ENFIDELIDAD
Para quienes quieren participar en un experimento voyerista muy darwiniano durante una primera cita.
ENFIDELIDAD
“Baja la mano si no estás interesado en encontrar el amor.”
La búsqueda instintiva de la pareja más apta para la reproducción, la ausencia de amor en la era de la informción, la innegable realidad de que aun somos primates por más evolucionados que pretendamos ser o la conciencia de que nuestra única misión en la vida como humanos es disfrutar al máximo todo lo que se pueda libres de ataduras sociales anquilosadas como el concepto de que una pareja se debe mantener monógama por el resto de sus días. Esto podrá parecer un juego entre adultos, podría confundirse con una primera cita, pero la verdad es mucho, mucho más profunda y perturbadora de lo que aparenta.
“¿Hay alguien en el escenario que te guste?”
La posibilidad de encontrar el amor sobre un escenario, el concepto de fidelidad en el siglo XXI y la inminente y la llana curiosidad de qué pasaría si se deja a dos personas solas en el escenario sin libreto motivaron la imaginación del dramaturgo Rob Drummond a escribir “Enfidelidad”, un juguete escénico que pone a dos extraños del público a conocerse frente a toda la audiencia en lo que podría pasar como una simulación de una primera cita. Este ejercicio para-teatral esconde por debajo de su aparente frivolidad con sabor a reality show un manifiesto sobre la naturaleza de las relaciones humanas en nuestros días, así como un estudio sobre la naturaleza de la fidelidad en un mundo donde pareciera no tener la más mínima cabida.
“Este es su inicio, su final podría ser en 60 minutos.”
Más que una traducción, el también director y protagonista de “Enfidelidad”, José Manuel López Velarde, ofrece una verdadera apropiación del texto, desdibujando por completo donde se encuentra la ficción del escritor original y donde comienza la suya. De tal manera que la propia personalidad obsesivo-analítica de López Velarde o su relación con su pareja de años, denominada Lucy, se vuelven una parte integral del performance, dejando incluso en segundo plano a la pareja que se supone es el centro de atención de la obra, quienes a momentos pareciera que preferirían seguir conociéndose a escuchar las múltiples teorías que Darwin alguna vez sostuvo sobre la evolución humana.
“Las peores decisiones son el material de las mejores historias.”
A través de levantar y bajar la mano, aproximadamente 15 miembros del público son seleccionados para subir al escenario como posibles candidatos de la primera cita que se promete como premisa eje de la obra. Luego de una rutina de lo más divertida donde se tienen que responder una serie de preguntas con un sí o no, el anfitrión del montaje va definiendo quienes dos de los participantes tienen el mejor perfil para ser seleccionados. Presentada casi a manera de un programa televisivo de concursos, la propuesta escénica de “Enfidelidad” es congruente con el texto, motivando la participación activa de todos los espectadores, ya sea aportando sus opiniones sobre el amor o la pareja, cómo deberían de proceder los dos incautos que están en el ojo del huracán en espera de un posible beso, o hasta en un confesionario sobre cuántas veces ha sido una persona infiel en su vida. Todo esto lleva a que los espectadores se compenetren con la puesta en escena de una manera casi tan personal como lo hace el mismo López Velarde.
“Me haría muy infeliz pensar que no estaremos juntos en la eternidad.”
Hablar de actuaciones sería un ejercicio en futilidad dado que los participantes de “Enfidelidad” están siendo ellos mismos sobre el escenario, sobre todo el propio José Manuel López Velarde. En un ejercicio de absoluta verdad y sinceridad, el director es capaz de desnudar su alma y corazón ante un público que espera un remate cómico en todo momento y que poco a poco va descubriendo que el juego que se ha jugado a lo largo de la puesta es mucho más perverso, oscuro e incluso peligroso. Un giro de vuelta final en la narrativa de la obra es capaz de congelar la sangre, dejando a uno preguntándose qué tanto de lo que se ha visto está escrito en un libreto, qué tanto son palabras de verdadera honestidad.
“A veces pienso que sería mejor que nos dejáramos de querer.”
Tengo poco más de un año de casado y puedo decir que soy profundamente feliz. Sin embargo, también sé que en el pasado dije lo mismo hace más de diez años y esa relación terminó en una serie interminable de infidelidades por ambas partes involucradas. Al término de “Enfidelidad” no pude evitar un sentimiento de incomodidad ante el incesante pensamiento de que había presenciado una obra que podría ser percibida como una apología a serle infiel a la pareja. Sin embargo, si somos realistas y creemos en las cifras que aseguran que más del 75% de las personas le son infieles a sus parejas, uno podría relajarse y enfrentar la innegable y darwiniana realidad de que no somos más que fallidos seres humanos culpables de caer en la tentación todos los días.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Enfidelidad”
DRAMATURGIA: Rob Drummond
TRADUCCIÓN Y DIRECCIÓN: José Manuel López Velarde
ACTÚAN: José Manuel López Velarde y dos miembros del público.
DÓNDE: La Teatrería
DIRECCIÓN: Tabasco 152, Colonia Roma. A una cuadra de Avenida Álvaro Obregón.
CUÁNDO: Jueves 20:30 hrs.
COSTO: $400 y $350. Boletos en taquilla y en www.lateatreria.com
DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con servicio de bar y restaurante. No cuenta con estacionamiento o valet parking.
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