán de marcar en el proceso de convertirse en las futuras mujeres que habrán de ser.
“Ya estamos grandes para pijamadas.”
El escenario se ha convertido en la cancha de fútbol donde el equipo entrena. En cada extremo se hallan jaulas amarillas, con espacios para guardar balones, mochilas y demás objetos. El proceso de entrenamiento y práctica para los juegos se ha coreografiado de manera meticulosa, convirtiendo a las nueve jugadoras en un ensamble que va de lado a lado del espacio corriendo, pateando el balón, levantando las rodillas, o haciendo zancadillas en clara sincronización. Apoyada por un sólido equipo de creativos, entre los que destacan Vicky Araico en el movimiento coreográfico, y María Vergara en el diseño de escenografía e iluminación, la dirección de la también traductora y adaptadora Paula Zelaya Cervantes consigue en “Lobas” recrear el caótico mundo en el que viven las adolescentes, al mismo tiempo que permite que cada una de las líneas narrativas se cuente con claridad en medio de todas las conversaciones que suceden al mismo tiempo. De tal manera, mientras que las jugadoras van de lado a lado del lugar corriendo, y discutiendo algunos temas tan profundos como El Señor de los Anillos, otras van revelando secretos dolorosos, consiguiendo un vaivén de información que el espectador poco a poco va hilando a medida que conoce a todos los personajes. Es en esta forma tan delicada y efectiva de presentar a las 9 adolescentes, en sus complejidades y virtudes, que Zelaya Cervantes demuestra su capacidad para orquestar tan difícil reto.
“El coach quiere hablar con 46, 14 y 00.”
La jugadora con el número 46 se acaba de integrar al equipo. Sin realmente conocer a las demás miembros del equipo, demostrando una muy buena habilidad con el balón, y tratando de interactuar con ellas a pesar de ciertas limitantes sociales, poco a poco se va ganando su lugar en la cancha y en el corazón de sus compañeras. Por su parte, el enorme enojo y frustración que emana de la número 7 se contrasta con la fragilidad de la portero, o con el liderazgo que siempre trata de mantener la líder del equipo. El elenco de “Lobas” está conformado por Alicia Candelas, Ana Guzmán Quintero, Ana Valeria Becerril, Arcelia Ramírez, Camila Torres-Cantú, Claudia González Menchaca, Luisa Guzmán Quintero, María Penella Gómez, Patricia Loranca y Sharon Ayón. Cada una de las jóvenes actrices consigue dar vida y dimensión a sus roles, vitalidad y veracidad, siendo destacable el nivel de fractura que Ana Guzmán Quintero imprime a su interpretación, así como el carisma encantador que pone Penella a su inadaptado personaje. Una vez dicho esto, es digno de mencionar el trabajo que realiza Arcelia Ramírez, quien con una participación de menos de 10 minutos en escena, para entregar un monólogo como la madre de una de las chicas, consigue demostrar su capacidad histriónica para la fractura emocional desde el simple hecho de haber olvidado una bolsa de naranjas en la cajuela.
“¿Por qué perderías el tiempo conociéndote a ti mismo?”
Recuerdo haber participado en un equipo de fútbol cuando tenía unos 14 años. Era el aguador pues mi peso me impedía jugar de manera adecuada. Tengo memoria de la manera en que se burlaban de mí, pero también de otros, de haber una enorme cantidad de chistes homófobos mientras al mismo tiempo algunos de los compañeros revelaban violencias en sus familias. “Lobas” es una rebanada de realidad, es una visión muy precisa de lo que es la adolescencia, de ese “mágico” y “maravilloso” momento en la vida que normalmente se romanitza y al cual, ni en un millón de años, quisiera volver.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: Lobas
DRAMATURGIA: Sarah Delappe
TRADUCCIÓN Y DIRECCIÓN: Paula Zelaya Cervantes
ELENCO: Alicia Candelas, Ana Guzmán Quintero, Ana Valeria Becerril, Arcelia Ramírez, Camila Torres-Cantú, Claudia González Menchaca, Luisa Guzmán Quintero, María Penella Gómez, Patricia Loranca, Sharon Ayón, Michel Santré y Maic Vamora.