JESÚS, MARÍA Y JOSÉ JOSÉ
Para quienes quieran ver una anti-pastorela que los doble de risa.
JESÚS, MARÍA Y JOSÉ JOSÉ
“¡Santa Virgen de las Arracadas Perdidas!”Todos conocemos la historia. Nos la han contado en películas y pastorelas infinidad de veces. La estudiamos en el catecismo y hasta Andrew Lloyd Webber nos regaló un musical sobre ello. Un niño va a nacer y cambiará al mundo; el hijo de Dios viene para salvarnos. Lo que nadie me había dicho hasta ahora era que María vivía en Cuautitlán Izcalli, que la anunciación fue a cargo de un Arcángel con pantalones turquesa de brillitos o que José era igualito a Pedro Infante.
“Yo soy el Arcángel Manigüis Gabriel.”La mancuerna de Humberto Robles y Juan Ríos nos ha hecho reír durante años. “Ni Princesas ni Esclavas” y “Divorciadas” (ambas reseñas en www.entretenia.com) lograron arrancarme lágrimas de risa cuando las vi, mientras exploraban temas de empoderamiento femenino. Ahora, de nueva cuenta, dramaturgo y director se vuelven a juntar en “Jesús, María y José José”, una anti-pastorela, que no sólo me resultó divertidísima, sino además sumamente interesante en su derroche de ácido y mordacidad.
“Dios es infalible, pero a veces se equivoca.”Yo confieso que entré con cierta dubitación a la obra. No porque dudara de la capacidad de Humberto Robles como dramaturgo o de Ríos como director, sino por el elenco, específicamente Carlos Rangel, interpretando a su personaje más famoso, “La Manigüis”. Aclaro, no tengo nada en contra de La Manigüis, muy al contrario, me parece entrañable, pero pensaba que la obra podría resultar un mero vehículo para el lucimiento de un solo personaje en vez de un trabajo redondo. Todas mis preocupaciones resultaron sin fundamentos.
“¿Te echaste a mi vieja, pinche mayate?”Sin lugar a dudas, el foco central de la obra lo tiene el personaje del Arcángel, quien bailará, cantará y joteará de lo lindo, en aras de conseguir que José y María, futuros padres del salvador, firmen el contrato, previamente redactado en el cielo. El personaje en papel es gracioso, en manos de Carlos Rangel, es sencillamente hilarante. La Manigüis no se luce, sino que potencializa el personaje, creado por Robles, para hacerlo no sólo más gracioso, sino también más perverso a medida que la obra alcanza los tonos más oscuros. Ciertamente para quienes son fans de este personaje, hecho famoso en programas como “Desde Gayola” y “Farandula 40”, saldrán encantados por el personaje en sí, pero para aquellos que no lo conocen, encontrarán un trabajo comprometido y logrado en toda su extensión.
“Somos tan pobres, que no nos alcanza para pecar mucho.”Compartiendo el escenario, encontramos a Marcela Morett y a Enrique Galván como María y José respectivamente. Marcela me sorprende más y más con cada nuevo personaje que le conozco. Del cabaret a Ionesco y de monjas lesbianas a prostitutas, pasando por una seductora desmembrada y, ahora, una madre de Cristo fan de la Rosa de Guadalupe, Morett muestra un rango enorme en su repertorio actoral. Como dije anteriormente, el foco de la obra está en el Arcángel, pero las carcajadas más fuertes ciertamente las solté cuando vi a María ser tomada por el Espíritu Santo y cuando relata lo sucedido a José en cámara rápida. Por su parte, Enrique Galván sabe que lleva el papel menos lucidor de la obra y lo asume con aplomo. Su José es más una caricatura que un personaje y Galván lucha exitosamente por arrancar risas, más por su habilidad de improvisación que por el texto mismo. En dos ocasiones le aplaudimos por lograr hacer reír a sus compañeros en el escenario con su gran ingenio e improvisación.
“Usted va a ser una de las figuritas indispensables en todos los nacimientos.”La dirección de Juan Ríos siempre me ha parecido muy clara en su propósito: trazos escénicos sencillos y una labor enfocada a potencializar el trabajo de sus actores y las palabras del autor. En “Jesús, María y José José” la línea no cambia. El escenario podría estar casi vacío, con una iluminación y musicalización mínima que las risas seguirían siendo poderosas. Juan Ríos entiende que su trabajo es exitoso a medida que los demás participantes brillan.
“Chamaquito violado por aquí, chamaquito violado por allá, chamaquito violado por acullá.”“Jesús, María y José José” se presenta como una anti-pastorela cómica de cabaret que nos hará pasar un rato muy agradable. Lo que encontramos es justamente eso, durante tres cuartos de la obra: números musicales casi surrealistas en su ridiculez, y grandes chistes, algunos referenciando a la autopista del Sol, la reforma hacendaria o Paulina Rubio. Sin embargo, el trasfondo al final de la obra va mucho, mucho más allá. Humberto Robles ha escrito un texto de crítica profunda hacia la iglesia católica que destila ácido y humor negro. Siendo yo un fan de este tipo de comedia, no pude salir más satisfecho. Probablemente ofenda a uno que otro devoto, pero seamos sinceros, ellos no son el público target de esta obra.
“Le voy a pedir que resucite a Pedro Infante y a Raúl Velasco.”La temporada teatral navideña ha llegado y la oferta de pastorelas y cuentos mágicos de navidad ya está explotando por todos lados. Quienes quieran algo tradicional y solemne o algo de tono familiar se tienen que alejar de El Bataclán. Quienes tengan antojo de algo divertido, inteligentee irreverente, “Jesús, María y José José” los dejará con una enorme sonrisa en la boca.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.