FELIZ NUEVO SIGLO DOKTOR FREUD
Para quienes quieren ver el nacimiento de la psicología desde el ojo de Sabina Berman.
FELIZ NUEVO SIGLO DOKTOR FREUD
“La tuya es una lucha contra la realidad.”1899. El mundo está cambiando y uno de las principales cabezas detrás de este cambio es el Doctor Sigmund Freud, quien revolucionaría a la humanidad entera con el descubrimiento (¿o invención?) del psicoanálisis. Una joven de 17 años, quien pasaría a la historia como la protagonista del “Caso Dora”, simboliza todos los deseos y pasiones de un nuevo siglo que está a punto de explotar en rebelión a una era marcada por las reglas sociales y la represión. Un misógino y una librepensadora confrontados. Sabina Berman en todo el esplendor de su pluma.
“Es inútil hablar de neurosis sin hablar de sexo.”Dora recibirá la educación en finanzas que necesita y, por ende, heredará el emporio textil de su padre si, y sólo si, el Doctor Freud la encuentra mentalmente sana. Ella seguramente está loca pues le ha puesto a su padre un ultimátum: o se aleja de su amante, que él niega existe, o la pierde a ella. Claro que a esto tenemos que sumarle que la no-existente amante es la esposa de un amigo del padre, mismo que tiene intereses moralmente cuestionables con Dora. Claramente ella está loca, ¿qué no?
“Vivimos en una sociedad donde ser neurótico es ser normal.”“Feliz Nuevo Siglo Doktor Freud” es en definitiva un texto muy poderoso que tiene diferentes lecturas, dependiendo del nivel de profundad al que se quiera llevar. Muy por encima, tenemos una historia de sumo interés sobre cómo Freud desarrolló la teoría de la transferencia, donde un individuo transfiere sus sentimientos pasados a nuevas relaciones. Padre e hija, amante y esposo cornudo, científico egocéntrico y una hija queriendo sobresalir de las sombras, toda una serie de personajes que se cruzan e interconectan en un chisme de fines de siglo XIX que, sin duda, mantiene la atención.
“Las mujeres somos los eunucos de la sociedad.”Ahora bien, por debajo de la mera anécdota, encontramos la confrontación entre un mundo dominado por los hombres y las grietas que empezaban a aparecer en un sistema que fue sólido durante siglos pero que terminarían resquebrajándolo para brindarle a las mujeres su verdadera autonomía para simplemente ser. Si escarbamos todavía más, encontraremos un discurso sobre cómo el tiempo se encarga de crear nuevos mundos en un mismo espacio que sólo tienen la opción de chocar y confrontarse. Para que el siglo XX comenzara, el XIX no sólo tenía que acabar, tenía que desmoronarse.
“¡Qué fastidio con estas mujeres fálicas!”Una de las fallas que comúnmente encuentro en las obras de teatro que visitamos, a nivel dirección, es la del ritmo. Diálogos poderosos se entorpecen debido a la falta de cadencia en su entrega y cuadros escénicos, que pretenden crear imágenes memorables, caen cual plomo por su torpeza o lentitud. Alberto Lomnitz, quien también tiene en cartelera “El Vestidor” en el Foro Chapultepec (reseña en www.entretenia.com), dirige con gran puntualidad la obra de Berman, consiguiendo un ritmo constante y sólido que logra, no sólo mantener la atención, sino involucrar al público, tanto con Dora como con Freud, para conseguir la simpatía o el repudio ante las tesis propuestas en la obra. Aunado a esto, visualmente el montaje consigue momentos de enorme teatralidad a partir de elementos sumamente sencillos como el abrir y cerrar de un par de paneles en la parte trasera del escenario para dar paso a una secuencia de sueño que verdaderamente sorprende.
“Como usted cura enfermedades que no existen.”Freud cae en manos de David Hevia, mientras que Alejandra Glennie es la famosa paciente Dora. Ambos actores logran un fuerte compromiso con sus personajes, llevándolos a una profundidad que va de acuerdo con el texto de Berman. Las interpretaciones van en crescendo lentamente hasta alcanzar su climax en una escena de castración femenina que en verdad impacta, visualmente claro, pero sobre todo por las grandes actuaciones.
“El matrimonio le encogió la inteligencia.”El resto del elenco brinda un fuerte apoyo a estos personajes y llegan a brillar por sus propios méritos. Donde encontré mi único verdadero “pero” en la obra fue en una decisión que no logro discernir si fue de dirección o actoral. Las primeras palabras que salen de Freud son en alemán, dándonos la bienvenida, para después continuar con su personaje en un español claro y fluido. Sencillamente no entiendo que uno de los personajes, durante toda la función, hable con un falso acento que no aporta absolutamente nada a la obra y que, muy al contrario, entorpece la dinámica de la misma. Me hizo recordar a Diana Bracho, hace años, en “Master Class” interpretando a María Callas con un espeluznante acento griego que, aun cuando su actuación era gloriosa, llegaba a desesperar por su anti-naturalidad.
“¡El doctor de los ciegos no puede ser ciego!”Nunca fui muy adepto de la psicología hasta que me vi un día, literal, acostado en un diván, llorando como loco y contándole todos mis dolores a mi terapeuta. La psicología es una ciencia maravillosa que puede cambiarle el destino a muchos y que, seamos honestos, podría ayudar a más de diez que conocemos. “Feliz Nuevo Siglo Doktor Freud” nos acerca a los inicios de este mundo en un montaje interesante, bien logrado e inteligente. Acérquense, tal vez descubran alguna sombra que llevan guardada dentro, muy dentro, en su subconsciente.
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