GODSPELL
Para quienes quieren ver una gran producción de uno de los musicales más emblemáticos de los setentas.
GODSPELL
Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Sócrates, Tomás de Aquino, Jean-Paul Sartre, Nietzsche; los más grandes filósofos de la historia se han reunido en este teatro para no decir nada. Sus palabras se han convertido en una cacofonía, una torre de Babel donde la única voz que podrá sobresalir será, no la que tenga razón sino aquella que lleve amor y paz en su corazón. Jehovah, Shiva, Buda, Alá, Yahvé…Dios; todos son uno, todos tienen la razón. Una paloma blanca y el Che Guevara nos dan la bienvenida, nos invitan a tomar asiento, a ser bautizados y a llenarnos de la palabra de Dios. Esto no es una misa, no es una clase de catecismo, esto es una celebración de vida. ¡Qué estalle la música y que resuenen las voces de todos que la magia del teatro está por comenzar!
En 1971, la vida de Jesús, sus enseñanzas y su muerte fueron fuente de inspiración para la creación de dos enormes musicales, producto de la creatividad de dos jóvenes compositores. Andrew Lloyd Webber, creador de “El Fantasma de la Ópera” y “Cats”, escribió la ópera rock “Jesucristo Superestrella”, mientras que el escritor de “Pippin” y “Wicked”, Stephen Schwartz, realizó el fenómeno hippie “Godspell”. Basándose principalmente en las parábolas contenidas en los evangelios de San Mateo y San Lucas, este hermoso musical es un canto a los ideales de una época: igualdad, amor y paz.
“Nunca vas a poder amar a Dios y al dinero al mismo tiempo.»«Godspell» no es un musical de gran formato, no presume de una gran producción o de vistosos números bailables. Lo que Stephen Schwartz ha creado con esta joya teatral es capturar la esencia de toda una época, el sentir de toda una generación que se encontraba perdida a principios de los setentas y lo expresa en música y canciones tanto poderosas como entrañables. «Hoy por Hoy», «Te Pedimos Perdón», «Tantas Bendiciones» y «Hermosa Ciudad» son tan sólo algunas de las canciones que tanto por su mensaje positivo como por su ritmo contagioso y bellas letras, se grabarán en la mente del espectador, independientemente de la religión que profese.
“Oh Jerusalén, que bien matas a tus profetas.”Tras haber producido en 2011 el primer remontaje de «Godspell» en Broadway y una importante temporada en el recién inaugurado Teatro Milán a principios de este año, Juan Torres y Guillermo Wiechers retoman este gran proyecto, ahora en el Teatro Rafael Solana con resultados sumamente positivos. La adaptación a cargo de Enrique Arce consigue que la obra no sólo sea actual, sino local para un público mexicano, de manera divertida sin ser obvia ni burda. Aunado a esto, encontramos que el sonido sesentero de la música original ha quedado atrás gracias a arreglos musicales más modernos a cargo de Eduardo Soto, pero manteniendo la visión e ideales de la obra vigentes y con fuerza, demostrando tener una poderosa resonancia sobre una nueva generación de “milenios” que no ven diferencias entre razas, preferencia ni, por supuesto, religiones.
El primer gran aplauso para “Godspell” se lo lleva la producción, muy en particular el trabajo realizado por Sergio Villegas con la escenografía e iluminación. Un teatro en plena reconstrucción cobra vida al principio de la obra y se convierte en un personaje activo durante el montaje entero para dar paso a momentos que verdaderamente roban el aliento. Aun cuando ciertos elementos han cambiado, se han eliminado o han tenido que ser adaptados para el nuevo escenario, la magia creada por Villegas sigue presente en esta reposición. De igual manera, es importante aplaudir el trabajo realizado por Eloise Kazan en el vestuario, quien imprime a cada personaje tono y color dentro de las distintas religiones de este planeta.
Sin duda la carta más fuerte de todas en esta reposición de «Godspell» se encuentra en su renovado elenco, el cual ahora cuenta con la presencia de Israel Estrada e Iker Madrid en los papeles de Jesús y Judas respectivamente, entre otras nuevas caras en el ensamble. La presencia vocal de Estrada, así como su evidente pasión por el papel que interpreta, logran darle un respiro de nueva vida a la obra entera, claramente apoyado por Madrid quien también llena los zapatos de su personaje con mayor fuerza que la vista en la temporada pasada. El resto de los actores en «Godspell» brillan con fuerza, sobre todo debido a la gigantesca energía con la que se dejan llevar por el montaje. Sin embargo, este punto puede resultar contraproducente si no se contiene y canaliza esta energía para respetar la línea de dirección establecida originalmente por Lorena Maza. Una vez dicho esto, es un enorme placer ver en “Godspell” a los que sin duda serán los futuros protagonistas de muchos musicales por venir.
“No hay final sin comienzo.”Este 2014 tuve la bendición de ver casi 300 obras diferentes de teatro. Dramas, comedias, farsas, obras de más de tres horas de duración o de tan sólo quince minutos que me conmovieron, me hicieron reír a carcajadas, cambiaron mi alma o me hicieron llorar. «Godspell», junto con su mensaje de amor y fraternidad, es un estupendo cierre para un maravilloso año teatral al demostrar la capacidad trasnsormadora del teatro tanto a nivel externo como interno. Con la misma fuerza con la que un musical de esta calidad es capaz de mover fibras profundas en un público que se levanta de su asiento para ovacionar de pie a quienes los han conmovido, el Teatro Rafael Solana recibe a un nuevo elenco para lo que espero sea una mayor temporada de lo prometida de un musical que ha sabido aprender del pasado para dar la bienvenida a un 2015 que estoy seguro estará lleno de éxito y, esperemos todos, de paz.
Búscanos en Facebook, Swarm e Instagram como Entretenia
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
DIRECTOR RESIDENTE: Enrique Arce
[AFG_gallery id=’43’]