LA CELESTINA
Para quienes desean ovacionar una poderosa adaptación del clásico de Fernando de Rojas con magistrales actuaciones.
LA CELESTINA
“El deleite es contar a los amigos las cosas sensuales.”
Desesperado por la negativa recibida a sus afectos por parte de la bella Melibea, el enamoradizo Calisto ha prestado oídos a las no tan inocentes recomendaciones de su criado Sempronio. Ellas lo han guiado hacia la seductora y ponzoñosa lengua de Celestina, la otrora prostituta ahora convertida en hechicera y en manipuladora de la mente humana. Entre dimes y diretes, mucho oro cambiando de manos y lealtades frágiles destruidas por el deseo y la ambición, ninguno de los involucrados en este lío de amores habrá de salir bien librado.
“A quien dices el secreto das tu libertad.”
La Comedia de Calisto y Melibea, mejor conocida como “La Celestina” y atribuida a Fernando de Rojas, es una de las piezas de la literatura española más importantes en la historia, estando a la par de El Quijote de la Mancha. Escrita a finales del siglo XV, el libro escrito a manera de diálogos en verso combina con belleza narrativa incomparable el humor, la psicología humana y el patetismo de una tragedia a través de personajes con un desarrollo literario sorprendente. Esto resulta evidente principalmente en la misma Celestina quien posee la maquiavélica arma de manipular la mente humana a través de sus viperinas palabras.
“En el servicio del criado está el galardón del Señor.”
Siendo que la obra de Fernando de Rojas fue escrita a manera de diálogos, “La Celestina” ha sido objeto de múltiples adaptaciones a la escena con variantes niveles de calidad y efectividad. La versión presentada por la Compañía Nacional de Teatro fue realizada por la creadora escénica Rosenda Monteros (QEPD) quien consigue una dramaturgia poderosa, cargada de tanto humor como dramatismo, que captura la esencia de la acción dramática y de la narrativa al mismo tiempo que maneja una lectura de los personajes mucho más compleja que la normalmente se percibe. Esto queda patente en el personaje de Celestina el cual es abordado mucho más desde sus orígenes como prostituta, como un ser carnal y pasional y no como una vieja hechicera como normalmente es pintada.
“Desdichado de mí que por ser leal padezco mal.”
Calisto y Melibea por fin se han encontrado como amantes y no como enemigos, cada uno de ellos en el lado contrario de una pared. Esto en escena se presenta de manera horizontal, siendo que Calisto se encuentra afianzado a una tarima boca arriba mientras que Melibea se halla acostada. La escenificación de “La Celestina”, a cargo de Ruby Tagle quien toma las riendas del proyecto tras el lamentable fallecimiento de la maestra Monteros, alcanza momentos escénicos destacables, particularmente en el segundo acto. Mientras que el primer acto se lleva a cabo de manera más directo y fluida, siendo la comedia el eje central de la acción, el segundo hace de recursos antes no establecidos como el ejemplificado arriba que llevan la poética a niveles estéticos muy bellos. Esto se consigue gracias al trabajo de escenografía e iluminación de Jesús Hernández, quien es capaz de evocar atmósferas cargadas de emoción con un simple movimiento de tablón o con una iluminación más cálida. Sin embargo, el tono mucho más denso en la segunda parte, asentado por el uso constante de música la cual, a pesar de ser bellamente interpretada en vivo por Pablo Ramírez, contribuye a crear un montaje innecesariamente de casi tres horas. Ciertamente la escena final de la obra, aquella en que Melibea decide tomar las riendas del destino en sus propias manos, es capaz de robar el aliento en su fuerza y carga emocional, un momento que consigue regresar el ciento por ciento de la atención en una propuesta demandante.
“Quemada seas alcahueta enemiga de la honestidad.”
Desparpajada, cínica y ambiciosa ante sus iguales, Celestina se presenta casi muda y solícita ante aquel a quien está dispuesto a quitarle hasta el último centavo si se le permite. Lo melodramático del acaudalado Calisto se contrasta con lo caprichoso de la malcriada Melibea, estando en medio la muy divertida presencia de los igualmente contrastantes criados Sempronio y Pármeno. Más allá de un texto representativo de la más alta literatura española o una propuesta escénica lograda, “La Celestina” es un trabajo digno de una ovación de pie por el trabajo actoral de un elenco que se destaca por saber llevar el diálogo versado y en español antiguo al terreno de lo cotidiano y verdadero, todo ello accionado desde un punto de honestidad entrañable. Laura Padilla como Celestina entrega una catedra en la creación de personajes, siendo capaz de encarnar las diferentes y contrastantes caras del prisma que muestra la perversa manipuladora. Igualmente destacables resultan Adrián Aguirre y Eduardo Candás como los sirvientes, Misha Arias de la Cantolla y Paulina Treviño como los trágicos enamorados. Cada uno de ellos demuestra que un texto complejo es tan asequible como aquel actor que es capaz de darle vida y sentido a las palabras.
“Dile que cierre la boca y que comience a abrir la bolsa.”
Resulta vigorizante apreciar el gran trabajo que está realizando la Compañía Nacional de Teatro en este año con propuestas que se dan permiso de explorar diferentes lenguajes teatrales para montar textos clásicos que comúnmente podrían ser desechados. El Perro del Hortelano llevado a la arena del cine de oro mexicano y ahora “La Celestina” en una temporalidad que se siente tanto de su época como actual dotan a estas obras maestras de relevancia e importancia en un 2019 donde México haría bien de voltear la mirada hacia atrás para aprender de nuestra historia.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “La Celestina”
DRAMATURGIA: Fernando de Rojas
ADAPTACIÓN E IDEA ORIGINAL: Rosenda Monteros
DIRECCIÓN: Ruby Tagle
ACTUAN: Adrián Aguirre, Misha Arias de la Cantolla, Eduardo Candás, Miguel Cooper, Ana Paola Loaiza, Gastón Melo, Carlos Ordóñez, Azalia Ortiz, Laura Padilla, Pilar Padilla y Paulina Treviño.
MÚSICO EN ESCENA: Pablo Ramírez.
DÓNDE: Sala Héctor Mendoza
DIRECCIÓN: Francisco Sosa 159, Colonia Barrio de Santa Catarina, Coyoacán.
CUÁNDO: Jueves y Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 horas. Hasta el 2 de Junio 2019.
COSTO: Entrada libre. Boletos bajo reservación al correo públicos.cnteatro@inba.gob.mx
DURACIÓN: 165 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.