Para quienes quieren reír a carcajadas sacando a pasear a su perra interna.

LEGALMENTE PERRA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

Con desbordante cinismo, gran cantidad de ácido y una vena natural para la comedia, Paula Aguilera construye “Legalmente Perra” un muy divertido monólogo en torno al arte femenino de ser una perra. Bajo el contexto de una plática motivacional, Aguilera presenta a Katherine, una poderosa mujer de negocios que ha levantado su corporación pozolera a partir de que decidió dejar de ser una esposa obediente y sumisa y decidió convertirse en la perra más perra de todas. Lo que podría por un momento confundirse como un entretenido manifiesto feminista en contra de los hombres, poco a poco se revela como una irreverente crítica no sólo en contra del género masculino sino contra todo lo que se mueva, incluyendo cada uno de los asistentes, quienes muy posiblemente caerán en las garras de Katherine consiguiendo fuertes carcajadas.

“Legalmente Perra” es un buen trabajo cómico a nivel dramatúrgico, pero al combinarlo con la experimentada dirección de Juan Ríos dentro de un formato de Cabaret, el resultado es mucho más efectivo en todos los sentidos. Con un mínimo de producción, la presencia de un tecladista para musicalizar en vivo y un magnífico sentido de cómo manipular al público para conseguir el máximo de interacción, Ríos consigue que el texto de Aguilera cobre mayor fuerza, se fortalezca la comedia y alcance su máximo potencial. Ciertamente habría que pulir mejor la musicalización en la puesta para que ésta vista la escena y no la llegue a entorpecer, pero “Legalmente Perra” definitivamente se suma a la larga lista de aciertos que Juan Ríos ha conseguido dentro del formato de Cabaret que tanto disfruta presentar.

“Todo el mundo tiene un fucking price.”

La misma Paula Aguilera es la encargada de darle vida a Katherine, una muy buena mezcla entre niña fresa, extranjera altanera y perra irreverente, capaz de hacer reír con toda una serie de ocurrencias que van desde lo político, económico o social, hasta lo sencillamente ridículo. Escuchar a esta perra discutir sobre “juanzontles”, hacer referencias sobre Enrique Peña Grandson, o cómo tenía que lidiar con su suegra, Mamá Chuy, son momentos de verdadera hilaridad en boca de Aguilera quien claramente entiende sobre comedia y que no teme llevar hasta las últimas consecuencias las situaciones que se presentan en la obra, consiguiendo que su interacción con el público sea exitosa sin importar cuán confrontacional sea. A medida que la temporada continúe, Paula será capaz de amarrar con mayor solidez su personaje para un mejor ritmo y flujo de la obra, lo cual logrará un producto todavía más sólido que alcance su máximo nivel de comicidad.

“Legalmente Perra” es un gran divertimento libre de toda pretensión más allá de ofrecer una hora y media de muchas carcajadas a partir de un humor ácido y mordaz. En una sociedad que se preocupa demasiado por lo que piensan los demás, obsesionada con ser políticamente correcta, este tipo de espectáculos de Cabaret, libres de restricciones morales o sociales, se agradecen enormemente.

“Soy rica, poderosa y sé exactamente lo que quiero. Si eso me convierte en una perra, que así sea.” Esta famosísima declaración hecha por Madonna en 1990 me estuvo dando vueltas en la cabeza mientras era víctima de los divertidos ataques de Katherine desde el escenario, recibía de sus propias manos mi certificado oficial de perra de calidad mundial y sencillamente no paraba de reír durante toda la representación de “Legalmente Perra”. También recordaba una de las frases claves en la novela “Dolores Claiborne” de Stephen King: “A veces, una mujer no tiene más remedio que convertirse en una perra.” Seamos honestos, aceptémoslo y divirtámonos, que ser una perra es sencillamente sensacional.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)